“Como ya ha sido revelado, fumé cannabis cuando era niño y lo considero un mal hábito y un vicio, no muy distinto a los cigarrillos que fumé cuando joven y hasta una edad avanzada de mi adultez”, señaló Obama en la entrevista publicada este domingo. Y luego agregó: “No creo que fumar marihuana sea más peligroso que el alcohol”, agregó.
Obama señaló igualmente que conversó al respecto con sus dos hijas, Sasha y Malia, a las que les dijo que fumar marihuana “es una mala idea, una pérdida de tiempo, no muy saludable”. Según Obama, “los niños de clase media no van a prisión por fumar marihuana, pero los niños pobres sí. Y los niños afroamericanos y los niños latinos tienen más probabilidades de ser pobres y son menos propensos a disponer de recursos y apoyos como para evitar penas excesivamente duras”.
Obama saludó por otra parte la reciente legalización de la marihuana en los estados de Colorado y Washington. “Para una sociedad es importante evitar una situación en la que gran parte de la población haya en un momento determinado violado la ley y sólo una pequeña porción de ella sea castigada”, consideró.
Sostuvo sin embargo que “aquellos que afirman que legalizar la marihuana es la panacea y que ello va a resolver todos los problemas sociales, probablemente exageran”. El uso de la marihuana con fines medicinales ha sido autorizado en 19 estados de la Unión.
Obama diferenció a la marihuana de las drogas “más duras”, respecto a las cuales afirmó que “perjudican gravemente al consumidor y tienen costos sociales importantes”. La entrevista será publicada íntegramente en la edición de la revista del 27 de enero.