Una de las tareas que tendrá el gobierno de Michelle Bachelet, en el ámbito de la minería, es resolver qué se hará definitivamente con la extracción de litio en nuestro país, luego de la fallida licitación que involucró a la empresa SQM de Julio Ponce Lerou.
Cabe señalar que una de las polémicas más fuertes de la administración de Sebastián Piñera, se vivió luego que se abortara la licitación que iba a otorgar en concesión el mineral, luego que se detectaran irregularidades en el proceso.
Este hecho provocó incluso la salida del entonces subsecretario de minería, Pablo Wagner.
Por lo mismo, el gobierno de Piñera puso en el congelador el debate y sólo se remitirá a elaborar informes que “adelanten trabajo” a la próxima administración.
Uno está a cargo de Cochilco, que analiza el mercado mundial de este mineral, documento que indicará también cuáles son las principales medidas que debería tomar un gobierno para poder mantener la competitividad de Chile en ese mercado.
El otro informe, a cargo del Sernageomin, está enfocado en destacar la información geológica sobre los 15 principales salares del país con potencialidad económica y, a su vez, levantar información sobre la propiedad minera asociada a esos terrenos.
Al respecto el programa de la Nueva Mayoría no es claro. Dentro del apartado dedicado a minería, se puede apreciar un párrafo en el cual se resalta la importancia del recurso y que se convocará a una comisión técnica encargada de elaborar una propuesta al respecto.
Julián Alcayaga, economista, presidente del Comité de Defensa del Cobre y experto en minería, señaló cuáles debiesen ser las directrices de la discusión en torno al litio.
En este sentido, el economista explicó que “no para explotar el litio y venderlo como materia prima, no cometer el mismo error que se ha hecho con el cobre, que se envía en gran parte como concentrado, sino que el Estado chileno haga convenios con empresas chinas, europeas o estadounidenses para fabricar las baterías de litio aquí y para industrializar el litio en Chile”.
Alcayaga criticó que el programa de la Nueva Mayoría no le dé la importancia debida a este problema y a la minería en general: “Lo que pasa es que en ese programa no se le da ningún valor a la Minería en general porque sobre el cobre tampoco existe absolutamente nada que uno pueda decir, van a aumentar los impuestos, se va a frenar la inversión. No existe nada por lo cual no sabemos que podría pasar y cuando nombren al ministro de Minería, quizás podríamos decir que una determinada cosa puede suceder en función de que el ministro pueda hacer algo y que tiene la libertad para hacerlo”.
El senador del MAS, Alejandro Navarro, apuntó además a la importancia de que nuestro país exploré nuevas alternativas a la mera extracción del mineral.
En esa línea, el parlamentario del bloque que apoya a Michelle Bachelet indicó que “manejándonos sobre la materia prima y teniendo alianzas internacionales en la producción el tema de valor agregado al litio, creo que es la fórmula correcta, es decir, importación de tecnología para la adecuación y manejo del litio, pero la producción nuestra que nos permite por ciento tener un mayor control sobre precios, sobre exportación y particularmente nos obliga a encontrar tecnología”.
La importancia del tema no es menor si se considera que Chile posee el 22% de las reservas mundiales del mineral. En 2010 produjo 49 mil toneladas de carbonato de litio, lo que representó 37% de la producción mundial. En Chile, que también encabeza la producción mundial de cobre, al litio se le denomina “el mineral del siglo XXI”
El litio es indispensable para la producción de baterías de automóviles, celulares, relojes, computadores; cerámicas resistentes a altas temperaturas; insumos médicos y energía nuclear.
De acuerdo con lo señalado por el Centro de Innovación del Litio, de la Universidad de Chile, podrían generarse anualmente ingresos por 20 mil millones de dólares si Chile produjera y exportara baterías de este mineral.
Recordemos que el litio fue incluso considerado un mineral estratégico por la dictadura de Augusto Pinochet, prohibiendo expresamente su concesión a privados.
De acuerdo al inciso cuarto de la Ley N 18097 Orgánica Constitucional sobre Concesiones Mineras (1982): “No son susceptibles de concesión minera los hidrocarburos líquidos o gaseosos, el litio, los yacimientos de cualquier especie existentes en las aguas marítimas sometidas a la jurisdicción nacional ni los yacimientos de cualquier especie situados, en todo o en parte, en zonas que conforme a la ley, se determinen como de importancia para la seguridad nacional con efectos mineros, sin perjuicio de las concesiones mineras válidamente constituidas con anterioridad a la correspondiente declaración de no concesibilidad o de importancia para la seguridad nacional.”
Las principales reservas de litio se concentran en salares, que representan un 60% de las reservas totales de litio. Las reservas minerales (pegmatitas) alcanzan un 26% de las reservas totales y se concentran en Estados Unidos y Zaire fundamentalmente.
Chile, Bolivia y Argentina, concentran cerca del 85% de las reservas de litio en salares, y 50% de las reservas totales de litio. Este “triángulo del litio” que se concentra en las zonas fronterizas de los tres países, ha dado paso a que la región sea tildada como la “Arabia Saudita del Litio”.