La creación de un Ministerio de Cultura es una necesidad compartida por diversos actores implicados en la materia. Sin embargo, el proyecto presentado por el Ejecutivo para establecer esta institución genera críticas desde diversos sectores.
La aprobación de la iniciativa que desde hace algunas semanas cuenta con urgencia simple para su tramitación y que fue presentada ante la Cámara de Diputados el pasado mes de mayo, es una de las principales banderas de lucha de Roberto Ampuero, actual ministro del ramo.
El escritor señaló durante el cambio de gabinete que: “una tarea muy importante es plasmar, dar vida a lo que todos quieren dentro de este país que es crear y tener por primera vez un Ministerio de la Cultura”.
El proyecto que actualmente se encuentra en la Comisión de la Cultura y las Artes de la Cámara Baja, presenta aceptación desde el mundo parlamentario. Sin embargo, y buscando revisar ciertos aspectos –principalmente en torno a la estructura de la Institución- es que sus miembros acordaron realizar una audiencia pública el próximo 29 de julio para incluir visiones de todos los sectores, manifestó el artista y también parlamentario integrante de la instancia, Ramón Farías.
En este sentido, el actor y parlamentario PPD señaló que “esta audiencia pública dice relación con escuchar a los sindicatos o a los gremios que están dentro de cada uno de los estamentos que se van a fusionar, para saber cuáles son sus dudas. También es importante escuchar a los integrantes de las distintas agrupaciones, sindicatos, corporaciones culturales respecto de que es lo que esperan ellos o cómo ellos ven este proyecto presentado por el Ejecutivo”.
Arturo Navarro, director del Centro Cultural Estación Mapocho, se mostró contrario a esta audiencia porque para el gestor cultural de nada sirve incluir participación durante una breve jornada, en un proyecto que, a su juicio, presenta graves deficiencias.
Entre las principales críticas que Navarro le hace al proyecto, destaca el tema de no incluir las diferencias culturales de nuestro país, situación que se suma a problemas en torno a su estructura y competencias, motivo por el que sostiene que la iniciativa legal debería redactarse nuevamente.
Por esto, el director del centro cultural capitalino señaló que “a estas alturas del siglo XXI un ministerio de Cultura -de Culturas- en un país como el nuestro, no puede obviar el tema de la multiculturalidad o la plurinacionalidad del país, por ejemplo. No puede obviar el tema de la participación, no sólo de la gente del mundo de la cultura, sino de la sociedad en su conjunto y no puede obviar el tema de los derechos culturales de la cultura como un derecho. Yo le sugeriría a los señores diputados que introduzcan una sola indicación sustitutiva de la globalidad del proyecto”.
El Sindicato de Actores de Chile, también se hace parte del debate en torno a la nueva institucionalidad. Andrea Gutiérrez, directora encargada de relaciones internacionales de la entidad gremial, valoró la audiencia pública planteada por los parlamentarios, ya que esta instancia permitiría mayor participación a diversas organizaciones interesadas en el desarrollo cultural del país.
Respecto del proyecto en sí, la actriz y docente fue enfática en advertir que ellos prefieren discutirlo con calma, y no dar urgencias para no aprobar un mal elemento.
En esa perspectiva, la dirigenta sindical de los actores indicó que “porque divide las industrias creativas. Se hace cargo un poco de lo que en algún momento se discutió sobre el Instituto Patrimonio, pero no de manera total. Los mismos trabajadores del Consejo de la Cultura, de la DIBAM que están muy descontentos con esta nueva estructura porque no soluciona sus problemas básicos como funcionarios de estas organizaciones. Claro, estamos contentos de que se abra esta discusión, estamos contentos de dar este paso, como lo estuvimos cuando dimos el paso hacia el Consejo de la Cultura, pero tenemos que hacerlo con el tiempo y con la seriedad que un cambio así amerita”.
La comisión concordó una votación en general del proyecto el próximo 4 de septiembre, para luego debatir en particular y poder despachar, al menos en la Cámara de Diputados, el texto antes de fin de año.
La creación de un Ministerio de Cultura es una necesidad compartida por diversos actores implicados en la materia. Sin embargo, el proyecto presentado por el Ejecutivo para establecer esta institución genera críticas desde diversos sectores.
La aprobación de la iniciativa que desde hace algunas semanas cuenta con urgencia simple para su tramitación y que fue presentada ante la Cámara de Diputados el pasado mes de mayo, es una de las principales banderas de lucha de Roberto Ampuero, actual ministro del ramo.
El escritor señaló durante el cambio de gabinete que: “una tarea muy importante es plasmar, dar vida a lo que todos quieren dentro de este país que es crear y tener por primera vez un Ministerio de la Cultura”.
El proyecto que actualmente se encuentra en la Comisión de la Cultura y las Artes de la Cámara Baja, presenta aceptación desde el mundo parlamentario. Sin embargo, y buscando revisar ciertos aspectos –principalmente en torno a la estructura de la Institución- es que sus miembros acordaron realizar una audiencia pública el próximo 29 de julio para incluir visiones de todos los sectores, manifestó el artista y también parlamentario integrante de la instancia, Ramón Farías.
En este sentido, el actor y parlamentario PPD señaló que “esta audiencia pública dice relación con escuchar a los sindicatos o a los gremios que están dentro de cada uno de los estamentos que se van a fusionar, para saber cuáles son sus dudas. También es importante escuchar a los integrantes de las distintas agrupaciones, sindicatos, corporaciones culturales respecto de que es lo que esperan ellos o cómo ellos ven este proyecto presentado por el Ejecutivo”.
Arturo Navarro, director del Centro Cultural Estación Mapocho, se mostró contrario a esta audiencia porque para el gestor cultural de nada sirve incluir participación durante una breve jornada, en un proyecto que, a su juicio, presenta graves deficiencias.
Entre las principales críticas que Navarro le hace al proyecto, destaca el tema de no incluir las diferencias culturales de nuestro país, situación que se suma a problemas en torno a su estructura y competencias, motivo por el que sostiene que la iniciativa legal debería redactarse nuevamente.
Por esto, el director del centro cultural capitalino señaló que “a estas alturas del siglo XXI un ministerio de Cultura -de Culturas- en un país como el nuestro, no puede obviar el tema de la multiculturalidad o la plurinacionalidad del país, por ejemplo. No puede obviar el tema de la participación, no sólo de la gente del mundo de la cultura, sino de la sociedad en su conjunto y no puede obviar el tema de los derechos culturales de la cultura como un derecho. Yo le sugeriría a los señores diputados que introduzcan una sola indicación sustitutiva de la globalidad del proyecto”.
El Sindicato de Actores de Chile, también se hace parte del debate en torno a la nueva institucionalidad. Andrea Gutiérrez, directora encargada de relaciones internacionales de la entidad gremial, valoró la audiencia pública planteada por los parlamentarios, ya que esta instancia permitiría mayor participación a diversas organizaciones interesadas en el desarrollo cultural del país.
Respecto del proyecto en sí, la actriz y docente fue enfática en advertir que ellos prefieren discutirlo con calma, y no dar urgencias para no aprobar un mal elemento.
En esa perspectiva, la dirigenta sindical de los actores indicó que “porque divide las industrias creativas. Se hace cargo un poco de lo que en algún momento se discutió sobre el Instituto Patrimonio, pero no de manera total. Los mismos trabajadores del Consejo de la Cultura, de la DIBAM que están muy descontentos con esta nueva estructura porque no soluciona sus problemas básicos como funcionarios de estas organizaciones. Claro, estamos contentos de que se abra esta discusión, estamos contentos de dar este paso, como lo estuvimos cuando dimos el paso hacia el Consejo de la Cultura, pero tenemos que hacerlo con el tiempo y con la seriedad que un cambio así amerita”.
La comisión concordó una votación en general del proyecto el próximo 4 de septiembre, para luego debatir en particular y poder despachar, al menos en la Cámara de Diputados, el texto antes de fin de año.
La creación de un Ministerio de Cultura es una necesidad compartida por diversos actores implicados en la materia. Sin embargo, el proyecto presentado por el Ejecutivo para establecer esta institución genera críticas desde diversos sectores.
La aprobación de la iniciativa que desde hace algunas semanas cuenta con urgencia simple para su tramitación y que fue presentada ante la Cámara de Diputados el pasado mes de mayo, es una de las principales banderas de lucha de Roberto Ampuero, actual ministro del ramo.
El escritor señaló durante el cambio de gabinete que: “una tarea muy importante es plasmar, dar vida a lo que todos quieren dentro de este país que es crear y tener por primera vez un Ministerio de la Cultura”.
El proyecto que actualmente se encuentra en la Comisión de la Cultura y las Artes de la Cámara Baja, presenta aceptación desde el mundo parlamentario. Sin embargo, y buscando revisar ciertos aspectos –principalmente en torno a la estructura de la Institución- es que sus miembros acordaron realizar una audiencia pública el próximo 29 de julio para incluir visiones de todos los sectores, manifestó el artista y también parlamentario integrante de la instancia, Ramón Farías.
En este sentido, el actor y parlamentario PPD señaló que “esta audiencia pública dice relación con escuchar a los sindicatos o a los gremios que están dentro de cada uno de los estamentos que se van a fusionar, para saber cuáles son sus dudas. También es importante escuchar a los integrantes de las distintas agrupaciones, sindicatos, corporaciones culturales respecto de que es lo que esperan ellos o cómo ellos ven este proyecto presentado por el Ejecutivo”.
Arturo Navarro, director del Centro Cultural Estación Mapocho, se mostró contrario a esta audiencia porque para el gestor cultural de nada sirve incluir participación durante una breve jornada, en un proyecto que, a su juicio, presenta graves deficiencias.
Entre las principales críticas que Navarro le hace al proyecto, destaca el tema de no incluir las diferencias culturales de nuestro país, situación que se suma a problemas en torno a su estructura y competencias, motivo por el que sostiene que la iniciativa legal debería redactarse nuevamente.
Por esto, el director del centro cultural capitalino señaló que “a estas alturas del siglo XXI un ministerio de Cultura -de Culturas- en un país como el nuestro, no puede obviar el tema de la multiculturalidad o la plurinacionalidad del país, por ejemplo. No puede obviar el tema de la participación, no sólo de la gente del mundo de la cultura, sino de la sociedad en su conjunto y no puede obviar el tema de los derechos culturales de la cultura como un derecho. Yo le sugeriría a los señores diputados que introduzcan una sola indicación sustitutiva de la globalidad del proyecto”.
El Sindicato de Actores de Chile, también se hace parte del debate en torno a la nueva institucionalidad. Andrea Gutiérrez, directora encargada de relaciones internacionales de la entidad gremial, valoró la audiencia pública planteada por los parlamentarios, ya que esta instancia permitiría mayor participación a diversas organizaciones interesadas en el desarrollo cultural del país.
Respecto del proyecto en sí, la actriz y docente fue enfática en advertir que ellos prefieren discutirlo con calma, y no dar urgencias para no aprobar un mal elemento.
En esa perspectiva, la dirigenta sindical de los actores indicó que “porque divide las industrias creativas. Se hace cargo un poco de lo que en algún momento se discutió sobre el Instituto Patrimonio, pero no de manera total. Los mismos trabajadores del Consejo de la Cultura, de la DIBAM que están muy descontentos con esta nueva estructura porque no soluciona sus problemas básicos como funcionarios de estas organizaciones. Claro, estamos contentos de que se abra esta discusión, estamos contentos de dar este paso, como lo estuvimos cuando dimos el paso hacia el Consejo de la Cultura, pero tenemos que hacerlo con el tiempo y con la seriedad que un cambio así amerita”.
La comisión concordó una votación en general del proyecto el próximo 4 de septiembre, para luego debatir en particular y poder despachar, al menos en la Cámara de Diputados, el texto antes de fin de año.
