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Denuncian un golpe militar en curso en Egipto y advierten de un baño de sangre

El consejero de seguridad nacional del presidente egipcio Mohamed Mursi ha denunciado este miércoles que hay un golpe de Estado militar en curso y ha advertido de que éste no puede triunfar contra la voluntad popular si no es con un considerable baño de sangre.

Diario Uchile

  Miércoles 3 de julio 2013 12:09 hrs. 
egipto

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El consejero de seguridad nacional del presidente egipcio Mohamed Mursi ha denunciado este miércoles que hay un golpe de Estado militar en curso y ha advertido de que éste no puede triunfar contra la voluntad popular si no es con un considerable baño de sangre.

Por su parte, según reportes desde El Cairo, el presidente Mursi y otros dirigentes islamistas tendrían prohibido salir de Egipto, indicó este miércoles una fuente de seguridad.

Funcionarios aeroportuarios confirmaron que habían recibido órdenes de impedir que estos dirigentes, incluyendo a Mursi, al líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, y al número dos de la cofradía, Jairat al Shater, salgan del país.

Los militares, luego de cumplirse un ultimátum de 48 horas dado al presidente para pactar,  han ocupado la televisión pública.Canales de televisión egipcios aseguran que los militares estarían reteniendo al presidente Mursi.

Mientras, en las calles del país, hay marchas a favor y en contra del presidente y vehículos blindados desplegados cerca de la principal manifestación en favor de Morsi.

La televisión estatal egipcia informó que el jeque de la institución islámica de Al Azhar, Ahmed al Tayeb, el papa copto, Teodoro II, y el representante de la oposición, Mohamed El Baradei, anunciarán junto a cargos militares la hoja de ruta que se aplicará para sacar a Egipto de la crisis.

Ejercito egipcio planea suspender Constitución

El ejército egipcio elaboró un plan para suspender la Constitución, disolver la legislatura dominada por los islamistas y establecer un gobierno interino encabezado por el presidente del Tribunal Supremo del país si el presidente Mohamed Morsi no acuerda una solución con sus opositores antes de la fecha límite del miércoles, informó la agencia estatal de noticias.

El informe proporcionó los primeros detalles sobre la hoja de ruta que el ejército ha dicho que implementará si Morsi no cumple con su ultimátum. Millones de manifestantes volvieron a las calles por tercer día consecutivo en su intento por obligar al presidente islamista a que deje el cargo.

Los manifestantes se congregaron frente al palacio presidencial Qasr el-Qobba, donde Morsi ha estado trabajando en los últimos días, además de llenar grandes avenidas afuera de otro palacio, la céntrica plaza Tahrir y las principales plazas públicas de ciudades en todo el país.

No estaba claro si Morsi estaba en el palacio. Los seguidores de Morsi también aumentaron su presencia en las calles después de que la Hermandad Musulmana a la que pertenece el mandatario y líderes islamistas de mano dura los instaron a defender la legitimidad del primer presidente del país elegido libremente. Decenas de miles de personas realizaron marchas en El Cairo y otras ciudades. En varios puntos de la capital hubo enfrentamientos entre ambos bandos, y opositores del presidente entraron por la fuerza a las oficinas de la Hermandad en dos ciudades.

Ante el temor de una implosión que podría orillar a Egipto al caos, funcionarios estadounidenses dijeron que Washington ha sugerido que Morsi convoque a elecciones anticipadas y pedido medidas concretas. Asimismo, advirtió al ejército egipcio que un golpe de Estado tendría consecuencias en la ayuda que el país recibe de Estados Unidos. Los funcionarios hablaron a condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar públicamente sobre el asunto.

El asesor de Morsi, Ayman Alí, negó que Washington hubiera pedido al presidente convocar a elecciones presidenciales anticipadas, y dijo que proseguían las consultas para llegar a la conciliación nacional y resolver la actual crisis política. No dio más detalles.

En una medida significativa, los partidos de oposición y el movimiento juvenil detrás de las manifestaciones coincidieron en que el premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei los represente en las negociaciones sobre el futuro político del país. La decisión parece tener el objetivo de presentar una voz unificada en un sistema post-Morsi, ante la crítica generalizada de que la oposición se ha fragmentado demasiado como para representar una alternativa a los islamistas.

Por otro lado, Morsi encara fisuras al interior de su gobierno.

Tres voceros gubernamentales fueron los últimos en dimitir como parte de las deserciones de alto nivel que subrayan su creciente aislamiento y las consecuencias del ultimátum de los militares. Cinco ministros del gabinete, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores, renunciaron el lunes, y el sexto, el ministro de la Juventud El-Amry Farouq, abandonó su cargo el martes.

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