Cristina Fernández será operada por hematoma craneal
La mandataria presenta un coágulo de sangre en el cráneo que necesita ser evacuado este mismo martes en una intervención quirúrgica, considerada sencilla y sin alto riesgo. Durante su cirugía y posterior recuperación, el controvertido vice-presidente Amado Boudou asumirá las funciones presidenciales.
Martes 8 de octubre 2013 7:13 hrs.
“La Presidenta presentó el domingo un hormigueo en su brazo izquierdo, constatando una leve pérdida de fuerza muscular. Se indica la intervención quirúrgica que consiste en la evacuación del hematoma”. Así rezaba este lunes el comunicado de la Fundación Lavoro, el centro clínico donde Cristina Fernández ya se encuentra hospitalizada para su intervención quirúrgica este martes.
El diagnóstico es de un hematoma subdural crónico, generado como consecuencia de un traumatismo de cráneo que sufrió la presidenta el 12 de agosto, por una caída.
Según los expertos en neurología, la operación será sencilla y no implicará un alto riesgo para la presidenta. El procedimiento consiste en abrir un orificio diminuto en el cráneo, drenar el coágulo de sangre y volver a cerrar.
Los riesgos para Cristina Fernández son quizás de orden politico: primeramente, no estará ejerciendo sus funciones durante el desarrollo de las elecciones legislativas previstas para el próximo 27 de octubre, ni podrá asumir un rol protagónico en la campaña. Esta ausencia podría confirmar la derrota del gobierno que ya han anunciado las últimas encuestas.
El politólogo Rosendo Fraga, consultado por RFI, asegura que la opinión pública puede solidarizarse con la presidenta Fernández y generar una especie de empatía popular por su estado de salud pero que eso no cambiará sustancialmente los resultados de las elecciones.
Por otro lado, el hombre que se hará cargo de la presidencia durante el reposo de la mandataria es quizás una de las figuras más impopulares de Argentina: el vicepresidente Amado Boudou. Sobre sus espaldas pesan escándalos de corrupción como la ausencia de licitaciones de obras de infraestructura durante su período como presidente del Senado o la aprobación de una reducción de deuda de la ex-imprenta Ciccone, como ministro de Economía en 2010, a cambio de favores personales.
A nivel internacional, la presidenta Fernández ha recibido la solidaridad de sus homólogos latinoamericanos, como es el caso de Rafael Correa, Juan Manuel Santos, Dilma Roussef o Nicolás Maduro, quien escribió en su cuenta de twitter: “Fuerza, Cristina. Desde Venezuela te acompañamos con una oración amorosa”.
“La Presidenta presentó el domingo un hormigueo en su brazo izquierdo, constatando una leve pérdida de fuerza muscular. Se indica la intervención quirúrgica que consiste en la evacuación del hematoma”. Así rezaba este lunes el comunicado de la Fundación Lavoro, el centro clínico donde Cristina Fernández ya se encuentra hospitalizada para su intervención quirúrgica este martes.
El diagnóstico es de un hematoma subdural crónico, generado como consecuencia de un traumatismo de cráneo que sufrió la presidenta el 12 de agosto, por una caída.
Según los expertos en neurología, la operación será sencilla y no implicará un alto riesgo para la presidenta. El procedimiento consiste en abrir un orificio diminuto en el cráneo, drenar el coágulo de sangre y volver a cerrar.
Los riesgos para Cristina Fernández son quizás de orden politico: primeramente, no estará ejerciendo sus funciones durante el desarrollo de las elecciones legislativas previstas para el próximo 27 de octubre, ni podrá asumir un rol protagónico en la campaña. Esta ausencia podría confirmar la derrota del gobierno que ya han anunciado las últimas encuestas.
El politólogo Rosendo Fraga, consultado por RFI, asegura que la opinión pública puede solidarizarse con la presidenta Fernández y generar una especie de empatía popular por su estado de salud pero que eso no cambiará sustancialmente los resultados de las elecciones.
Por otro lado, el hombre que se hará cargo de la presidencia durante el reposo de la mandataria es quizás una de las figuras más impopulares de Argentina: el vicepresidente Amado Boudou. Sobre sus espaldas pesan escándalos de corrupción como la ausencia de licitaciones de obras de infraestructura durante su período como presidente del Senado o la aprobación de una reducción de deuda de la ex-imprenta Ciccone, como ministro de Economía en 2010, a cambio de favores personales.
A nivel internacional, la presidenta Fernández ha recibido la solidaridad de sus homólogos latinoamericanos, como es el caso de Rafael Correa, Juan Manuel Santos, Dilma Roussef o Nicolás Maduro, quien escribió en su cuenta de twitter: “Fuerza, Cristina. Desde Venezuela te acompañamos con una oración amorosa”.
“La Presidenta presentó el domingo un hormigueo en su brazo izquierdo, constatando una leve pérdida de fuerza muscular. Se indica la intervención quirúrgica que consiste en la evacuación del hematoma”. Así rezaba este lunes el comunicado de la Fundación Lavoro, el centro clínico donde Cristina Fernández ya se encuentra hospitalizada para su intervención quirúrgica este martes.
El diagnóstico es de un hematoma subdural crónico, generado como consecuencia de un traumatismo de cráneo que sufrió la presidenta el 12 de agosto, por una caída.
Según los expertos en neurología, la operación será sencilla y no implicará un alto riesgo para la presidenta. El procedimiento consiste en abrir un orificio diminuto en el cráneo, drenar el coágulo de sangre y volver a cerrar.
Los riesgos para Cristina Fernández son quizás de orden politico: primeramente, no estará ejerciendo sus funciones durante el desarrollo de las elecciones legislativas previstas para el próximo 27 de octubre, ni podrá asumir un rol protagónico en la campaña. Esta ausencia podría confirmar la derrota del gobierno que ya han anunciado las últimas encuestas.
El politólogo Rosendo Fraga, consultado por RFI, asegura que la opinión pública puede solidarizarse con la presidenta Fernández y generar una especie de empatía popular por su estado de salud pero que eso no cambiará sustancialmente los resultados de las elecciones.
Por otro lado, el hombre que se hará cargo de la presidencia durante el reposo de la mandataria es quizás una de las figuras más impopulares de Argentina: el vicepresidente Amado Boudou. Sobre sus espaldas pesan escándalos de corrupción como la ausencia de licitaciones de obras de infraestructura durante su período como presidente del Senado o la aprobación de una reducción de deuda de la ex-imprenta Ciccone, como ministro de Economía en 2010, a cambio de favores personales.
A nivel internacional, la presidenta Fernández ha recibido la solidaridad de sus homólogos latinoamericanos, como es el caso de Rafael Correa, Juan Manuel Santos, Dilma Roussef o Nicolás Maduro, quien escribió en su cuenta de twitter: “Fuerza, Cristina. Desde Venezuela te acompañamos con una oración amorosa”.
