El director del INE, Juan Eduardo Coeymans, adelantó los cambios que se estudian para el IPC, luego de las críticas que recibió esta medición y también el organismo que derivaron, a su vez, en su reciente nombramiento.
La intención es otorgar un carácter semihedónico a productos que son rápidamente reemplazados en el mercado, ya sea por renovación en tecnología o el impacto de la moda en el vestuario. Ahora la medición contemplaría condiciones de calidad, materias primas y fabricación para una valorización que pueda extenderse en distintas aplicaciones.
En conversación con nuestra emisora, Juan Eduardo Coeymans se refirió al cambio metodológico para un IPC más cercano a la realidad: “Cuando un producto pasa de moda, la comparación se pierde. Hay metodologías, una de precios hedónicos, y la que proponemos semihedónico. Se requieren datos, que demoran hasta tres años, entonces hemos decidido aplicar una medición similar, muy parecida y que es más rápida para ir así sumando correcciones”.
El titular del INE subrayó que estos cambios son habituales, y que en otros países no ha significado grandes críticas. Al respecto, Coeymans apuntó a un trabajo paralelo de las observaciones surgidas en las últimas semanas.
“Esto es usual en todos los IPC del mundo, efectos de cómo se controla el efecto moda, cosas habituales. Se unió al tema del censo y se ha magnificado, en otras partes se hacen estos cambios sin tanto ruido. En enero tendremos nueva canasta, es un proceso de avance metodológico que ocurre en todos los INE en todos los países”, enfatizó.
Gonzalo Cid, del Centro de Estudios de Desarrollo Alternativo, indicó que se requiere una autocrítica desde el INE, y recalcó en la definición de una canasta familiar obsoleta, con productos que alejan la medición del costo real de los productos y su efectiva vida útil.
“Los productos teconológicos se van renovando muy rápido, el vestuario surge con diferentes ponderaciones. La tecnología produce que en un año un producto sea diferente, entonces hay que buscar un indicador para que el INE haga reflejo de los productos que se están consumiendo”, recalcó.
Por su parte, el economista Andrés Solimano destacó el nombramiento de Coeymans, y señaló que será necesario un tiempo para evaluar este y otros cambios, que a su juicio, deben orientarse en una reformulación general de los índices económicos del país.
Solimano señaló que “Chile necesita una actualización de fuentes estadísticas. Pasó lo del Censo, la Casen, el cálculo de la pobreza, entonces es una mirada general respecto de la calidad de las cifras que tenemos para un país del nivel de desarrollo que adquiere”.
El organismo está a la espera de una validación desde la OCDE para aplicar este cambio, así también de comités internacionales, anunciados a propósito de la crisis, los cuales evaluarán la metodología del INE, en el marco de una agenda de reformas.
El director del INE, Juan Eduardo Coeymans, adelantó los cambios que se estudian para el IPC, luego de las críticas que recibió esta medición y también el organismo que derivaron, a su vez, en su reciente nombramiento.
La intención es otorgar un carácter semihedónico a productos que son rápidamente reemplazados en el mercado, ya sea por renovación en tecnología o el impacto de la moda en el vestuario. Ahora la medición contemplaría condiciones de calidad, materias primas y fabricación para una valorización que pueda extenderse en distintas aplicaciones.
En conversación con nuestra emisora, Juan Eduardo Coeymans se refirió al cambio metodológico para un IPC más cercano a la realidad: “Cuando un producto pasa de moda, la comparación se pierde. Hay metodologías, una de precios hedónicos, y la que proponemos semihedónico. Se requieren datos, que demoran hasta tres años, entonces hemos decidido aplicar una medición similar, muy parecida y que es más rápida para ir así sumando correcciones”.
El titular del INE subrayó que estos cambios son habituales, y que en otros países no ha significado grandes críticas. Al respecto, Coeymans apuntó a un trabajo paralelo de las observaciones surgidas en las últimas semanas.
“Esto es usual en todos los IPC del mundo, efectos de cómo se controla el efecto moda, cosas habituales. Se unió al tema del censo y se ha magnificado, en otras partes se hacen estos cambios sin tanto ruido. En enero tendremos nueva canasta, es un proceso de avance metodológico que ocurre en todos los INE en todos los países”, enfatizó.
Gonzalo Cid, del Centro de Estudios de Desarrollo Alternativo, indicó que se requiere una autocrítica desde el INE, y recalcó en la definición de una canasta familiar obsoleta, con productos que alejan la medición del costo real de los productos y su efectiva vida útil.
“Los productos teconológicos se van renovando muy rápido, el vestuario surge con diferentes ponderaciones. La tecnología produce que en un año un producto sea diferente, entonces hay que buscar un indicador para que el INE haga reflejo de los productos que se están consumiendo”, recalcó.
Por su parte, el economista Andrés Solimano destacó el nombramiento de Coeymans, y señaló que será necesario un tiempo para evaluar este y otros cambios, que a su juicio, deben orientarse en una reformulación general de los índices económicos del país.
Solimano señaló que “Chile necesita una actualización de fuentes estadísticas. Pasó lo del Censo, la Casen, el cálculo de la pobreza, entonces es una mirada general respecto de la calidad de las cifras que tenemos para un país del nivel de desarrollo que adquiere”.
El organismo está a la espera de una validación desde la OCDE para aplicar este cambio, así también de comités internacionales, anunciados a propósito de la crisis, los cuales evaluarán la metodología del INE, en el marco de una agenda de reformas.
El director del INE, Juan Eduardo Coeymans, adelantó los cambios que se estudian para el IPC, luego de las críticas que recibió esta medición y también el organismo que derivaron, a su vez, en su reciente nombramiento.
La intención es otorgar un carácter semihedónico a productos que son rápidamente reemplazados en el mercado, ya sea por renovación en tecnología o el impacto de la moda en el vestuario. Ahora la medición contemplaría condiciones de calidad, materias primas y fabricación para una valorización que pueda extenderse en distintas aplicaciones.
En conversación con nuestra emisora, Juan Eduardo Coeymans se refirió al cambio metodológico para un IPC más cercano a la realidad: “Cuando un producto pasa de moda, la comparación se pierde. Hay metodologías, una de precios hedónicos, y la que proponemos semihedónico. Se requieren datos, que demoran hasta tres años, entonces hemos decidido aplicar una medición similar, muy parecida y que es más rápida para ir así sumando correcciones”.
El titular del INE subrayó que estos cambios son habituales, y que en otros países no ha significado grandes críticas. Al respecto, Coeymans apuntó a un trabajo paralelo de las observaciones surgidas en las últimas semanas.
“Esto es usual en todos los IPC del mundo, efectos de cómo se controla el efecto moda, cosas habituales. Se unió al tema del censo y se ha magnificado, en otras partes se hacen estos cambios sin tanto ruido. En enero tendremos nueva canasta, es un proceso de avance metodológico que ocurre en todos los INE en todos los países”, enfatizó.
Gonzalo Cid, del Centro de Estudios de Desarrollo Alternativo, indicó que se requiere una autocrítica desde el INE, y recalcó en la definición de una canasta familiar obsoleta, con productos que alejan la medición del costo real de los productos y su efectiva vida útil.
“Los productos teconológicos se van renovando muy rápido, el vestuario surge con diferentes ponderaciones. La tecnología produce que en un año un producto sea diferente, entonces hay que buscar un indicador para que el INE haga reflejo de los productos que se están consumiendo”, recalcó.
Por su parte, el economista Andrés Solimano destacó el nombramiento de Coeymans, y señaló que será necesario un tiempo para evaluar este y otros cambios, que a su juicio, deben orientarse en una reformulación general de los índices económicos del país.
Solimano señaló que “Chile necesita una actualización de fuentes estadísticas. Pasó lo del Censo, la Casen, el cálculo de la pobreza, entonces es una mirada general respecto de la calidad de las cifras que tenemos para un país del nivel de desarrollo que adquiere”.
El organismo está a la espera de una validación desde la OCDE para aplicar este cambio, así también de comités internacionales, anunciados a propósito de la crisis, los cuales evaluarán la metodología del INE, en el marco de una agenda de reformas.
