Se trata de un encuentro organizado por la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile y el Laboratorio Transdisciplinar en Prácticas Sociales y Subjetividad (LAPSOS), entre otras instituciones patrocinantes; y cuenta con la realización de distintas mesas de exposición.

Todas, tratando distintos temas, apuntan a reflexionar sobre la injerencia y el legado de la dictadura en distintos ámbitos del quehacer intelectual, artístico, académico y político.

En la mesa inaugural participaron el historiador Gabriel Salazar, se leyó la ponencia de la vicerrectora de Extensión de nuestra casa de estudios, Sonia Montecino y el psicoanalista y director de Lapsos, Roberto Aceituno.

La exposición de la reciente Premio Nacional de Humanidades, quien no pudo asistir al encuentro, planteó el espacio de resistencia en que se configuró la Universidad de Chile, luego del “atmoterrorismo” prolongado y permanente al que se sometió la institución durante la dictadura; rol que compartió Roberto Aceituno.

“La importancia de la Universidad de Chile en el contexto del golpe militar y la dictadura, por una parte porque se trató de una universidad intervenida, pero también porque significó desarrollar prácticas de resistencia, de solidaridad, agrupaciones culturales y políticas al interior de la Universidad de Chile. Por lo tanto, es muy simbólico que nosotros hagamos esta actividad en conmemoración de los 40 años del golpe aquí, en esta universidad”, aseveró.

Gabriel Salazar por su parte, se refirió a la construcción de una memoria social y colectiva por parte de las víctimas del régimen militar y sus cercanos, registro que en la actualidad ha generado una situación inédita en que la memoria social derrota a la historia oficial.

El historiador explicó que es esto lo que  da paso a una reivindicación por justicia, y un modelo de sociedad y Nación que supere la institucionalidad política y el paradigma económico impuesto en dictadura.

“Estamos en el inicio de movimientos sociales que se autoinspiran, que se autogestionan, de manera que estamos en un proceso de desarrollo de la ciudadanía y, en consecuencia, el cambio posible de este modelo, porque es un modelo hereditario de la dictadura, va a tener que ser realizado esta vez por el pueblo mismo. Como decía Allende, la historia la hacen los pueblos. Y de ser así, estamos en un periodo inédito: sería la primera vez que el pueblo por sí mismo va a intentar hacer los cambios sin partido, sin ideología, en base a su propia experiencia y su propia cultura”, expresó.

En otra mesa de conversación, sobre DDHH y memoria, la ex diputada y psiquiatra Fanny Pollarolo coincidió en cómo los traumas generados por la represión dictatorial han dado a un paso a un movimiento ciudadano emancipatorio.

Por su parte, el ex dirigente de la FECH, y militante de Izquierda Autónoma, Francisco Figueroa, agregó que este momento llama a analizar cuáles son los elementos del pasado que sirven para proyectar estos nuevos esfuerzos políticos.

“Yo creo que lo principal es que hay que construir puentes entre el pasado y el presente para poder descifrar qué aspectos de ese pasado son útiles para construir un futuro distinto y cuáles permanecen vigentes hoy día en el presente, porque las generaciones pasadas no resolvieron los problemas pero la nuestra por sí sola tampoco va a poder hacerlo, entonces esos puntos de diálogo y encuentro en las luchas democratizantes que han tenido lugar en los últimos 30 años en Chile son condición necesaria para construir políticas al servicio de la sociedad chilena”, aseguró.

En la mesa Movimientos Sociales, en la que intervino Figueroa, también participaron los ex presidentes de la FECH, Gonzalo Rovira y Rodrigo Roco.

Para este martes, se espera la realización de foros sobre Arte, movimientos feministas, pueblos originarios y Medios de Comunicación, donde participará, entre otros, el director de nuestra emisora, Juan Pablo Cárdenas.

Esto se realizará mañana desde las 9:00 hasta las 19:30 hrs. y el miércoles de 9:00 a 14:00 hrs. en el Teatro Nacional Antonio Varas.