Un ocho por ciento de los votos fueron marcados con AC en la primera vuelta, según informaron los mismos voceros de esta campaña política y ciudadana.
Estas cifras fueron catalogadas como “un verdadero logro” por los gestores de la iniciativa, quienes señalaron que el debate por la realización de una Asamblea Constituyente logró instalarse en el país y que el proceso de reforma a la Constitución de 1980 ya había comenzado y que era “imparable”.
Por ello, reafirmaron que seguirán adelante en la segunda vuelta. La vocera de la iniciativa, Javiera Parada, hizo un llamado a la ciudadanía a asistir el domingo 15 de diciembre a las urnas, ya sea que expresen preferencia por alguna de las competidoras a la carrera presidencial o que opten por anular o dejar el voto en blanco.
“Estamos invitando a la gente a ejercer un derecho cívico que nos costó mucho tiempo recuperar en Chile, que estuvo prohibido. Creemos que es el día en que todos los chilenos realmente podemos ser iguales, que nuestro voto vale lo mismo que el de otro chileno. Por lo tanto nosotros seguimos convocando a la gente a levantarse y votar y a decir que quieren que la nueva Constitución de Chile sea hecha a partir de un proceso participativo, democrático, pluralista. Nosotros vamos a contar todos los votos marcados, los votos válidos y los nulos y blancos”, expresó.
La campaña contará todos los votos marcados, contengan una preferencia expresada o no, pese a que el Servicio Electoral no deje observaciones en el acta de los votos marcados que sean blancos o nulos. En ese sentido, Javiera Parada, afirmó que no cree que cambien mucho las cosas porque “históricamente los votos nulos y blancos no son muchos en Chile”.
Lo que sí les inquieta son las preocupantes cifras de abstención que en los últimos comicios se elevaron por sobre el 50 por ciento, lo que en la práctica significa que el acto de no asistir a las urnas cuenta con más respaldo que cualquiera de los nueve candidatos que se presentaron a la contienda.
En esa línea, Gonzalo Contreras, investigador del Observatorio Político Electoral de la Universidad Diego Portales indicó que hay varios elementos que apuntan a que la abstención pudiera elevarse, entre ellos que hay menos opciones de elegir, que existe la percepción de que hay muy poca o nula competencia y, por último, la cercanía de estas elecciones a las fiestas navideñas. Por lo mismo, se aventuró a sostener que éxito de la campaña podría reducirse.
“Naturalmente la segunda vuelta, debido a que hay una probable mayor abstención que en la primera, va a haber una disminución de aquellos votos marcados si es que la iniciativa continúa, considerando además que no están los candidatos que arrastraban a que ciertos electores marcaran AC en el voto. Entonces, tiendo a pensar que no sé si vaya a haber una disminución, pero considerando que va a haber una mayor abstención electoral que en primera vuelta, se vea mermado su apoyo”, alertó.
A esto se suma la confusión ya casi generalizada respecto de que los votos blancos pasarían a engrosar las preferencias de la opción que resulte vencedora, lo que no es más que un mito urbano, tal como confirmó, en conversación con Radio Universidad de Chile, Patricio Santamaría, presidente del directorio del Servicio Electoral.
“Solo se consideran para efectos de la mayoría absoluta los votos que están sumados con una preferencia hacia algún candidato, en este caso, los votos válidamente emitidos y dentro de ellos los votos marcados. Pero ni los votos blancos ni los votos nulos se consideran para efectos de establecer la primera mayoría. No es cierto, no es efectivo que de acuerdo a la legislación vigente los votos blancos se sumen a la primera mayoría, eso no es así”, explicó.
Sobre la abstención, Santamaría indicó que al Servicio no le corresponde pronunciarse al respecto, porque no tiene facultades. Esto, salvo que se les dotara la posibilidad de hacer educación cívica o realizar campañas de difusión o llamados a los votantes. “Me gustaría mucho que el Servicio tuviera esas facultades, pero se requeriría para eso reformas legales y el presupuesto adecuado”, afirmó.
Un ocho por ciento de los votos fueron marcados con AC en la primera vuelta, según informaron los mismos voceros de esta campaña política y ciudadana.
Estas cifras fueron catalogadas como “un verdadero logro” por los gestores de la iniciativa, quienes señalaron que el debate por la realización de una Asamblea Constituyente logró instalarse en el país y que el proceso de reforma a la Constitución de 1980 ya había comenzado y que era “imparable”.
Por ello, reafirmaron que seguirán adelante en la segunda vuelta. La vocera de la iniciativa, Javiera Parada, hizo un llamado a la ciudadanía a asistir el domingo 15 de diciembre a las urnas, ya sea que expresen preferencia por alguna de las competidoras a la carrera presidencial o que opten por anular o dejar el voto en blanco.
“Estamos invitando a la gente a ejercer un derecho cívico que nos costó mucho tiempo recuperar en Chile, que estuvo prohibido. Creemos que es el día en que todos los chilenos realmente podemos ser iguales, que nuestro voto vale lo mismo que el de otro chileno. Por lo tanto nosotros seguimos convocando a la gente a levantarse y votar y a decir que quieren que la nueva Constitución de Chile sea hecha a partir de un proceso participativo, democrático, pluralista. Nosotros vamos a contar todos los votos marcados, los votos válidos y los nulos y blancos”, expresó.
La campaña contará todos los votos marcados, contengan una preferencia expresada o no, pese a que el Servicio Electoral no deje observaciones en el acta de los votos marcados que sean blancos o nulos. En ese sentido, Javiera Parada, afirmó que no cree que cambien mucho las cosas porque “históricamente los votos nulos y blancos no son muchos en Chile”.
Lo que sí les inquieta son las preocupantes cifras de abstención que en los últimos comicios se elevaron por sobre el 50 por ciento, lo que en la práctica significa que el acto de no asistir a las urnas cuenta con más respaldo que cualquiera de los nueve candidatos que se presentaron a la contienda.
En esa línea, Gonzalo Contreras, investigador del Observatorio Político Electoral de la Universidad Diego Portales indicó que hay varios elementos que apuntan a que la abstención pudiera elevarse, entre ellos que hay menos opciones de elegir, que existe la percepción de que hay muy poca o nula competencia y, por último, la cercanía de estas elecciones a las fiestas navideñas. Por lo mismo, se aventuró a sostener que éxito de la campaña podría reducirse.
“Naturalmente la segunda vuelta, debido a que hay una probable mayor abstención que en la primera, va a haber una disminución de aquellos votos marcados si es que la iniciativa continúa, considerando además que no están los candidatos que arrastraban a que ciertos electores marcaran AC en el voto. Entonces, tiendo a pensar que no sé si vaya a haber una disminución, pero considerando que va a haber una mayor abstención electoral que en primera vuelta, se vea mermado su apoyo”, alertó.
A esto se suma la confusión ya casi generalizada respecto de que los votos blancos pasarían a engrosar las preferencias de la opción que resulte vencedora, lo que no es más que un mito urbano, tal como confirmó, en conversación con Radio Universidad de Chile, Patricio Santamaría, presidente del directorio del Servicio Electoral.
“Solo se consideran para efectos de la mayoría absoluta los votos que están sumados con una preferencia hacia algún candidato, en este caso, los votos válidamente emitidos y dentro de ellos los votos marcados. Pero ni los votos blancos ni los votos nulos se consideran para efectos de establecer la primera mayoría. No es cierto, no es efectivo que de acuerdo a la legislación vigente los votos blancos se sumen a la primera mayoría, eso no es así”, explicó.
Sobre la abstención, Santamaría indicó que al Servicio no le corresponde pronunciarse al respecto, porque no tiene facultades. Esto, salvo que se les dotara la posibilidad de hacer educación cívica o realizar campañas de difusión o llamados a los votantes. “Me gustaría mucho que el Servicio tuviera esas facultades, pero se requeriría para eso reformas legales y el presupuesto adecuado”, afirmó.
Un ocho por ciento de los votos fueron marcados con AC en la primera vuelta, según informaron los mismos voceros de esta campaña política y ciudadana.
Estas cifras fueron catalogadas como “un verdadero logro” por los gestores de la iniciativa, quienes señalaron que el debate por la realización de una Asamblea Constituyente logró instalarse en el país y que el proceso de reforma a la Constitución de 1980 ya había comenzado y que era “imparable”.
Por ello, reafirmaron que seguirán adelante en la segunda vuelta. La vocera de la iniciativa, Javiera Parada, hizo un llamado a la ciudadanía a asistir el domingo 15 de diciembre a las urnas, ya sea que expresen preferencia por alguna de las competidoras a la carrera presidencial o que opten por anular o dejar el voto en blanco.
“Estamos invitando a la gente a ejercer un derecho cívico que nos costó mucho tiempo recuperar en Chile, que estuvo prohibido. Creemos que es el día en que todos los chilenos realmente podemos ser iguales, que nuestro voto vale lo mismo que el de otro chileno. Por lo tanto nosotros seguimos convocando a la gente a levantarse y votar y a decir que quieren que la nueva Constitución de Chile sea hecha a partir de un proceso participativo, democrático, pluralista. Nosotros vamos a contar todos los votos marcados, los votos válidos y los nulos y blancos”, expresó.
La campaña contará todos los votos marcados, contengan una preferencia expresada o no, pese a que el Servicio Electoral no deje observaciones en el acta de los votos marcados que sean blancos o nulos. En ese sentido, Javiera Parada, afirmó que no cree que cambien mucho las cosas porque “históricamente los votos nulos y blancos no son muchos en Chile”.
Lo que sí les inquieta son las preocupantes cifras de abstención que en los últimos comicios se elevaron por sobre el 50 por ciento, lo que en la práctica significa que el acto de no asistir a las urnas cuenta con más respaldo que cualquiera de los nueve candidatos que se presentaron a la contienda.
En esa línea, Gonzalo Contreras, investigador del Observatorio Político Electoral de la Universidad Diego Portales indicó que hay varios elementos que apuntan a que la abstención pudiera elevarse, entre ellos que hay menos opciones de elegir, que existe la percepción de que hay muy poca o nula competencia y, por último, la cercanía de estas elecciones a las fiestas navideñas. Por lo mismo, se aventuró a sostener que éxito de la campaña podría reducirse.
“Naturalmente la segunda vuelta, debido a que hay una probable mayor abstención que en la primera, va a haber una disminución de aquellos votos marcados si es que la iniciativa continúa, considerando además que no están los candidatos que arrastraban a que ciertos electores marcaran AC en el voto. Entonces, tiendo a pensar que no sé si vaya a haber una disminución, pero considerando que va a haber una mayor abstención electoral que en primera vuelta, se vea mermado su apoyo”, alertó.
A esto se suma la confusión ya casi generalizada respecto de que los votos blancos pasarían a engrosar las preferencias de la opción que resulte vencedora, lo que no es más que un mito urbano, tal como confirmó, en conversación con Radio Universidad de Chile, Patricio Santamaría, presidente del directorio del Servicio Electoral.
“Solo se consideran para efectos de la mayoría absoluta los votos que están sumados con una preferencia hacia algún candidato, en este caso, los votos válidamente emitidos y dentro de ellos los votos marcados. Pero ni los votos blancos ni los votos nulos se consideran para efectos de establecer la primera mayoría. No es cierto, no es efectivo que de acuerdo a la legislación vigente los votos blancos se sumen a la primera mayoría, eso no es así”, explicó.
Sobre la abstención, Santamaría indicó que al Servicio no le corresponde pronunciarse al respecto, porque no tiene facultades. Esto, salvo que se les dotara la posibilidad de hacer educación cívica o realizar campañas de difusión o llamados a los votantes. “Me gustaría mucho que el Servicio tuviera esas facultades, pero se requeriría para eso reformas legales y el presupuesto adecuado”, afirmó.
