Desde 2011 los diputados opositores están tratando de interpelar al ministro de Salud, Jaime Mañalich. En diversas oportunidades se ha manifestado descontento con la labor del secretario de Estado advirtiendo una posible interrogación.
Este lunes, y pese a contar con las firmas requeridas, no se pudo concretar por la ausencia de los parlamentarios que la avalarán, ya que no estaban en Sala los representantes de la Nueva Mayoría a la hora de la votación, lo que abre la posibilidad de insistir en la solicitud durante las próximas sesiones (lo más probable es que se vote el próximo martes).
Las promesas no cumplida en construcción hospitalaria, graves problemas en infraestructura de hospitales y consultorios, millonaria deuda –tasada en US$ 30 mil millones por los acusadores-, externalización de servicios y compras al sector privado y el incumplimiento de la lista de espera auge, son los cinco puntos que sustentan esta interpelación contra el secretario de Estado.
Mañalich dice estar “preparado”. En cuanto a la deuda de salud, el ministro aseguró que sería inferior a 90 mil millones, muy por debajo de la cifra que se le imputa.
En este sentido, el titular de Salud aseveró que “con mi equipo hemos trabajado muy arduamente varias semanas porque este anuncio de interpelación está dicho hace más de un mes, por eso estamos absolutamente preparados para responder a los requerimientos que tengan los parlamentarios y nos da una oportunidad para hacer un balance que en nuestra opinión es muy favorable. Creo que es una oportunidad y hago votos para que efectivamente se registre la aprobación que corresponde y pueda hacerse en el plazo que está señalado en la Constitución”.
Mientras el ministro pide que se concrete su interrogación, Karla Rubilar, diputada de RN, criticó duramente a la “falta de seriedad” de los interpeladores, quienes no llegaron a la Cámara de Diputados para votar a favor del recurso.
En esa línea, la parlamentaria de Renovación Nacional indicó que “realmente demuestra la poca seriedad que tiene la Concertación para poder enfrentar estos temas que son relevantes, si ellos creen que es realmente importante citar al ministro Mañalich que asista a hablar de los temas de Salud, lo mínimo es que ellos estén presentes en la Sala el día que tienen que votar la interpelación. Las excusas de que no sabían que se iba a votar, que no tenían claridad, esas son solamente excusas. Todo el mundo sabe que el día de la interpelación hay que votarla”
Fue una “jugada política” respondieron los ausentes, insistiendo en que se votó antes de lo acordado (10.30 en vez de las 11.00). La idea original era reponer la solicitud durante la sesión de la tarde, pero esta fue suspendida porque la UDI quitó las firmas para llevar a cabo la sesión especial, previamente acordada.
Marco Antonio Nuñez del PPD declaró su molestia por estos “blindajes del Gobierno al ministro”, pero aseguró que la interpelación se concretará.
Por esto, el también médico de la Cámara Baja dijo que “sabemos que tiene una red de protección, él mismo lo dijo, pero esa red de protección le ha servido para que hoy pueda suspender esta sesión por presiones del gobierno, pero no le va a servir para que en algún momento de este mes tenga que dar la cara de una vez por todas ante todos los chilenos aquí en la Cámara de Diputados. Lamentamos que tengamos ministros que temen a la fiscalización”.
Más allá de lo meramente político, los problemas en salud pública trascienden sectores. Gabriela Farías, presidenta de la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de la Salud (Fenpruss) advirtió que esta administración ha profundizado algunas políticas de privatización, pero que el problema se arrastra desde gobiernos anteriores.
“El aumento de trasferencia por compra de servicios, se ha profundizado en garantías del auge en la que en vez de invertir en los mismo hospitales se prefiere contratar a privados, y el impuso que se le ha dado a la política de las concesiones hospitalarias, que es otra forma de negociar con la salud”, sostuvo.
Recordemos que el Colegio Médico ha sido detractor público del ministro. Hace algunas semanas se solicitó su renuncia, basándose en las constantes descalificaciones al gremio y a sus pares, además de la no eliminación del examen de conocimientos de Medicina para todos aquellos profesionales extranjeros que deseen ejercer, según expresó en su momento el presidente del gremio, Enrique Paris. A este llamado a dimitir se sumó la Asociación de Estudiantes de Medicina (Asemech)
Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, sostiene que el problema de la salud pública en Chile “se arrastra a través de la historia” y que “sin una inyección de recursos, no se puede disminuir la brecha (entre lo público y lo privado)”
Respecto de este problema endémico sanitario del país la decana de nuestra casa de estudios explicó que “con una Salud Pública que se ha visto disminuida y que se ha mantenido con todos estos problemas a pesar de que han inyectado recursos el Presupuesto de Salud ha crecido, han continuado construyendo consultorios y hospitales, se forman más especialistas y otros profesionales, pero todo eso es insuficiente porque la brecha que se fue produciendo y ante el cambio epidemiológico y demográfico en el país hace que la brecha sea todavía muy severa”.
Pese a las críticas y crisis en el sector, el estrecho vínculo entre el ministro de Salud y el Presidente Piñera ha mantenido desde 2010 a Mañalich en el cargo, respaldo que lo convierte en uno de los ministros que más tiempo ha permanecido en la cartera de salud de los últimos tiempos.
En cuanto a la interpelación como tal, vale aclarar que la medida consiste en que la autoridad debe presentarse a responder las interrogantes planteadas por los parlamentarios que propusieron la interrogación.