Película sobre Jaime Guzmán se estrena este jueves 17
"El tío" narra cómo Ignacio Santa Cruz, sobrino del líder gremialista fallecido en un atentado, se obsesiona con llevar su vida al teatro.
Viernes 11 de octubre 2013 11:13 hrs.
“Murió el 1 de abril de 1991 a causa de un atentado”, se lee en los títulos iniciales de El tío, la película que se estrena este jueves 17 en salas nacionales y que retoma la figura de Jaime Guzmán.
Líder del gremialismo chileno, catedrático, colaborador del régimen de Augusto Pinochet y esencial artífice de la Constitución de 1980, Jaime Guzmán es la obsesión de su sobrino Ignacio Santa Cruz en el presente, quien se interpreta a sí mismo en esta trama que funde y mezcla de una manera original ficción y realidad.
Desde la primera escena es posible apreciar el nivel de obsesión: la mirada entra en su recámara con la TV encendida y ahí aparece la cara de Jaime Guzmán en un programa de debate de la televisión chilena, llamando a las Fuerzas Armadas a imponer “el orden” durante el gobierno de la Unidad Popular.
El protagonista es incapaz de dejar de imitar el tono de voz y las frases de su tío político. Las repite una y otra vez y desde ese momento fundacional quedan establecidas las bases de lo que vendrá: el viaje de este joven por llevar al teatro la vida de su tío en una atrevida propuesta escénica. Para ello busca la ayuda del director, guionista y actor Mateo Iribarren, quien también se interpreta a sí mismo.
Esta fusión entre realidad y ficción se apoya en varias cápsulas en blanco y negro que recrean momentos en la vida de Jaime Guzmán, como el día en que ocurre el golpe de Estado o un supuesto encuentro en la cocina con Pinochet y Guzmán.
Mateo Iribarren es el guionista y cerebro detrás de exitosas películas chilenas como El chacotero sentimental y Grado 3 y en El tío se dibuja a sí mismo como un artista maldito, de vida bohemia y reacio a aceptar la oferta de Ignacio Santa Cruz: liderar el montaje teatral sobre Jaime Guzmán.
Tanto Iribarren como Santa Cruz aparecen en pantalla buscando el elenco perfecto para su propuesta. El clásico actor Aníbal Reyna, también actuando de sí mismo, será Manuel Contreras, el jefe de la DINA y rival eterno de Jaime Guzmán en los engranajes del régimen militar de Pinochet. Andrea Freund, también haciendo de sí misma, hará de una detenida agredida por fuerzas; y César Caillet, también interpretándose a sí mismo, acepta el rol de la muerte.
“Murió el 1 de abril de 1991 a causa de un atentado”, se lee en los títulos iniciales de El tío, la película que se estrena este jueves 17 en salas nacionales y que retoma la figura de Jaime Guzmán.
Líder del gremialismo chileno, catedrático, colaborador del régimen de Augusto Pinochet y esencial artífice de la Constitución de 1980, Jaime Guzmán es la obsesión de su sobrino Ignacio Santa Cruz en el presente, quien se interpreta a sí mismo en esta trama que funde y mezcla de una manera original ficción y realidad.
Desde la primera escena es posible apreciar el nivel de obsesión: la mirada entra en su recámara con la TV encendida y ahí aparece la cara de Jaime Guzmán en un programa de debate de la televisión chilena, llamando a las Fuerzas Armadas a imponer “el orden” durante el gobierno de la Unidad Popular.
El protagonista es incapaz de dejar de imitar el tono de voz y las frases de su tío político. Las repite una y otra vez y desde ese momento fundacional quedan establecidas las bases de lo que vendrá: el viaje de este joven por llevar al teatro la vida de su tío en una atrevida propuesta escénica. Para ello busca la ayuda del director, guionista y actor Mateo Iribarren, quien también se interpreta a sí mismo.
Esta fusión entre realidad y ficción se apoya en varias cápsulas en blanco y negro que recrean momentos en la vida de Jaime Guzmán, como el día en que ocurre el golpe de Estado o un supuesto encuentro en la cocina con Pinochet y Guzmán.
Mateo Iribarren es el guionista y cerebro detrás de exitosas películas chilenas como El chacotero sentimental y Grado 3 y en El tío se dibuja a sí mismo como un artista maldito, de vida bohemia y reacio a aceptar la oferta de Ignacio Santa Cruz: liderar el montaje teatral sobre Jaime Guzmán.
Tanto Iribarren como Santa Cruz aparecen en pantalla buscando el elenco perfecto para su propuesta. El clásico actor Aníbal Reyna, también actuando de sí mismo, será Manuel Contreras, el jefe de la DINA y rival eterno de Jaime Guzmán en los engranajes del régimen militar de Pinochet. Andrea Freund, también haciendo de sí misma, hará de una detenida agredida por fuerzas; y César Caillet, también interpretándose a sí mismo, acepta el rol de la muerte.
“Murió el 1 de abril de 1991 a causa de un atentado”, se lee en los títulos iniciales de El tío, la película que se estrena este jueves 17 en salas nacionales y que retoma la figura de Jaime Guzmán.
Líder del gremialismo chileno, catedrático, colaborador del régimen de Augusto Pinochet y esencial artífice de la Constitución de 1980, Jaime Guzmán es la obsesión de su sobrino Ignacio Santa Cruz en el presente, quien se interpreta a sí mismo en esta trama que funde y mezcla de una manera original ficción y realidad.
Desde la primera escena es posible apreciar el nivel de obsesión: la mirada entra en su recámara con la TV encendida y ahí aparece la cara de Jaime Guzmán en un programa de debate de la televisión chilena, llamando a las Fuerzas Armadas a imponer “el orden” durante el gobierno de la Unidad Popular.
El protagonista es incapaz de dejar de imitar el tono de voz y las frases de su tío político. Las repite una y otra vez y desde ese momento fundacional quedan establecidas las bases de lo que vendrá: el viaje de este joven por llevar al teatro la vida de su tío en una atrevida propuesta escénica. Para ello busca la ayuda del director, guionista y actor Mateo Iribarren, quien también se interpreta a sí mismo.
Esta fusión entre realidad y ficción se apoya en varias cápsulas en blanco y negro que recrean momentos en la vida de Jaime Guzmán, como el día en que ocurre el golpe de Estado o un supuesto encuentro en la cocina con Pinochet y Guzmán.
Mateo Iribarren es el guionista y cerebro detrás de exitosas películas chilenas como El chacotero sentimental y Grado 3 y en El tío se dibuja a sí mismo como un artista maldito, de vida bohemia y reacio a aceptar la oferta de Ignacio Santa Cruz: liderar el montaje teatral sobre Jaime Guzmán.
Tanto Iribarren como Santa Cruz aparecen en pantalla buscando el elenco perfecto para su propuesta. El clásico actor Aníbal Reyna, también actuando de sí mismo, será Manuel Contreras, el jefe de la DINA y rival eterno de Jaime Guzmán en los engranajes del régimen militar de Pinochet. Andrea Freund, también haciendo de sí misma, hará de una detenida agredida por fuerzas; y César Caillet, también interpretándose a sí mismo, acepta el rol de la muerte.
