En la cartera de inversiones de Endesa para América Latina no figura la central Hidroaysén, documento del mes de noviembre que habla de siete centrales eléctricas a desarrollar pero no incluye el controversial proyecto.
Eso a pesar de que en el reporte del primer trimestre de la compañía si lo consideraba, de acuerdo a lo consignado por El Mercurio.
La principal razón de Endesa, multinacional de capitales españoles e italianos (a través de la estatal ENEL), sería la incertidumbre del proyecto, considerando la oposición ciudadana a las megarepresas y la dificultad de la aprobación de una línea de transmisión.
Juan Pablo Orrego, coordinador de Ecosistemas y del Área Internacional de Patagonia Sin Represas, dijo que esta noticia llama a una celebración sobria y con precaución.
El ambientalista explica que los tiempos que manejan estos grandes conglomerados económicos les permitiría reponer el proyecto en el futuro “estas transnacionales gigantes funcionan en tiempos geológicos por decirlo de alguna manera, o sea ellos pueden sacar un proyecto de carpeta y dejarlo como suspendido y esperar tiempos más propicios, estos proyectos como que no se extinguen, sino que pueden quedar como durmiendo y pueden que traten de hacer resurgir el proyecto en un momento más propicio, y el momento más propicio no parece ser el próximo gobierno, porque Michelle Bachelet no con una claridad total ha hecho declaraciones de que no le gusta el proyecto”.
El dirigente dijo que a esto se suma las contradictorias declaraciones y gestiones que ha hecho Colbún, otra de las partes del directorio de Hidroaysén, que en agosto del año pasado reclamaron por la ausencia de una política nacional energética.
Además, Orrego acusó una contradicción al interior en el propio Gobierno al no convocar al Consejo de Ministro para tomar una decisión.
El ecologista recordó que varios secretarios de Estado manifestaron la necesidad de establecer la central, pero adelantó que el Presidente Sebastián Piñera no quiere cargar con los costos políticos que significarían la sola tramitación del proyecto.
En la zona, el presidente de la Corporación de Desarrollo de Aysén, Patricio Segura, valoró la decisión considerando que con esta podrán fortalecerse otros focos productivos de la región.
Por esto, el directivo de la entidad que defiende la zona austral señaló que “la intención de construir las represas y afectar el patrimonio natural tenía serios efectos directos económicos en términos de perjudicar al turismo, hay un estudio de la Universidad de Chile que determinó hace varios años que durante la construcción de HidroAysén se perderían 32 millones de dólares anuales por menos ingresos en turismo y eso durante diez años y después 23 millones de dólares durante la operación todo eso porque en gran parte el interés de los turistas por venir a la región se basa fundamentalmente en la calidad ambiental de excepción de la región”.
Segura expresó que la inviabilidad manifiesta del proyecto debe ser una señal para el próximo Gobierno para que entienda que el desarrollo de la región pasa por calidad de vida de excepción, nuevos sistemas agroalimentarios, investigación de ecosistemas y turismo de intereses especiales.
Por otra parte, desde la agrupación Acción Ecológica expresaron que esto llama a un nuevo desafío: “lograr avances relevantes en la eficiencia energética y paralelamente usar en forma sensata las energías renovables no convencionales en las que nuestro país es rico. Chile puede y debe ser un país de avanzada en generación solar, geotérmica, eólica y mareomotriz”.