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“La ciudadanía tiene una concepción de los derechos humanos mucho menos restrictiva que en el pasado”

La Segunda Encuesta Nacional de Derechos Humanos 2013 reveló que la ciudadanía tiene una fuerte valoración de la democracia y que percibe una fuerte vulneración en derechos sociales como la salud y la educación. Además, muestra relevantes datos sobre cómo hoy los chilenos evalúan el rol de las diversas autoridades y los consensos que se han ido extendiendo.

Paula Correa

  Miércoles 11 de diciembre 2013 18:34 hrs. 
marcha derecho educación

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El lunes pasado el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) entregó su Informe Anual con datos duros de la situación de los derechos fundamentales en nuestro país. Este miércoles dio a conocer la Encuesta Nacional de Derechos Humanos 2013 que complementa este escenario con la percepción ciudadana.

En eso, las cifras demuestran que hay una mayor conciencia sobre los Derechos Humanos, como no se habría observado hace unos diez años atrás, según indicó la Directora del Instituto, Lorena Fríes.

La directora de la institución estatal precisó que “hoy la ciudadanía tiene una concepción de los derechos humanos que es mucho menos restrictiva que en el pasado, donde se la vinculaba más a ciertos derechos, por ejemplo, civiles y políticos vulnerados en la dictadura. Hoy vemos que hay una paleta mucho más amplia como parte del conocimiento y de la valoración que hace la ciudadanía y que incluye por lo tanto los derechos económicos, sociales y también los derechos que dicen relación con la no discriminación”.

Entre los consensos relevantes se encuentra que la ciudadanía percibe que la principal responsabilidad de garantizar, proteger y promover los Derechos Humanos es el Estado y/o los organismos gubernamentales. Sin embargo, también se aprecia que han sido las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil quienes cumplen ese rol. Es decir, hoy la ciudadanía organizada tiene un rol fundamental en los avances en esta materia.

Sobre esto se refirió Martín Pascual, presidente de la Asociación Chilena de ONG (ACCIÓN) que reúne a más de 100 organizaciones: “Refleja lo que muchos han llamado el nuevo ciclo político en el país, que se establece a partir de las demandas ciudadanas. Recién asumido el Gobierno de Piñera fueron miles de trabajadores fiscales que estuvieron en las calles, el movimiento de los pueblos originarios, el movimiento de la diversidad sexual, los movimientos territoriales. No es una cosa que surge desde las elites, sino que surge desde la base y eso sin duda se ve reflejado en la mayor conciencia de los ciudadanos de que hay derechos”.

Esto cuando es coherente con la crítica ciudadana, cuando existe una valoración muy negativa de los partidos políticos y el Parlamento en la defensa de los derechos, los que recibieron notas 3.2 y 3.4. También es preocupante el 3.6 con que se evalúa al Poder Judicial, ya que hoy son los tribunales justamente los que resuelven cuando existe una colisión de derechos.

El derecho a la Salud, a vivir en un medioambiente libre de contaminación, el derecho a tener un trabajo y recibir un salario digno y el acceso a la previsión son los que los chilenos perciben más vulnerados. A lo que se suma en Salud y Educación con la impresión de que hay ciudadanos de primera y segunda categoría. Sí resulta positivo el creciente conocimiento de la población sobre los grupos más vulnerables en términos de discriminación, donde los pueblos indígenas ocupan el primer lugar.

La Encuesta Nacional de Derechos Humanos 2013 aborda también temas que han marcado la agenda este año. Algunos ejemplos son el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, considerado como muy importante por el 69 por ciento de los encuestados,  y el voto de personas chilenas residentes en el extranjero, que un 64 por ciento considera que deberían poder sufragar en las elecciones presidenciales, sin restricción alguna.

En cuanto a la democracia propiamente tal, un 69 por ciento plantea que es la mejor forma de gobierno, aunque no se evalúa que funciona bien, por lo que se presume una mayor exigencia hacia la democracia.

En esa línea, en el marco de los 40 años del Golpe Militar existe un consenso general de que existió violación sistemática de derechos, de que se debe reparar a las víctimas y que aún existe impunidad.

Pero esta valoración tiene un ripio: Hay un 22 por ciento de personas que creen que fue necesario pasar a llevar los Derechos Humanos de algunas personas para poder alcanzar la paz social. Además, un 10 por ciento no está de acuerdo ni en desacuerdo.

Esta cifra preocupó a la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, quien señaló que: “resulta incomprensible que justifiquen las violaciones a los derechos humanos y creen que sea necesario intentar el exterminio de otra persona porque hago uso absoluto del poder. Más grave que eso resulta que un porcentaje similar estaría dispuesto hacer lo mismo de nuevo. Si uno ve los violadores a los DD.HH. las Fuerzas Armadas, la derecha vinculada a los crímenes de la dictadura, jamás han tenido una conducta que muestre algo distinto a lo que dice ese 20% de la población”.

Al respecto la dirigente indicó que el 2013 se rompió un cerco que era demostrar la barbarie que fue la dictadura y que ahora la gran tarea es ¿qué hacemos con esa información?, ¿cómo avanzamos para no volver a repetir los errores del pasado? “Es un proceso que pasa por la Verdad, la Justicia y la mantención de la Memoria, además de educar en Derechos Humanos”, afirmó la dirigenta. Mientras, desde el INDH apuntaron a la necesidad de hacer frente a esto se requiere presionar para un mayor consenso en la protección de la democracia.

Para finalizar el Instituto de Derechos Humanos indicó que, si bien hay mayor conciencia de los Derechos, surge el desafío de difundir los mecanismos para hacerlos exigibles y aclarar a la ciudadanía de dónde deben recurrir en caso de una vulneración.

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