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Año XVI, 19 de abril de 2024


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Estudio en Educación Secundaria

Mineduc y expertos discrepan por 25% de contenidos que no se revisan en aula

Un estudio del ministerio de Educación indica que sólo el 75% de los contenidos de los programas de educación media es repasado en el aula, con tres hipótesis desde el Mineduc que apuntan a los profesores y alumnos. Por contraste, los analistas señalan que la modificación de estos programas ha sumado materias, ofreciendo un esquema curricular único para distintas realidades del modelo.

Juan San Cristóbal

  Miércoles 2 de octubre 2013 19:32 hrs. 
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El informe del ministerio de Educación señala que sólo un 75% de los contenidos de Lenguaje y Matemática contemplados para enseñanza media es revisado en las salas, tres cuartos del programa que emite el gobierno para todos los estudiantes secundarios del país.

Esta realidad muestra una diferencia entre liceos estatales y establecimientos privados, donde estos últimos abarcan más contenidos. La diferencia crece en el caso del área técnico profesional, donde la asignatura de Matemática en tercero medio apenas alcanza un 60%, con geometría y estadística entre las áreas que no son revisadas.

El Mineduc destaca tres hipótesis respecto de este fenómeno, las que apuntan a un mal uso de los horarios escolares, un desconocimiento de los propios profesores respecto de contenidos no abordados, o el retraso que provoca el reforzamiento de alumnos con dificultad de aprendizaje.

Las tres conjeturas no salen del establecimiento educacional, un análisis del que discrepan los especialistas. Desde Educación 2020, César Muñoz, investigador de Política Educativa, señala que las reiteradas modificaciones al programa han sobrecargado a los docentes, sin autonomía para definir un esquema de clases de acuerdo a las características de cada plantel.

“La principal razón viene de quien diseña el currículo. El Mineduc ha caído en la tendencia de complejizarlo, teniendo en consideración factores institucionales de los establecimientos. El uso del tiempo para preparación de clases es un tema complejo para los profesores, sobrecargados de distintas tareas administrativas, más las clases, entonces es difícil preparar los contenidos. Estos quizá debiesen ser más flexibles, más simples”, indicó.

Por su parte, el director del Observatorio de Políticas de Educación de la Universidad de Chile, Jesús Redondo, explica que el currículum responde a necesidades de un grupo minoritario, sumando contenidos que se imponen sin analizar el perfil de los estudiantes: “Lo que hay detrás es la pertinencia del programa, hasta qué punto responde a las necesidades e intereses de educación de la mayoría de la población. Hasta qué punto representa los intereses de aprendizaje de una elite que se imponen a la mayoría”.

En otra arista, Sebastián Donoso, del Instituto de Investigación y Desarrollo Educacional de la Universidad de Talca, indica que esta es una “segunda discusión”, ya que hoy la desigualdad en el área tiene a los alumnos más vulnerables con mayores riesgos para cumplir el plan de gobierno.

Donoso apunta que “la cobertura curricular es precaria en establecimientos más vulnerables, entonces la cifra a nivel realista podría ser menor. La población más vulnerable sigue asistiendo a establecimientos de baja calidad, con equipamiento insuficiente, con muchos alumnos por curso y profesores saturados. Esto redunda en la situación de cobertura, amén que los programas puedan ser también muy extensos, aun cuando eso es una segunda discusión”.

Los analistas destacan que el programa debiese ser más sencillo, y flexible de acuerdo a las condiciones de cada plantel, o adecuarse a las distintas realidades geográficas en el país. Sin embargo, esta apertura chocaría con los métodos de evaluación que maneja el Gobierno, como la prueba Simce o incluso la PSU, que miden contenidos transversales en la educación secundaria.

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