Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 16 de abril de 2024


Escritorio

Reorganización económica mundial

Columna de opinión por Roberto Meza
Jueves 11 de julio 2013 9:49 hrs.


Compartir en

La canciller alemana, Angela Merkel, ha señalado que cada país “debe preguntarse ahora cómo quiere obtener dinero en un futuro, de qué modo labrará su bienestar”, añadiendo que “el sector inmobiliario, que en algunos países creció desproporcionadamente para luego desmoronarse, ya no podrá ser el motor de crecimiento o al menos no el único”.

La líder germana dijo que responder a esas preguntas y sentar las bases políticas para más innovación, competitividad y formación de jóvenes, son las tareas concretas que deberán afrontar algunos países, los que requerirán esfuerzos y sacrificios hasta que la situación se normalice.

En entrevista con la DPA, la canciller cristianodemócrata defendió la posición alemana, que durante los últimos años ha instado a los países del euro con problemas financieros a ahorrar y disminuir su gasto fiscal, no obstante el reconocimiento de que Alemania sólo puede crecer si a sus socios les va bien. Merkel ha explicado que “finanzas sólidas son una condición necesaria para el crecimiento, junto con reformas estructurales inteligentes”. “Grecia, Portugal y otros países ya no podían financiarse debido a su alto endeudamiento. Y como esto ponía en riesgo al euro, hemos ayudado a los países con la condición de que reduzcan el déficit, origen de sus problemas”. Añadió que la crisis en Europa no se resolverá de la noche a la mañana, sino a través de un largo proceso en el que ya se ha avanzado, “pero que sigue teniendo problemas que resolver”.

Tales problemas se expresan en las continuas protestas ciudadanas en Europa, la última de las cuales fue protagonizada en Atenas por empleados fiscales, incluidos guardias y policías municipales uniformados, en contra de los recortes que el Gobierno ha prometido hacer a la “troika” (UE-BCE-FMI), a cambio de otros 8.100 millones de euros para que el país siga funcionando. Sindicatos como el POE-OTA, que agrupa a empleados municipales y el mayor del sector público, ADEDY, han llevado a cabo sucesivos paros nacionales de 24 horas.

Grecia ha enfrentado obstáculos para convencer a la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI de que puede cumplir con sus promesas de reducir su gasto en el sector público. Pero las reiteradas manifestaciones también son señales para una mayor flexibilidad de los acreedores. De allí que los ministros de Finanzas de la zona euro hayan acordado pagar en cuotas la ayuda financiera a Grecia, comenzando por un desembolso de 2.500 millones de euros este mes.

A su turno, los despidos en el sector público griego, país que ya enfrenta su sexto año de recesión y 25% de desocupación, se han ajustado a un proceso paulatino, luego que Atenas incumpliera el plazo de junio para exonerar a más de 25 mil funcionarios. En efecto, el gobierno acordó que 12.500 empleados públicos pasarán a un esquema de movilidad laboral para septiembre, es decir, serán transferidos o despedidos en el plazo de un año. Cerca de 3.500 saldrán de los municipios y otros 2.000 del profesorado. Una segunda ola de 12.500 empleados pasará al sistema para fines de 2013. El Gobierno ha prometido despedir a 4 mil trabajadores estatales este año.
Pero los sacrificios económico-sociales a los que han estado expuestos los países europeos en problemas no solo han afectado a sus poblaciones, sino al resto del orbe, en la medida que la baja de actividad también genera desempleo en otras naciones que ya no pueden exportar a los niveles anteriores a la crisis. Ni siquiera la fortaleza alemana ha escapado de esa tendencia.

Como respuesta, muchos gobiernos están volviendo a prácticas proteccionistas. Según el estudio Global Trade Alert, elaborado por investigadores de la U. de St. Gallen y del Centro de Investigación de Política Económica de Gran Bretaña, tan solo en los últimos 12 meses se registraron 431 restricciones comerciales y otras 183 están planeadas, debido a que cuando una economía comienza a debilitarse, los gobiernos tienden a aislar a sus empresas de la competencia exterior. En el mismo lapso, se han propugnado apenas 141 medidas para fomentar el comercio
Martin Wermelinger, miembro y asesor de Global Trade Alert, dijo que desde finales de 2012, el ataque al libre comercio ha sido sutil, de manera que los socios comerciales, medios y analistas no puedan entrever fácilmente las restricciones, pero de un gran alcance. Debido a la Organización Mundial del Comercio (OMC), barreras tradicionales, como los aranceles, se usan menos, pues el país puede recibir quejas de la organización. Pero, por ejemplo, los gobiernos subvencionan las exportaciones y ofrecen ayudas financieras o incentivos como garantías a la exportación. Asimismo, aumenta el rechazo a la migración. En Canadá y países como India se han impuesto medidas temporales para reducir la cantidad de personas que entran a trabajar al país.

Pese a las restricciones, se siguen acordando tratados de libre comercio bilateral. El pasado lunes se inició la negociación que podría derivar en la creación de una nueva zona de libre comercio Europa-EE.UU. Pero Wermelinger cree que los acuerdos bilaterales solo surten efecto a un nivel regional limitado y se transforman en una suerte de proteccionismo para los países que no pertenecen al tratado.

Según Global Trade Alert, el proteccionismo afecta principalmente a las grandes naciones del G-20. China es la más afectada, seguida por EE.UU., Alemania, Francia e Italia. Es decir, los países más grandes lideran el proteccionismo, aunque, al mismo tiempo, son los más afectados por las medidas. Los analistas coinciden en que el proteccionismo afecta a todas las empresas, incluso las que se pretenden proteger de ese modo, pues, pierden competitividad y, con ello, su cuota en el mercado.

Merkel cree que el euro no fracasará y que ningún país actualmente en la zona la abandonará. Alemania seguirá liderando el área, aunque más flexible que hace un par de años, no obstante las próximas elecciones generales del 22 de septiembre. La canciller ha reiterado que cada país debe preguntarse ahora cómo obtendrá dinero en un futuro signado por la productividad del capital y el trabajo, por el conocimiento, la ciencia y tecnología. Un llamado de atención para naciones que fundan sus perspectivas en faenas extractivas. Es más, también ha afirmado que, a la distancia, no cambiaría ninguna de las decisiones adoptadas para con la Europa del euro, aunque las elecciones tuviesen lugar un año antes. Se trata, pues, de jugarse el capital político en la línea de las convicciones que surgen del conocimiento y no de las meras conveniencias partidarias.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.