Estados Unidos se asoma al abismo fiscal
Las dos cámaras del Congreso deben adoptar antes de la medianoche del lunes un texto común sobre el presupuesto para evitar la parálisis del Estado federal, lo que se traduciría en la inmediata licencia de cientos de miles de funcionarios. Este escenario es el más probable, puesto que la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, ha adoptado un texto que pospone por un año la reforma de salud de Obama, por lo que los demócratas rechazarán el proyecto.
Lunes 30 de septiembre 2013 7:13 hrs.
La cuenta regresiva ha empezado y ya casi nadie cree en Washington en un acuerdo de última hora. A un año de las elecciones de medio mandato, los republicanos han hecho del rechazo de la reforma del sistema de salud propulsada por el presidente Barack Obama (conocida como Obamacare) uno de sus caballitos de batalla. Para la Casa Blanca, en cambio, es una medida emblemática que no piensa negociar.
Para que la culpa de una parálisis no recaiga en la oposición, la Cámara, con mayoría republicana, aprobó un proyecto de ley provisorio que financiaría las operaciones del Estado federal hasta el 15 de diciembre, postergaría un año la implementación de la reforma del sistema de salud de Obama –prevista a partir de 2014– y eliminaría un impuesto sobre aparatos médicos creado por esta ley.
“Le corresponde al Senado adoptar este texto sin demoras para impedir el cierre del Estado federal”, sostuvo el titular republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner.
Sin embargo, el texto republicano no tiene ninguna posibilidad de ser aprobado, y en última instancia la Casa Blanca ya indicó que sería vetado por el presidente. “Mañana (por el lunes), el Senado hará exactamente lo que debe hacer y rechazará estas medidas”, hizo saber el portavoz de la mayoría demócrata en el Senado.
De esta manera, se espera que a partir de la noche del lunes, cuando finaliza el ejercicio fiscal 2013, unos 800.000 funcionarios deberán tomarse una licencia sin goce de suelto a la espera de que el Congreso apruebe nuevos créditos para financiar toda la infraestructura gubernamental.
Aprobada en 2010 y avalada por la Suprema Corte de Justicia en 2012, la ley sobre la salud, llamada “Obamacare” busca otorgar una cobertura de salud a millones de estadounidenses.
Los republicanos se oponen a la obligación legal para todos los estadounidenses de contar con un seguro de salud a partir del 1 de enero.
“Realmente pienso que ‘Obamacare’ será la primera etapa de una transformación casi irreversible de Estados Unidos hacia una economía socialista”, aseveró Trent Franks, legislador del conservador Tea Party.
La cuenta regresiva ha empezado y ya casi nadie cree en Washington en un acuerdo de última hora. A un año de las elecciones de medio mandato, los republicanos han hecho del rechazo de la reforma del sistema de salud propulsada por el presidente Barack Obama (conocida como Obamacare) uno de sus caballitos de batalla. Para la Casa Blanca, en cambio, es una medida emblemática que no piensa negociar.
Para que la culpa de una parálisis no recaiga en la oposición, la Cámara, con mayoría republicana, aprobó un proyecto de ley provisorio que financiaría las operaciones del Estado federal hasta el 15 de diciembre, postergaría un año la implementación de la reforma del sistema de salud de Obama –prevista a partir de 2014– y eliminaría un impuesto sobre aparatos médicos creado por esta ley.
“Le corresponde al Senado adoptar este texto sin demoras para impedir el cierre del Estado federal”, sostuvo el titular republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner.
Sin embargo, el texto republicano no tiene ninguna posibilidad de ser aprobado, y en última instancia la Casa Blanca ya indicó que sería vetado por el presidente. “Mañana (por el lunes), el Senado hará exactamente lo que debe hacer y rechazará estas medidas”, hizo saber el portavoz de la mayoría demócrata en el Senado.
De esta manera, se espera que a partir de la noche del lunes, cuando finaliza el ejercicio fiscal 2013, unos 800.000 funcionarios deberán tomarse una licencia sin goce de suelto a la espera de que el Congreso apruebe nuevos créditos para financiar toda la infraestructura gubernamental.
Aprobada en 2010 y avalada por la Suprema Corte de Justicia en 2012, la ley sobre la salud, llamada “Obamacare” busca otorgar una cobertura de salud a millones de estadounidenses.
Los republicanos se oponen a la obligación legal para todos los estadounidenses de contar con un seguro de salud a partir del 1 de enero.
“Realmente pienso que ‘Obamacare’ será la primera etapa de una transformación casi irreversible de Estados Unidos hacia una economía socialista”, aseveró Trent Franks, legislador del conservador Tea Party.
La cuenta regresiva ha empezado y ya casi nadie cree en Washington en un acuerdo de última hora. A un año de las elecciones de medio mandato, los republicanos han hecho del rechazo de la reforma del sistema de salud propulsada por el presidente Barack Obama (conocida como Obamacare) uno de sus caballitos de batalla. Para la Casa Blanca, en cambio, es una medida emblemática que no piensa negociar.
Para que la culpa de una parálisis no recaiga en la oposición, la Cámara, con mayoría republicana, aprobó un proyecto de ley provisorio que financiaría las operaciones del Estado federal hasta el 15 de diciembre, postergaría un año la implementación de la reforma del sistema de salud de Obama –prevista a partir de 2014– y eliminaría un impuesto sobre aparatos médicos creado por esta ley.
“Le corresponde al Senado adoptar este texto sin demoras para impedir el cierre del Estado federal”, sostuvo el titular republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner.
Sin embargo, el texto republicano no tiene ninguna posibilidad de ser aprobado, y en última instancia la Casa Blanca ya indicó que sería vetado por el presidente. “Mañana (por el lunes), el Senado hará exactamente lo que debe hacer y rechazará estas medidas”, hizo saber el portavoz de la mayoría demócrata en el Senado.
De esta manera, se espera que a partir de la noche del lunes, cuando finaliza el ejercicio fiscal 2013, unos 800.000 funcionarios deberán tomarse una licencia sin goce de suelto a la espera de que el Congreso apruebe nuevos créditos para financiar toda la infraestructura gubernamental.
Aprobada en 2010 y avalada por la Suprema Corte de Justicia en 2012, la ley sobre la salud, llamada “Obamacare” busca otorgar una cobertura de salud a millones de estadounidenses.
Los republicanos se oponen a la obligación legal para todos los estadounidenses de contar con un seguro de salud a partir del 1 de enero.
“Realmente pienso que ‘Obamacare’ será la primera etapa de una transformación casi irreversible de Estados Unidos hacia una economía socialista”, aseveró Trent Franks, legislador del conservador Tea Party.
