Nuevos incidentes dejan unos sesenta muertos en Ucrania
Al menos 60 personas han muerto en Kiev este jueves alcanzados por disparos, según el responsable de los servicios médicos de la oposición. Esta nueva ola de violencia sacude a Ucrania pese a la tregua acordada horas antes entre la oposición y el presidente Viktor Yanukovich.
Jueves 20 de febrero 2014 12:48 hrs.
Una balacera procedente de los cordones policiales y de edificios aledaños se descargó el jueves sobre la plaza de la Independencia de Kiev, ocupada desde noviembre por manifestantes antigubernamentales.
Un periodista pudo constatar ocho cadáveres yaciendo frente al Correo Central y diez frente al hotel Kozatski. Otro reportero de la AFP contó siete cuerpos en el vestíbulo del hotal Ukraina, el otro lado de la plaza.
Con estas nuevas víctimas, el balance de la violencia se dispara a por lo menos 53 muertos desde que comenzó la movilización en esta ex república soviética.
El ministerio del Interior ha pedido a los habitantes de la capital no salir de sus casas.
El martes, una operación de las fuerzas de seguridad para recuperar el control de la céntrica plaza Maidán, se había saldado con 28 fallecidos, diez de ellos policías.
Según fuentes médicas cercanas a la oposición, algunos de los muertos de este jueves fueron blanco de francotiradores.
Miles de manifestantes se mantenían a pesar de todo en la plaza, llena de rastros de sangre.
La Unión Europea amenaza con sanciones
Este nuevo brote de violencia terminó con la tregua acordada horas antes para facilitar las gestiones diplomáticas de la UE, que amenazó con sanciones al gobierno de Yanukovich ante la ferocidad de la represión.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia y Polonia se reunieron por la mañana con el mandatario ucraniano en Kiev, previo a una reunión con la oposición. En horas de la tarde estaba prevista una reunión en Bruselas con sus pares del bloque de los 28 para informarles de la situación y contemplar posibles sanciones.
La agitación en Ucrania empezó en noviembre, cuando el gobierno decidió suspender súbitamente las negociaciones de asociación con la UE y estrechar las relaciones económicas con Rusia.
Una balacera procedente de los cordones policiales y de edificios aledaños se descargó el jueves sobre la plaza de la Independencia de Kiev, ocupada desde noviembre por manifestantes antigubernamentales.
Un periodista pudo constatar ocho cadáveres yaciendo frente al Correo Central y diez frente al hotel Kozatski. Otro reportero de la AFP contó siete cuerpos en el vestíbulo del hotal Ukraina, el otro lado de la plaza.
Con estas nuevas víctimas, el balance de la violencia se dispara a por lo menos 53 muertos desde que comenzó la movilización en esta ex república soviética.
El ministerio del Interior ha pedido a los habitantes de la capital no salir de sus casas.
El martes, una operación de las fuerzas de seguridad para recuperar el control de la céntrica plaza Maidán, se había saldado con 28 fallecidos, diez de ellos policías.
Según fuentes médicas cercanas a la oposición, algunos de los muertos de este jueves fueron blanco de francotiradores.
Miles de manifestantes se mantenían a pesar de todo en la plaza, llena de rastros de sangre.
La Unión Europea amenaza con sanciones
Este nuevo brote de violencia terminó con la tregua acordada horas antes para facilitar las gestiones diplomáticas de la UE, que amenazó con sanciones al gobierno de Yanukovich ante la ferocidad de la represión.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia y Polonia se reunieron por la mañana con el mandatario ucraniano en Kiev, previo a una reunión con la oposición. En horas de la tarde estaba prevista una reunión en Bruselas con sus pares del bloque de los 28 para informarles de la situación y contemplar posibles sanciones.
La agitación en Ucrania empezó en noviembre, cuando el gobierno decidió suspender súbitamente las negociaciones de asociación con la UE y estrechar las relaciones económicas con Rusia.
Una balacera procedente de los cordones policiales y de edificios aledaños se descargó el jueves sobre la plaza de la Independencia de Kiev, ocupada desde noviembre por manifestantes antigubernamentales.
Un periodista pudo constatar ocho cadáveres yaciendo frente al Correo Central y diez frente al hotel Kozatski. Otro reportero de la AFP contó siete cuerpos en el vestíbulo del hotal Ukraina, el otro lado de la plaza.
Con estas nuevas víctimas, el balance de la violencia se dispara a por lo menos 53 muertos desde que comenzó la movilización en esta ex república soviética.
El ministerio del Interior ha pedido a los habitantes de la capital no salir de sus casas.
El martes, una operación de las fuerzas de seguridad para recuperar el control de la céntrica plaza Maidán, se había saldado con 28 fallecidos, diez de ellos policías.
Según fuentes médicas cercanas a la oposición, algunos de los muertos de este jueves fueron blanco de francotiradores.
Miles de manifestantes se mantenían a pesar de todo en la plaza, llena de rastros de sangre.
La Unión Europea amenaza con sanciones
Este nuevo brote de violencia terminó con la tregua acordada horas antes para facilitar las gestiones diplomáticas de la UE, que amenazó con sanciones al gobierno de Yanukovich ante la ferocidad de la represión.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia y Polonia se reunieron por la mañana con el mandatario ucraniano en Kiev, previo a una reunión con la oposición. En horas de la tarde estaba prevista una reunión en Bruselas con sus pares del bloque de los 28 para informarles de la situación y contemplar posibles sanciones.
La agitación en Ucrania empezó en noviembre, cuando el gobierno decidió suspender súbitamente las negociaciones de asociación con la UE y estrechar las relaciones económicas con Rusia.
