Una semana crucial enfrentará el denominado proyecto de “Ley Emilia”, que debe su nombre Emilia Silva Figueroa, de solo nueve meses, quien murió el 21 de enero en un accidente de tránsito provocado por un conductor ebrio.
Discrepancias entre el Senado y la Cámara de Diputados provocaron que el proyecto deba revisarse en una comisión mixta. La mayoría de los senadores rechazó la idea de aumentar las penas de cárcel para los conductores ebrios que provoquen muertes o lesiones a terceros y los diputados insistieron en la necesidad de complementar la Ley de Tolerancia Cero con el manejo en estado de ebriedad.
El diputado comunista Hugo Gutiérrez consideró que “el proyecto está topando en la voluntad política de los senadores, quienes siguen insistiendo en mantener las penas y siguen sin entender que la ley de tolerancia cero al alcohol no sirve de nada si es que no se suben las penalidades. Se ha demostrado fehacientemente que hay personas -según encuestas, sobre el 30 por ciento- dispuestas a conducir en estado de ebriedad, sabiendo que esto puede traer consecuencias a la vida y salud de las personas”.
La postura mayoritaria del Senado era fijar una gradualidad de presidio menor en su grado máximo (o sea, 61 a 540 días de cárcel) a presidio mayor en su grado mínimo (es decir, cinco años y un día a 10 años), disponiendo además una serie de condiciones y límites para la aplicación máxima de la pena. Entre otras, el Senado opinó que el nivel de alcohol en la sangre, al momento de los hechos, haya sido igual o superior a 1,2 gramos o que el conductor haya sobrepasado en 30 kilómetros por hora o más la velocidad máxima autorizada.
Estos cambios, según el diputado UDI Gustavo Hasbún, han inutilizado el proyecto: “El Senado, prácticamente, volvió a hacer letra muerta y, en las condiciones que está, no podemos permitir que se apruebe, en forma bastante transversal. Ojalá que los senadores reflexionen y se den cuenta que están volviendo a la impunidad y a la ridiculez de tener una ley que no sanciona a los conductores que, en estado de ebriedad, causan la muerte de una persona”, dijo.
El proyecto de “Ley Emilia” busca cambiar la Ley de Tránsito N° 18.290 en lo referido al delito de manejo en estado de ebriedad, causando lesiones gravísimas o con resultado de muerte.
Si la comisión mixta se pone de acuerdo en los próximos días, el proyecto estaría en condiciones de ser promulgado por el Presidente.
Una semana crucial enfrentará el denominado proyecto de “Ley Emilia”, que debe su nombre Emilia Silva Figueroa, de solo nueve meses, quien murió el 21 de enero en un accidente de tránsito provocado por un conductor ebrio.
Discrepancias entre el Senado y la Cámara de Diputados provocaron que el proyecto deba revisarse en una comisión mixta. La mayoría de los senadores rechazó la idea de aumentar las penas de cárcel para los conductores ebrios que provoquen muertes o lesiones a terceros y los diputados insistieron en la necesidad de complementar la Ley de Tolerancia Cero con el manejo en estado de ebriedad.
El diputado comunista Hugo Gutiérrez consideró que “el proyecto está topando en la voluntad política de los senadores, quienes siguen insistiendo en mantener las penas y siguen sin entender que la ley de tolerancia cero al alcohol no sirve de nada si es que no se suben las penalidades. Se ha demostrado fehacientemente que hay personas -según encuestas, sobre el 30 por ciento- dispuestas a conducir en estado de ebriedad, sabiendo que esto puede traer consecuencias a la vida y salud de las personas”.
La postura mayoritaria del Senado era fijar una gradualidad de presidio menor en su grado máximo (o sea, 61 a 540 días de cárcel) a presidio mayor en su grado mínimo (es decir, cinco años y un día a 10 años), disponiendo además una serie de condiciones y límites para la aplicación máxima de la pena. Entre otras, el Senado opinó que el nivel de alcohol en la sangre, al momento de los hechos, haya sido igual o superior a 1,2 gramos o que el conductor haya sobrepasado en 30 kilómetros por hora o más la velocidad máxima autorizada.
Estos cambios, según el diputado UDI Gustavo Hasbún, han inutilizado el proyecto: “El Senado, prácticamente, volvió a hacer letra muerta y, en las condiciones que está, no podemos permitir que se apruebe, en forma bastante transversal. Ojalá que los senadores reflexionen y se den cuenta que están volviendo a la impunidad y a la ridiculez de tener una ley que no sanciona a los conductores que, en estado de ebriedad, causan la muerte de una persona”, dijo.
El proyecto de “Ley Emilia” busca cambiar la Ley de Tránsito N° 18.290 en lo referido al delito de manejo en estado de ebriedad, causando lesiones gravísimas o con resultado de muerte.
Si la comisión mixta se pone de acuerdo en los próximos días, el proyecto estaría en condiciones de ser promulgado por el Presidente.
Una semana crucial enfrentará el denominado proyecto de “Ley Emilia”, que debe su nombre Emilia Silva Figueroa, de solo nueve meses, quien murió el 21 de enero en un accidente de tránsito provocado por un conductor ebrio.
Discrepancias entre el Senado y la Cámara de Diputados provocaron que el proyecto deba revisarse en una comisión mixta. La mayoría de los senadores rechazó la idea de aumentar las penas de cárcel para los conductores ebrios que provoquen muertes o lesiones a terceros y los diputados insistieron en la necesidad de complementar la Ley de Tolerancia Cero con el manejo en estado de ebriedad.
El diputado comunista Hugo Gutiérrez consideró que “el proyecto está topando en la voluntad política de los senadores, quienes siguen insistiendo en mantener las penas y siguen sin entender que la ley de tolerancia cero al alcohol no sirve de nada si es que no se suben las penalidades. Se ha demostrado fehacientemente que hay personas -según encuestas, sobre el 30 por ciento- dispuestas a conducir en estado de ebriedad, sabiendo que esto puede traer consecuencias a la vida y salud de las personas”.
La postura mayoritaria del Senado era fijar una gradualidad de presidio menor en su grado máximo (o sea, 61 a 540 días de cárcel) a presidio mayor en su grado mínimo (es decir, cinco años y un día a 10 años), disponiendo además una serie de condiciones y límites para la aplicación máxima de la pena. Entre otras, el Senado opinó que el nivel de alcohol en la sangre, al momento de los hechos, haya sido igual o superior a 1,2 gramos o que el conductor haya sobrepasado en 30 kilómetros por hora o más la velocidad máxima autorizada.
Estos cambios, según el diputado UDI Gustavo Hasbún, han inutilizado el proyecto: “El Senado, prácticamente, volvió a hacer letra muerta y, en las condiciones que está, no podemos permitir que se apruebe, en forma bastante transversal. Ojalá que los senadores reflexionen y se den cuenta que están volviendo a la impunidad y a la ridiculez de tener una ley que no sanciona a los conductores que, en estado de ebriedad, causan la muerte de una persona”, dijo.
El proyecto de “Ley Emilia” busca cambiar la Ley de Tránsito N° 18.290 en lo referido al delito de manejo en estado de ebriedad, causando lesiones gravísimas o con resultado de muerte.
Si la comisión mixta se pone de acuerdo en los próximos días, el proyecto estaría en condiciones de ser promulgado por el Presidente.
