Feria del Libro de Santiago pretende convertirse en el "Lollapalooza de los lectores"

Entre el 25 de octubre y el 10 de noviembre se realizará la 33ª edición del evento, que mostrará una nueva cara y prescindirá del tradicional país invitado. Esta vez, se centrará en el lector.

Entre el 25 de octubre y el 10 de noviembre se realizará la 33ª edición del evento, que mostrará una nueva cara y prescindirá del tradicional país invitado. Esta vez, se centrará en el lector.

Decenas de escritores chilenos e invitados desde el extranjero serán los que pasarán por el Centro Cultural Estación Mapocho desde el próximo viernes 25 de octubre, cuando comience la 33ª versión de la Feria Internacional del Libro de Santiago (Filsa).

Los españoles Ildefonso Falcones y Javier Moro, los mexicanos Daniel Krauze y Juan Villoro, los argentinos Juan Sasturain, Leila Guerriero y Ricardo Piglia y el boliviano Edmundo Paz Soldán son parte de los invitados internacionales, algunos de los cuales participarán en una nueva edición de los Diálogos Latinoamericanos.

El nutrido contingente chileno incluye presentaciones de Pablo Simonetti, Alejandra Matus, Óscar Hahn, Ángel Parra, Álvaro Bisama, Alejandra Costamagna y Nona Fernández, entre otros, además de la distinción de Pedro Lemebel con el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso.

Los locales también se harán presentes en la “Constelación territorial de Chile”, intervención de poetas como Diego Maquieira, Raúl Zurita, Elicura Chihuailaf y Rafael Rubio junto a los payadores Manuel Sánchez, Alfonso Rubio, Cecilia Astorga  y Fernando  Yáñez.

En total, son más de 600 actividades que también responderán al ya conocido auge de la ilustración, disciplina que tendrá como invitados a la ecuatoriana Power Paola (Paola Gaviria), el japonés Taro Gomi y los argentinos Julieta Arroquy, Gustavo Sala, Diego Bianki y Nik (Cristian Dzwoink), autor de Gaturro.

La Filsa 2013 fue presentada por representantes de la Cámara Chilena del Libro y otras instituciones.

La Filsa 2013 fue presentada por representantes de la Cámara Chilena del Libro y otras instituciones.
Foto: CCHDL.

La variedad de países responde también a una novedad: no habrá país invitado de honor y ese rótulo será ocupado por “el lector”, como una forma de reestructurar la feria y comenzar un plan de posicionamiento internacional que, de aquí a cinco años, la acerque a sus pares de Guadalajara y Buenos Aires.

La idea de dar una nueva cara al evento incluye un ordenamiento distinto dentro de la Estación, con espacios especiales para editores independientes y literatura infantil y juvenil, y busca aumentar los cerca de 300 mil asistentes registrados en ediciones anteriores.

El presidente de la Cámara Chilena del Libro, Arturo Infante, dijo que “la gente va a sentir que tiene un espacio más amigable, con un circuito que le facilita el acceso para llegar a los contenidos que anda buscando. Esperamos que sienta que va a pasar un tiempo grato y creo que tendrá más ordenada la oferta de contenidos en estos espacios que vamos a destacar, tanto el infantil como el de los editores independientes, donde podrán encontrar libros que normalmente no están en las librerías”.

“Creemos que vamos a convocar mucho más público. No puedo cifrar una cantidad, pero deberíamos aumentar, por lo menos, un 20 por ciento”, agregó.

La decisión de reestructurar la feria se dio luego de asumir una serie de críticas y debilidades que había presentado el evento en los últimos años. “Como que la feria se empezaba a repetir y era demasiado igual a sí misma, como que todos los años no había una razón poderosa para volver a ella de una parte de los potenciales lectores”, explicó Infante. “Otra cosa es que no logramos pasar una barrera para traer más gente de otras comunas. Hicimos una encuesta y había comunas completas donde no venía nadie, tanto del sector oriente -como Vitacura, Barnechea y parte de Las Condes- y de los sectores poniente, sur y norte, en comunas marginales. Hemos visto formas de establecer convenios para atraer a esa gente y que descubra el mundo del libro”, añadió.

El plan de renovación incluye un nuevo eslogan (“Filsa pa’l que lee”) y acciones comunicacionales como un Bestiario de Lectores (“Pulpotecario”, “Dramaturnio”, “Físicolecturista”), que buscan “posicionarla con una identidad alegre”, según dijo Marcial Cortés-Monroy, director de Proyectos de Árbol de Color, agencia que diseñó la nueva cara de la muestra. “La campaña comunicacional está orientada al posicionamiento de esta feria como un Lollapalooza de los lectores”, afirmó.

Asimismo, en el frontis de la Estación Mapocho se instalará el Foro de la Palabra, un domo que acogerá gran parte de las actividades: “Lo que está detrás de eso es generar un espacio hecho estrictamente para la palabra, que tiene la idea de un círculo donde todos participan de igual manera y es refundar, como darle un impulso a la feria, desde la palabra. Por eso lo hemos situado en el frontis: es la nueva cara de la feria”, indicó Cortés-Monroy.

Afiche Oficial FILSA 2013-01

La Filsa se desarrollará entre el 25 de octubre y el 10 de noviembre y las entradas tienen un valor general de 1.500 pesos, de lunes a jueves, y 2.500, los fines de semana. También hay promociones para estudiantes, mujeres y adultos mayores y descuentos en libros a través del pago de los boletos.

Más información en el sitio de la Cámara Chilena del Libro.





Presione Escape para Salir o haga clic en la X