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IPC alcanzaría meta del 3% anual pese a alzas en combustibles y alimentos

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de julio anotó un alza del 0,3%, ajustado a las proyecciones para el séptimo mes del año. Si bien el período registra aumento en el valor de combustibles y alimentos, los economistas señalan que esta variación no golpea en forma directa, sumado además al impacto del vestuario a nivel general.

Juan San Cristóbal

  Jueves 8 de agosto 2013 23:06 hrs. 
Verduras-Feria

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Siete de las doce divisiones que se utilizan para medir el IPC en Chile, registraron un alza durante julio, lo que deriva en un aumento del indicador en un 0,3%, tal como indicaban los pronósticos para este mes. Con ello, se registra un alza anual del 1,1% en 2013, y un 2,2% en los últimos doce meses.

El transporte, agua, electricidad, gas y otros combustibles figuran con mayores incrementos, factores que tienen una incidencia en este indicador por encima de otros productos como las frutas y verduras, cuyas alzas tienen menor relación con el IPC.

Por ejemplo, la lechuga sufre un alza mayor al 20%, pero su incidencia alcanza 0,043 puntos en el índice general. A juicio del profesor Víctor Salas, de la Facultad de Economía de la Universidad de Santiago, esto explica un equilibrio estadístico a largo plazo.

“Las variaciones de los precios de algunas verduras y cosas de esa naturaleza, especialmente con los fríos que ha habido, son estacionales, entran y salen con mucha rapidez de la economía. Entonces eso hace que tampoco sea una situación que uno pueda decir que se van a manifestar fuertemente en las alzas definitivas, no ha habido una especie de indicador de constancia en el aumento de estas verduras y estos productos”, señaló.

Según el académico, existe un indicador subyacente al IPC, que aminora las variables a mediano plazo, lo que establece una oscilación menor a lo que experimenta el mercado, con alzas históricas en los rubros de alimentos y combustibles.

“Se ve lo que se llama el IPC subyacente, que no incluye estos productos que tienen alta variabilidad, como la fruta, las verduras frescas y los combustibles. Obviemante tiende a ser relevante porque elimina esas variabilidades, si las lechugas subieron un 23% lo más probable es que mañana, en menos de un mes o un mes y medio más, bajen en un 50 o 60%, que es lo normal que ocurra en este tipo de productos. Esa alta variabilidad afecta la visión de lo que está pasando efectivamente con los precios”, explicó.

La inflación alimentaria es un factor advertido por organismos internacionales, que explica el encarecimiento de productos básicos de la canasta. Según el economista Hernán Frigolet, la sequía en Chile es el factor que delimita este fenómeno en el mercado local.

“Aquí en Chile tenemos dos frentes de inflación en alimentos, uno es que importamos y a nivel internacional hay un problema sobre todo con el precio de los granos y cereales en general. Y el otro componente que ha golpeado es la sequía, que indudablemente ha tenido efectos sobre las hortalizas y tiene un impacto bastante acumulado en el alza de los precios medios de un producto. Entonces en la medida que la situación climática no mejore y no volvamos a recuperar condiciones más normales ese fenómeno va a seguir presionando los alimentos en Chile”, aseguró el experto.

El Índice de Precios al Consumidor contempla ítems con brusca baja como el transporte aéreo y vestuario, con “ofertones de temporada” que explican dicho comportamiento. A juicio de los expertos, en agosto se podrá analizar el cambio del ítem vestuario, permitiendo aterrizar la proyección inflacionaria de un 3% para este año.

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