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Año XVI, 29 de marzo de 2024


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Los turbios asuntos de la Pontificia Universidad Católica de Chile


Martes 18 de junio 2013 6:44 hrs.


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Estimado Director:

Pontificia quiere decir, y esto se olvida a menudo, que esta universidad depende directamente del Papa , es decir de un jefe de Iglesia que es también el Jefe de un Estado extranjero, el Estado Vaticano. Aceptemos el hecho de que se trata de un Estado un poco particular, sin embargo no por ello es menos cierto que cuando se trata de elegir a las autoridades de la PUC es ese Jefe de Estado foráneo que interviene y sin duda que esta intervención se materializa en muchas otras cosas.

Pero quizás lo más grave no esté allí, pues la presencia , directa o indirecta de la PUC en nuestra historia reciente ha dejado muchas veces un sabor amargo, que muchos de nosotros estamos muy lejos de olvidar. Así, antes de norteamericanizarse vergonzosamente como lo hace hoy día, la PUC , en tiempos de su ultraderechista rector Alfredo Silva Santiago, que oficiaba asimismo de obispo , se prestó para hacer circular alegremente las platas que llegaban a la Organización de las Universidades Católicas de América Latina ODUCAL , provenientes de fundaciones yanquis alimentadas por la CIA. Sin olvidar que, en su tiempo, la PUC abrió generosamente la puerta a los miembros del Cuerpo de Paz., aunque en honor a la verdad hay que decir que no fue la única en hacerlo.
Posteriormente , la PUC se encargó de formar en sus aulas a los Chicago Boys , en la Facultad de Economia y Ciencias Sociales, convertida en apéndice de la Universidad de Chicago, y a los Gremialistas de Jaime Guzmán Errázuriz, que se convertirían, unos y otros , en los mandos civiles y en los activistas de la bestial dictadura pinochetista. Quizás, como reminiscencia de esta época poco gloriosa, se podía ver , no hace mucho, en el Campus San Joaquín desembarcar , por centenas, los cadetes de la Escuela Militar, inmaculadamente uniformados, para asistir a una incierta actividad pedagógica.

Por otra parte, la implantación de la PUC en pleno barrio popular , como es el caso del Campus San Joaquín ya citado , no basta para ocultar la transformación de sus hospitales en establecimientos comerciales, como sucede con el centro médico de Marcoleta ,en pleno Santiago, donde hay que pagar precios prohibitivos por una simple consulta de medicina general en urgencia.

Por fin, la PUC que ha arrastrado durante toda su historia el complejo de la segundona , es decir detrás de la Universidad de Chile, cultiva sin duda la pretensión de regir la vida universitaria e intelectual de nuestro país. Pero podemos confiar en que , como lo hacen ya los estudiantes de ese plantel, nuestro pueblo acabará por rechazar la imposición de una grosera copia de las instituciones universitarias norteamericanas.

José Cañas

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