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Mejora servicio eléctrico pero cobro sigue pauteado por termoeléctricas

Mejoró la continuidad del suministro eléctrico en Chile, aunque el precio que paga la población sigue pauteado legalmente por las termoeléctricas. La Superintendencia de Electricidad y Combustible dijo que el tiempo sin suministro eléctrico bajó a un promedio de 16 horas y 48 minutos en 2012. La Asociación Gremial de Empresas Eléctricas celebró la mejora, aunque reconoció que el sistema de atención de reclamos ciudadanos “sigue siendo una tarea pendiente”.

Helmuth Huerta

  Jueves 4 de julio 2013 23:32 hrs. 
Radio-Uchile

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El promedio del tiempo sin suministro eléctrico bajó en 1 hora y 42 minutos en el año 2012. Quedó en 16 horas y 48, y el año anterior fue de 18 horas y media (2011). Este fue el principal resultado del Ranking de Calidad de Servicio, entregado por Luis Ávila, actual superintendente de Electricidad y Combustibles, y ex gerente general de la Asociación de Distribuidores de Combustibles (ADICO).

La autoridad dijo que las 34 distribuidoras de electricidad obtuvieron en promedio una nota de 5,5 de un máximo de 7, es decir, dos décimas más que el año anterior. El Ranking de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles se construye a partir de tres variables: Las interrupciones, los reclamos que ingresan a la superintendencia y una encuesta a los usuarios. El superintendente Luis Ávila, se refirió a las principales quejas de los clientes.

“Dentro del proceso de reclamos, los principales que se reciben son por medición y facturación. De las 34 compañías, Emetal, Conafe, Edelaysen y CGED son las que tienen mayor tasa de reclamos cada mil clientes”, explicó.

Se aplicó además una encuesta para consultar “si ha recibido alguna compensación por parte de las empresas eléctricas”: 94% de los encuestados dijo que no. Además, el 47% de los encuestados respondió que las empresas no avisan cuando se va a producir un corte programado de suministro.

El director ejecutivo de la Asociación Gremial de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, dijo que “este resultado es muy bueno”, y reconoció que “hay una tarea pendiente sobre el sistema de atención de reclamos por vía teléfonica” y que “falta simplificar la información de las boletas”.

“Definitivamente ese es otro de los temas en los cuales sabemos que cada una de las compañías está trabajando, como afecta e impacta este elemento, que es un elemento de cuidado en el cual sabemos las empresas presentan dificultades desde el punto de vista del juicio de sus clientes están trabajando. Desgraciadamente la lógica de la boleta eléctrica cada día se ha vuelto más compleja por la necesidad normativa de asociar a esa boleta una serie de explicaciones que cada vez va a ser más difícil para un cliente comprender”, agregó.

La Superintendencia de Electricidad y Combustibles sólo tiene oficinas en las capitales regionales de Chile, más Osorno y Chillán, y falta integrar en una ventanilla única a los reclamos ciudadanos, dijo por su parte el vocero de la Organización de Consumidores y Usuarios (ODECU), Stefan Larenas.

“Institucionalmente, lo que falta es una mejor información y una mayor agilidad de lo que hoy día se conoce como la ventanilla única. Las personas recurren al Sernac incluso por temas de electricidad y la relación que hay entre la recepción de reclamos del Sernac y su coordinación con la SEC, que eso no lo conocemos. Porque una cosa es que la gente haya reclamado y otra que le hayan resuelto el problema”, explicó.

Por su parte, la directora del programa Chile Sustentable, Sara Larraín, recordó que las tarifas eléctricas del país no son reales, porque se cobra legalmente al costo de la central más cara, sin importar que estén ingresando energías limpias y baratas a la matriz eléctrica.

“El sistema marginalista en Chile es que, con el centro de despacho de la energía hacia los sistemas de transmisión y distribución, primero despachan energía más barata. Y en general es la hidroelectricidad, la eólica, la solar, que prácticamente no tiene costos de operación porque ni el sol ni el viento se pagan. Entonces, primero se despachan las más baratas. Una vez que en las centrales de ese tipo ya están al tope, se despacha la que sigue en el precio y, al final, se despachan las más caras. Pero a usted le cobran todo por el precio de la más cara”, evidenció.

Según el Centro de Despacho Económico de Carga, en Chile más del 70% de la energía se produce a través de centrales termoeléctricas a carbón, gas o petróleo.

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