La campaña del presidente Barack Obama para convencer a la oposición sobre la necesidad de castigar al régimen sirio por la presunta utilización de armas químicas en la matanza de civiles empieza a dar sus frutos. El jefe de Estado norteamericano se reunió el martes con el titular de la Cámara de Representantes, John Boehner, del opositor Partido republicano, quien al término del encuentro declaró que apoyará “el llamado del presidente en favor de una acción” militar.
También hizo público su apoyo el congresista Eric Cantor, líder de los republicanos más conservadores. Para dar luz verde, los republicanos han pedido que quede una constancia escrita de que ningún soldado estadounidense pisará suelo sirio en el ataque.
Para persuadir a los republicanos, y a una opinión pública muy dividida sobre la pertinencia de la intervención, la Casa Blanca someterá a “un voto rápido” una resolución que autorice atacar a Siria durante 60 días, con una posible extensión a 90 días.
La tarea de convencer a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano estuvo a cargo del Secretario de Estado, John Kerry, quien recalcó que pues una falta de respuesta al uso de armas químicas enviaría una peligrosa señal a Irán, a los militantes de Hezbolá en Líbano y a otros enemigos de Washington.
Por su parte, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, aclaró que los objetivos de una acción militar serían “reducir la capacidad” del régimen sirio de perpetrar otros ataques químicos y “disuadirlo” de recurrir nuevamente a su arsenal.
Francia debate
Mientras Obama espera ahora que el Congreso se pronuncie a partir de próximo lunes, en Francia, que ha quedado como el principal aliado de Estados Unidos para ataca a Siria, el Parlamento se reúne este miércoles para debatir, sin votación, sobre una eventual intervención.
El primer ministro Jean-Marc Ayrault repetirá a partir de las 14H00 GMT ante los diputados la posición francesa: reunir una coalición internacional a fin de “castigar” al régimen del presidente Bashar al Asad por la utilización de armas químicas.
Por lo pronto, la oposición de derecha exige una votación en el Parlamento en caso de intervención fuera del marco de la ONU, una opinión compartida por el 74% de los franceses.
De todos modos, la Constitución francesa no prevé la autorización del Parlamento para lanzar una acción armada exterior.
Inflexión rusa
Entretanto, y ante la inminencia de un ataque, Rusia, principal aliado de la dictador sirio Bashar al Asad parece moderar su oposición a una intervención. Este miércoles, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que si los países occidentales aportan pruebas convincentes de que Siria usó armas químicas, Moscú actuará “de la manera más decisiva” si se demuestra quién es responsable.
“Si hay pruebas de que se usaron armas químicas, por el ejército regular (…), esas pruebas deben ser presentadas al Consejo de seguridad de la ONU. Y tienen que ser convincentes”, dijo Putin en una entrevista difundida por el canal Channel One, en vísperas de la cumbre del G20 en San Petersburgo.
Según el mandatario, si se demuestra claramente qué armas se usaron y quién la usó, Rusia “estará dispuesta a actuar de la manera más decisiva y seria”.