Largo ha sido el proceso de nombramiento de un nuevo integrante de la Corte Suprema. Esto después de que el Máximo Tribunal realizara una quina de propuestas encabezada por el ministro Carlos Cerda, destacado por llevar adelante causas de violaciones a los Derechos Humanos cometidas por la dictadura, pero el Presidente Sebastián Piñera designara a otro integrante de la lista: el Juez Carlos Aránguiz, sorprendiendo a los senadores, quienes habrían llegado a un acuerdo previo para privilegiar al magistrado Cerda.
Cabe señalar que Cerda ha sido propuesto en reiteradas ocasiones para la Suprema, siendo vetado por los parlamentarios de la Alianza. Incluso el nuevo presidente del Máximo Tribunal, Sergio Muñoz, acusó una pasada de cuenta al juez por investigar los crímenes del régimen de Pinochet. Si bien Aránguiz fue respaldado por la totalidad de los legisladores, el nombre de Cerda estuvo presente en la exposición del grueso de los parlamentarios de la Nueva Mayoría.
En este sentido, el senador socialista Camilo Escalona señaló que “expresar mi profunda desazón porque el nombre propuesto que muchos de nosotros esperábamos era el destacado ministro, Carlos Cerda, por su extensa trayectoria, por su compromiso con los derechos humanos y por la valentía y coraje que él tuvo de abordar causas muy complejas y difíciles poniendo siempre por encima de cualquier otro interés personal el afán de hacer justicia y eso aquí no se está respetando”.
La nominación de Aranguiz contó con unanimidad, cumpliendo ampliamente los dos tercios del senado que se requieren para este proceso. Se destacó su rol en la Corte de Apelaciones de Rancagua, su gran nivel y capacidad, siendo el juez mejor evaluado del país y su apertura del poder judicial a la ciudadanía durante el ejercicio de su profesión. Esto, después de una serie de polémicas que generaron fuertes tensiones e involucraron también al Presidente de la República.
Por esto, el senador de la UDI Víctor Pérez afirmó que estaba por “rechazar con mucho vigor que se le haya imputado al Presidente de la República falta de nobleza en momentos de proponer al ministro Aránguiz. Creo que esa acusación es claramente injusta e infundada. Injusta porque significa atribuirle al Presidente intereses subalternos en esta materia, en una materia tan fundamental como es la proposición de un ministro para la Corte Suprema”.
Vale señalar que con el enfrentamiento entre los parlamentarios por el veto y las acusaciones al mandatario se puso en cuestionamiento la forma de designar a los miembros del Máximo Tribunal, argumentado que aquí han primado criterios políticos. Sin embargo, en medio de los acuerdos de esta jornada, muchos manifestaron su apoyo a la fórmula que hoy se utiliza.
Entre ellos se pronunció también el presidente del máximo tribunal, Rubén Ballesteros: “Yo no estoy de acuerdo en que se cambie el mecanismo, me parece bien, lo que pasa que las instituciones que intervienen, los tres Poderes del Estado se den un tiempo menor para tomar sus decisiones y que los méritos del candidato, y esto va también para la Corte Suprema, sean el fundamento principal de la incorporación de un ministro en la Quina y después la nominación del Presidente de la República y la aprobación por parte del Senado, pero ingredientes políticos no debieran intervenir en esto”.
En marzo de 2014 se debe llenar un nuevo cupo para la Corte Suprema y desde la Nueva Mayoría esperan que, en esta oportunidad, al menos los senadores de Renovación Nacional entreguen los votos necesarios para nominar a Carlos Cerda.
Largo ha sido el proceso de nombramiento de un nuevo integrante de la Corte Suprema. Esto después de que el Máximo Tribunal realizara una quina de propuestas encabezada por el ministro Carlos Cerda, destacado por llevar adelante causas de violaciones a los Derechos Humanos cometidas por la dictadura, pero el Presidente Sebastián Piñera designara a otro integrante de la lista: el Juez Carlos Aránguiz, sorprendiendo a los senadores, quienes habrían llegado a un acuerdo previo para privilegiar al magistrado Cerda.
Cabe señalar que Cerda ha sido propuesto en reiteradas ocasiones para la Suprema, siendo vetado por los parlamentarios de la Alianza. Incluso el nuevo presidente del Máximo Tribunal, Sergio Muñoz, acusó una pasada de cuenta al juez por investigar los crímenes del régimen de Pinochet. Si bien Aránguiz fue respaldado por la totalidad de los legisladores, el nombre de Cerda estuvo presente en la exposición del grueso de los parlamentarios de la Nueva Mayoría.
En este sentido, el senador socialista Camilo Escalona señaló que “expresar mi profunda desazón porque el nombre propuesto que muchos de nosotros esperábamos era el destacado ministro, Carlos Cerda, por su extensa trayectoria, por su compromiso con los derechos humanos y por la valentía y coraje que él tuvo de abordar causas muy complejas y difíciles poniendo siempre por encima de cualquier otro interés personal el afán de hacer justicia y eso aquí no se está respetando”.
La nominación de Aranguiz contó con unanimidad, cumpliendo ampliamente los dos tercios del senado que se requieren para este proceso. Se destacó su rol en la Corte de Apelaciones de Rancagua, su gran nivel y capacidad, siendo el juez mejor evaluado del país y su apertura del poder judicial a la ciudadanía durante el ejercicio de su profesión. Esto, después de una serie de polémicas que generaron fuertes tensiones e involucraron también al Presidente de la República.
Por esto, el senador de la UDI Víctor Pérez afirmó que estaba por “rechazar con mucho vigor que se le haya imputado al Presidente de la República falta de nobleza en momentos de proponer al ministro Aránguiz. Creo que esa acusación es claramente injusta e infundada. Injusta porque significa atribuirle al Presidente intereses subalternos en esta materia, en una materia tan fundamental como es la proposición de un ministro para la Corte Suprema”.
Vale señalar que con el enfrentamiento entre los parlamentarios por el veto y las acusaciones al mandatario se puso en cuestionamiento la forma de designar a los miembros del Máximo Tribunal, argumentado que aquí han primado criterios políticos. Sin embargo, en medio de los acuerdos de esta jornada, muchos manifestaron su apoyo a la fórmula que hoy se utiliza.
Entre ellos se pronunció también el presidente del máximo tribunal, Rubén Ballesteros: “Yo no estoy de acuerdo en que se cambie el mecanismo, me parece bien, lo que pasa que las instituciones que intervienen, los tres Poderes del Estado se den un tiempo menor para tomar sus decisiones y que los méritos del candidato, y esto va también para la Corte Suprema, sean el fundamento principal de la incorporación de un ministro en la Quina y después la nominación del Presidente de la República y la aprobación por parte del Senado, pero ingredientes políticos no debieran intervenir en esto”.
En marzo de 2014 se debe llenar un nuevo cupo para la Corte Suprema y desde la Nueva Mayoría esperan que, en esta oportunidad, al menos los senadores de Renovación Nacional entreguen los votos necesarios para nominar a Carlos Cerda.
Largo ha sido el proceso de nombramiento de un nuevo integrante de la Corte Suprema. Esto después de que el Máximo Tribunal realizara una quina de propuestas encabezada por el ministro Carlos Cerda, destacado por llevar adelante causas de violaciones a los Derechos Humanos cometidas por la dictadura, pero el Presidente Sebastián Piñera designara a otro integrante de la lista: el Juez Carlos Aránguiz, sorprendiendo a los senadores, quienes habrían llegado a un acuerdo previo para privilegiar al magistrado Cerda.
Cabe señalar que Cerda ha sido propuesto en reiteradas ocasiones para la Suprema, siendo vetado por los parlamentarios de la Alianza. Incluso el nuevo presidente del Máximo Tribunal, Sergio Muñoz, acusó una pasada de cuenta al juez por investigar los crímenes del régimen de Pinochet. Si bien Aránguiz fue respaldado por la totalidad de los legisladores, el nombre de Cerda estuvo presente en la exposición del grueso de los parlamentarios de la Nueva Mayoría.
En este sentido, el senador socialista Camilo Escalona señaló que “expresar mi profunda desazón porque el nombre propuesto que muchos de nosotros esperábamos era el destacado ministro, Carlos Cerda, por su extensa trayectoria, por su compromiso con los derechos humanos y por la valentía y coraje que él tuvo de abordar causas muy complejas y difíciles poniendo siempre por encima de cualquier otro interés personal el afán de hacer justicia y eso aquí no se está respetando”.
La nominación de Aranguiz contó con unanimidad, cumpliendo ampliamente los dos tercios del senado que se requieren para este proceso. Se destacó su rol en la Corte de Apelaciones de Rancagua, su gran nivel y capacidad, siendo el juez mejor evaluado del país y su apertura del poder judicial a la ciudadanía durante el ejercicio de su profesión. Esto, después de una serie de polémicas que generaron fuertes tensiones e involucraron también al Presidente de la República.
Por esto, el senador de la UDI Víctor Pérez afirmó que estaba por “rechazar con mucho vigor que se le haya imputado al Presidente de la República falta de nobleza en momentos de proponer al ministro Aránguiz. Creo que esa acusación es claramente injusta e infundada. Injusta porque significa atribuirle al Presidente intereses subalternos en esta materia, en una materia tan fundamental como es la proposición de un ministro para la Corte Suprema”.
Vale señalar que con el enfrentamiento entre los parlamentarios por el veto y las acusaciones al mandatario se puso en cuestionamiento la forma de designar a los miembros del Máximo Tribunal, argumentado que aquí han primado criterios políticos. Sin embargo, en medio de los acuerdos de esta jornada, muchos manifestaron su apoyo a la fórmula que hoy se utiliza.
Entre ellos se pronunció también el presidente del máximo tribunal, Rubén Ballesteros: “Yo no estoy de acuerdo en que se cambie el mecanismo, me parece bien, lo que pasa que las instituciones que intervienen, los tres Poderes del Estado se den un tiempo menor para tomar sus decisiones y que los méritos del candidato, y esto va también para la Corte Suprema, sean el fundamento principal de la incorporación de un ministro en la Quina y después la nominación del Presidente de la República y la aprobación por parte del Senado, pero ingredientes políticos no debieran intervenir en esto”.
En marzo de 2014 se debe llenar un nuevo cupo para la Corte Suprema y desde la Nueva Mayoría esperan que, en esta oportunidad, al menos los senadores de Renovación Nacional entreguen los votos necesarios para nominar a Carlos Cerda.
