Alfredo Jaar: “Ser reconocido en Chile es una doble emoción”
El artista manifestó su alegría por recibir el Premio Nacional de Artes Plásticas 2013 pese a haber desarrollado su carrera en el exterior. "Fue una tremenda sorpresa, porque nunca he sido candidato", dijo.
Rodrigo Alarcón L.
Lunes 9 de septiembre 2013 20:49 hrs.
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Alfredo Jaar estaba en su taller en Nueva York cuando uno de sus cercanos le pasó el teléfono. Alguien hablaba en español desde Chile. Al otro lado de la línea se encontró con la ministra de Educación, Carolina Schmidt, quien le anunció que había sido escogido como ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas 2013.
“Fue una gran emoción porque yo no fui candidato y nunca lo he sido. De hecho, ni siquiera sabía que se le puede dar el premio a alguien que no es candidato, entonces fue una tremenda sorpresa que me llamara la ministra de Educación para anunciármelo”, relató a Radio Universidad de Chile, desde la ciudad a la que se trasladó en 1982.
Así finalizaron dos horas de deliberación entre un jurado que también integraban el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez; el rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas, por el Consejo de Rectores; y Gaspar Galaz, representante de la Academia Chilena de Bellas Artes. Gracia Barrios, ganadora de la última edición, se excusó de participar por razones de salud.
Sobre la mesa había nombres como Matilde Pérez, Gonzalo Cienfuegos y Juan Pablo Langlois, pero finalmente se impuso Jaar, propuesto por el propio jurado.
Entre las razones para inclinarse por el ex estudiante de Cine y Arquitectura estaba la resonancia internacional de su trabajo, que ha puesto su foco en territorios tan distantes y disímiles como Brasil, Ruanda, Estocolmo y la misma Nueva York.
De hecho, la distancia con el país ha sido un tema recurrente en Jaar. Recién en 2006, cuando ya estaba consagrado en el extranjero, se pudo ver una gran muestra de su trabajo en la Fundación Telefónica, y solo en el Museo de la Memoria se encuentra una de sus obras, La geometría de la conciencia.
Por eso, Jaar señaló que recibir el Premio Nacional “es una doble emoción, porque es un gran honor ser reconocido en Chile, en mi país. Me llegó como un grandísimo honor ser reconocido a pesar de haber hecho mi carrera en el exterior. Para mí, es un doble premio”.
Su trabajo más reciente, sin embargo, sí tendrá el foco en Chile. Será una instalación que se realizará este miércoles frente a La Moneda, a propósito del 40° aniversario del golpe militar. Antes había presentado Venezia, Venezia, obra que representa al país en la bienal de esa ciudad.
Al momento de anunciar el premio, la ministra Carolina Schmidt destacó que “el jurado basó está decisión en su permanente y sistemática invención y propuestas de nuevos lenguajes y temáticas universales en las artes visuales. El jurado consideró que el galardonado es un artista rupturista de códigos visuales canónicos y que su obra apela a la reflexión y a la emoción mediante la construcción de nuevos lenguajes visuales”.
Por su parte, Gaspar Galaz destacó que Jaar “relaciona el arte con la etnografía y la antropología y es un artista que, para abarcar esas temáticas, tiene que estar permanente modificando, alterando e inventando nuevos lenguajes de artes visuales”.
Asimismo, el representante de la Academia Chilena de Bellas Artes subrayó que “en cada una de sus obras, por muy distinta que sea una de otra, siempre participan los otros, participa el público, participa la gente. Siempre la obra es con la comunidad, no es una obra que haya que contemplar en silencio en una especie de trance personal, sino que se hace con los otros”.
El jurado da a conocer la decisión. Foto: Mineduc.
El Premio Nacional contempla un monto que supera los 18 millones de pesos y una pensión vitalicia. Anteriormente lo ganaron Guillermo Núñez (2007), Eugenio Dittborn (2005), Gonzalo Díaz (2003) y José Balmes (1999), entre otros.
Alfredo Jaar estaba en su taller en Nueva York cuando uno de sus cercanos le pasó el teléfono. Alguien hablaba en español desde Chile. Al otro lado de la línea se encontró con la ministra de Educación, Carolina Schmidt, quien le anunció que había sido escogido como ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas 2013.
“Fue una gran emoción porque yo no fui candidato y nunca lo he sido. De hecho, ni siquiera sabía que se le puede dar el premio a alguien que no es candidato, entonces fue una tremenda sorpresa que me llamara la ministra de Educación para anunciármelo”, relató a Radio Universidad de Chile, desde la ciudad a la que se trasladó en 1982.
Así finalizaron dos horas de deliberación entre un jurado que también integraban el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez; el rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas, por el Consejo de Rectores; y Gaspar Galaz, representante de la Academia Chilena de Bellas Artes. Gracia Barrios, ganadora de la última edición, se excusó de participar por razones de salud.
Sobre la mesa había nombres como Matilde Pérez, Gonzalo Cienfuegos y Juan Pablo Langlois, pero finalmente se impuso Jaar, propuesto por el propio jurado.
Entre las razones para inclinarse por el ex estudiante de Cine y Arquitectura estaba la resonancia internacional de su trabajo, que ha puesto su foco en territorios tan distantes y disímiles como Brasil, Ruanda, Estocolmo y la misma Nueva York.
De hecho, la distancia con el país ha sido un tema recurrente en Jaar. Recién en 2006, cuando ya estaba consagrado en el extranjero, se pudo ver una gran muestra de su trabajo en la Fundación Telefónica, y solo en el Museo de la Memoria se encuentra una de sus obras, La geometría de la conciencia.
Por eso, Jaar señaló que recibir el Premio Nacional “es una doble emoción, porque es un gran honor ser reconocido en Chile, en mi país. Me llegó como un grandísimo honor ser reconocido a pesar de haber hecho mi carrera en el exterior. Para mí, es un doble premio”.
Su trabajo más reciente, sin embargo, sí tendrá el foco en Chile. Será una instalación que se realizará este miércoles frente a La Moneda, a propósito del 40° aniversario del golpe militar. Antes había presentado Venezia, Venezia, obra que representa al país en la bienal de esa ciudad.
Al momento de anunciar el premio, la ministra Carolina Schmidt destacó que “el jurado basó está decisión en su permanente y sistemática invención y propuestas de nuevos lenguajes y temáticas universales en las artes visuales. El jurado consideró que el galardonado es un artista rupturista de códigos visuales canónicos y que su obra apela a la reflexión y a la emoción mediante la construcción de nuevos lenguajes visuales”.
Por su parte, Gaspar Galaz destacó que Jaar “relaciona el arte con la etnografía y la antropología y es un artista que, para abarcar esas temáticas, tiene que estar permanente modificando, alterando e inventando nuevos lenguajes de artes visuales”.
Asimismo, el representante de la Academia Chilena de Bellas Artes subrayó que “en cada una de sus obras, por muy distinta que sea una de otra, siempre participan los otros, participa el público, participa la gente. Siempre la obra es con la comunidad, no es una obra que haya que contemplar en silencio en una especie de trance personal, sino que se hace con los otros”.
El jurado da a conocer la decisión. Foto: Mineduc.
El Premio Nacional contempla un monto que supera los 18 millones de pesos y una pensión vitalicia. Anteriormente lo ganaron Guillermo Núñez (2007), Eugenio Dittborn (2005), Gonzalo Díaz (2003) y José Balmes (1999), entre otros.
Alfredo Jaar estaba en su taller en Nueva York cuando uno de sus cercanos le pasó el teléfono. Alguien hablaba en español desde Chile. Al otro lado de la línea se encontró con la ministra de Educación, Carolina Schmidt, quien le anunció que había sido escogido como ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas 2013.
“Fue una gran emoción porque yo no fui candidato y nunca lo he sido. De hecho, ni siquiera sabía que se le puede dar el premio a alguien que no es candidato, entonces fue una tremenda sorpresa que me llamara la ministra de Educación para anunciármelo”, relató a Radio Universidad de Chile, desde la ciudad a la que se trasladó en 1982.
Así finalizaron dos horas de deliberación entre un jurado que también integraban el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez; el rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas, por el Consejo de Rectores; y Gaspar Galaz, representante de la Academia Chilena de Bellas Artes. Gracia Barrios, ganadora de la última edición, se excusó de participar por razones de salud.
Sobre la mesa había nombres como Matilde Pérez, Gonzalo Cienfuegos y Juan Pablo Langlois, pero finalmente se impuso Jaar, propuesto por el propio jurado.
Entre las razones para inclinarse por el ex estudiante de Cine y Arquitectura estaba la resonancia internacional de su trabajo, que ha puesto su foco en territorios tan distantes y disímiles como Brasil, Ruanda, Estocolmo y la misma Nueva York.
De hecho, la distancia con el país ha sido un tema recurrente en Jaar. Recién en 2006, cuando ya estaba consagrado en el extranjero, se pudo ver una gran muestra de su trabajo en la Fundación Telefónica, y solo en el Museo de la Memoria se encuentra una de sus obras, La geometría de la conciencia.
Por eso, Jaar señaló que recibir el Premio Nacional “es una doble emoción, porque es un gran honor ser reconocido en Chile, en mi país. Me llegó como un grandísimo honor ser reconocido a pesar de haber hecho mi carrera en el exterior. Para mí, es un doble premio”.
Su trabajo más reciente, sin embargo, sí tendrá el foco en Chile. Será una instalación que se realizará este miércoles frente a La Moneda, a propósito del 40° aniversario del golpe militar. Antes había presentado Venezia, Venezia, obra que representa al país en la bienal de esa ciudad.
Al momento de anunciar el premio, la ministra Carolina Schmidt destacó que “el jurado basó está decisión en su permanente y sistemática invención y propuestas de nuevos lenguajes y temáticas universales en las artes visuales. El jurado consideró que el galardonado es un artista rupturista de códigos visuales canónicos y que su obra apela a la reflexión y a la emoción mediante la construcción de nuevos lenguajes visuales”.
Por su parte, Gaspar Galaz destacó que Jaar “relaciona el arte con la etnografía y la antropología y es un artista que, para abarcar esas temáticas, tiene que estar permanente modificando, alterando e inventando nuevos lenguajes de artes visuales”.
Asimismo, el representante de la Academia Chilena de Bellas Artes subrayó que “en cada una de sus obras, por muy distinta que sea una de otra, siempre participan los otros, participa el público, participa la gente. Siempre la obra es con la comunidad, no es una obra que haya que contemplar en silencio en una especie de trance personal, sino que se hace con los otros”.
El jurado da a conocer la decisión. Foto: Mineduc.
El Premio Nacional contempla un monto que supera los 18 millones de pesos y una pensión vitalicia. Anteriormente lo ganaron Guillermo Núñez (2007), Eugenio Dittborn (2005), Gonzalo Díaz (2003) y José Balmes (1999), entre otros.
