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Bolivia con los ojos en La Haya

La resolución de la Corte Internacional de Justicia de la Haya respecto del diferendo marítimo entre Chile y Perú no solo es esperada con expectación desde ambos países. Las intenciones bolivianas de acceder a una salida soberana al mar podrían depender de lo que dicte la Corte.

Paula Campos

  Domingo 26 de enero 2014 8:57 hrs. 
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Este lunes 27 de enero se conocerá la decisión de la Corte de Internacional de Justicia de la Haya. Las interrogantes no sólo se sitúan en el ámbito de las relaciones internacionales entre Chile y Perú, Bolivia es el tercer actor que mira expectante el actuar de los jueces.

En julio de 2013, el presidente Evo Morales presentó una demanda ante el tribunal, no para desconcer el tratado que establece la frontera, vigente desde 1904, sino para solicitar que el gobierno de Chile concurra a una mesa de negociaciones para resolver la demanda marítima en un ambiente de buena fe.

La petición de La Paz podría verse, en parte, determinada por lo que pase este lunes. Por ello, los ojos de Bolvia ya están puestos en La Haya.

El abogado experto en derecho internacional, Claudio Troncoso, asegura que la única posibilidad que Bolivia tiene para alcanzar su aspiración es que la Corte no falle en totalidad conforme a la solicitud peruana.

“Bolivia tiene claro que si en el futuro quisiera explorar una fórmula análoga a esa, la única posibilidad es que la Corte no falle en su integridad a favor de Perú el caso. Si admite la línea media equidistante que tiene Perú, Bolivia podría quedarse con puerto pero sin mar”, contó el experto.

Según lo revisado por el abogado, a “Bolivia le interesa que la Corte le reconozca a Chile el paralelo de delimitación marítima hito nº 1, porque si se volviera a explorar una fórmula, como se hizo en el pasado, sería la única que le daría una salida marítima a Bolivia”.

El analista internacional Raúl Sohr coincide con esta visión. Para él, “si el fallo es adverso para Chile e implica una pérdida de mar territorial, según cómo y dónde se trace la línea bisectriz, esto podría complicar las aspiraciones bolivianas de salir al norte de la línea de la concordia”, señaló.

Desde Bolivia, el periodista Fernando Molina, entrevistado en el programa Ágora Mundo de nuestra emisora, calificó de “complicado” al momento actual entre los dos países. Para él, mientras no se desarrolle en plenitud el juicio en La Haya, “es impredecible saber cuándo los dos países se van a poder sentar a conversar nuevamente”.

En el cuadro de composición, Perú tampoco es ajeno a la petición boliviana. Sin embargo, el comportamiento histórico del país, hoy comandado por Ollanta Humala, es calificado de “ambiguo”, por Sohr.

“Perú ha jugado un rol bastante ambiguo señalando que es partidario de que Bolivia tenga una salida al mar, pero cada vez que se ha insinuado una ruta por donde hacerlo, Perú ha boicoteado esa posibilidad. Lo que se dice, es que cuando se firmaron los tratados entre Chile y Perú, es que uno se quedó con el candado y el otro con la llave. Así, es prácticamente imposible para Bolivia, pues cuando se acerca a Lima, Santiago se opone y viceversa”, continuó el analista.

En lo legal, tanto Sohr como Troncoso ven díficil que Bolivia logre triunfar con sus aspiraciones en La Haya. A juicio del abogado de la Universidad de Chile, el tipo de demanda presentada no reuniría los requisitos para que se falle en esa dirección, “no se puede obligar a un país a conversar por una salida soberana contra su voluntad”, indicó.

Pese a ello, Sohr explica que Bolivia está en una fase de “hostigamiento”, buscando que Chile tome en serio su demanda, para así poder sentarse a negociar.

Robert Brockmann, historiador y escritor boliviano también entrevistado en Ágora Mundo, explica que  “el tema del mar en Bolivia, el sentimiento de haber sido despojados de la costa, es de absoluta actualidad, un peso en el alma boliviana”, situación en la que, efectivamente, no se sienten tomados en cuenta por Chile.

De ese modo, y apelando a los aspectos expectaticios, el llevar la demanda al Tribunal Internacional permitiría que Bolivia obligara a nuestro país a conversar, lo que implica que desde La Moneda se mire la situación desde otra perspectiva, señalaron los expertos bolivianos.

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