Con una movilización frente a La Moneda, los trabajadores del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) se movilizaron por primera vez en la historia del servicio y denunciaron una serie de irregularidades y precarias condiciones de trabajo.
La molestia la detonó el rechazo por parte del ministerio de Hacienda a una solicitud para que se cambiara la glosa presupuestaria de personal, con el fin de mejorar sus condiciones laborales.
A juicio de los funcionarios, dicha negativa responde a una lógica estatal subsidiaria, reflejada en la externalización de la función pública de este servicio desde ya hace algunos años, lo que los ha llevado a un nivel de “colapso institucional”.
De hecho, de mantenerse la glosa como está, el personal del servicio podría reducirse en cerca de un 30% y otra parte importante no contará con la certeza de saber si sus sueldos serán efectivamente cancelados o no.
Los trabajadores acusan que esto redundará en la labor de protección sobre el patrimonio del país, el cual “queda en total riesgo y se enfrenta a pérdidas irreversibles”.
Macarena Silva, vocera de la Asamblea de Trabajadores del organismo, dijo esperar que el próximo Gobierno revise los proyectos enviados al Congreso para reformar la institucionalidad del CMN.
“Queremos que el cambio sea participativo, porque nosotros no participamos en absoluto del diseño de las dos leyes que entraron al Congreso en el presente Gobierno. Además, es un error que ambas leyes hayan sido presentadas a la comisión de Cultura y Educación, cuando una de ellas le da atribuciones a la otra y no van a poder ser ejecutadas al final. En conjunto, lo que hacen ambas leyes es consolidar nuestra precariedad”, explicó.
La movilización contó con el apoyo de dirigentes de la Agrupación Nacional de Trabajadores Fiscales (ANEF), encabezados por su presidente, Raúl de la Puente, quien se refirió a la precariedad del trabajo en el sector público: “Vamos a apoyar a estas personas aun cuando no están afiliadas a nuestra organización, porque son servidores públicos y para que tengan un trato digno, un empleo estable y un trabajo decente”, explicó.
“Este país tan desarrollado y afiliado a la OCDE no puede tener este tipo de cosas. Ya tenemos un 70 por ciento de trabajadores con empleo precario y este ejemplo es aún peor que la situación general que tenemos los funcionarios públicos”, añadió.
Además de los funcionarios fiscales, los trabajadores del CMN estuvieron acompañados por representantes de la Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, quienes a través de su vocera, Rosario Carvajal, denunciaron el abandono que existe por parte del Estado de este tema: “No pueden entregar el total de sus funciones si no se garantizan las condiciones mínimas laborales para que puedan desempeñar una función a la altura de lo que el Estado les ha encomendado, que es la protección del patrimonio de nuestro país”, aseguró.
“Tenemos un CMN centralizado en Santiago, sin participación de los trabajadores ni de la ciudadanía. Esto ha sido denunciado por años y han sido las organizaciones ciudadanas las que han puesto este tema en la agenda pública”, cuestionó.
El CMN administra 1.177 Monumentos Históricos, 1.380 Monumentos Públicos, 116 Zonas Típicas o pintorescas y 42 santuarios de la naturaleza, además de todo el patrimonio paleontológico y arqueológico del país. Pese a esto, sólo cuenta con el dos por ciento del presupuesto nacional destinado a cultura.
La Asamblea de Trabajadores se encuentra movilizada indefinidamente debido a la “precariedad laboral y la falta de una planta funcionaria que permita el efectivo desarrollo de su labor”, aseguran.
Con una movilización frente a La Moneda, los trabajadores del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) se movilizaron por primera vez en la historia del servicio y denunciaron una serie de irregularidades y precarias condiciones de trabajo.
La molestia la detonó el rechazo por parte del ministerio de Hacienda a una solicitud para que se cambiara la glosa presupuestaria de personal, con el fin de mejorar sus condiciones laborales.
A juicio de los funcionarios, dicha negativa responde a una lógica estatal subsidiaria, reflejada en la externalización de la función pública de este servicio desde ya hace algunos años, lo que los ha llevado a un nivel de “colapso institucional”.
De hecho, de mantenerse la glosa como está, el personal del servicio podría reducirse en cerca de un 30% y otra parte importante no contará con la certeza de saber si sus sueldos serán efectivamente cancelados o no.
Los trabajadores acusan que esto redundará en la labor de protección sobre el patrimonio del país, el cual “queda en total riesgo y se enfrenta a pérdidas irreversibles”.
Macarena Silva, vocera de la Asamblea de Trabajadores del organismo, dijo esperar que el próximo Gobierno revise los proyectos enviados al Congreso para reformar la institucionalidad del CMN.
“Queremos que el cambio sea participativo, porque nosotros no participamos en absoluto del diseño de las dos leyes que entraron al Congreso en el presente Gobierno. Además, es un error que ambas leyes hayan sido presentadas a la comisión de Cultura y Educación, cuando una de ellas le da atribuciones a la otra y no van a poder ser ejecutadas al final. En conjunto, lo que hacen ambas leyes es consolidar nuestra precariedad”, explicó.
La movilización contó con el apoyo de dirigentes de la Agrupación Nacional de Trabajadores Fiscales (ANEF), encabezados por su presidente, Raúl de la Puente, quien se refirió a la precariedad del trabajo en el sector público: “Vamos a apoyar a estas personas aun cuando no están afiliadas a nuestra organización, porque son servidores públicos y para que tengan un trato digno, un empleo estable y un trabajo decente”, explicó.
“Este país tan desarrollado y afiliado a la OCDE no puede tener este tipo de cosas. Ya tenemos un 70 por ciento de trabajadores con empleo precario y este ejemplo es aún peor que la situación general que tenemos los funcionarios públicos”, añadió.
Además de los funcionarios fiscales, los trabajadores del CMN estuvieron acompañados por representantes de la Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, quienes a través de su vocera, Rosario Carvajal, denunciaron el abandono que existe por parte del Estado de este tema: “No pueden entregar el total de sus funciones si no se garantizan las condiciones mínimas laborales para que puedan desempeñar una función a la altura de lo que el Estado les ha encomendado, que es la protección del patrimonio de nuestro país”, aseguró.
“Tenemos un CMN centralizado en Santiago, sin participación de los trabajadores ni de la ciudadanía. Esto ha sido denunciado por años y han sido las organizaciones ciudadanas las que han puesto este tema en la agenda pública”, cuestionó.
El CMN administra 1.177 Monumentos Históricos, 1.380 Monumentos Públicos, 116 Zonas Típicas o pintorescas y 42 santuarios de la naturaleza, además de todo el patrimonio paleontológico y arqueológico del país. Pese a esto, sólo cuenta con el dos por ciento del presupuesto nacional destinado a cultura.
La Asamblea de Trabajadores se encuentra movilizada indefinidamente debido a la “precariedad laboral y la falta de una planta funcionaria que permita el efectivo desarrollo de su labor”, aseguran.
Con una movilización frente a La Moneda, los trabajadores del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) se movilizaron por primera vez en la historia del servicio y denunciaron una serie de irregularidades y precarias condiciones de trabajo.
La molestia la detonó el rechazo por parte del ministerio de Hacienda a una solicitud para que se cambiara la glosa presupuestaria de personal, con el fin de mejorar sus condiciones laborales.
A juicio de los funcionarios, dicha negativa responde a una lógica estatal subsidiaria, reflejada en la externalización de la función pública de este servicio desde ya hace algunos años, lo que los ha llevado a un nivel de “colapso institucional”.
De hecho, de mantenerse la glosa como está, el personal del servicio podría reducirse en cerca de un 30% y otra parte importante no contará con la certeza de saber si sus sueldos serán efectivamente cancelados o no.
Los trabajadores acusan que esto redundará en la labor de protección sobre el patrimonio del país, el cual “queda en total riesgo y se enfrenta a pérdidas irreversibles”.
Macarena Silva, vocera de la Asamblea de Trabajadores del organismo, dijo esperar que el próximo Gobierno revise los proyectos enviados al Congreso para reformar la institucionalidad del CMN.
“Queremos que el cambio sea participativo, porque nosotros no participamos en absoluto del diseño de las dos leyes que entraron al Congreso en el presente Gobierno. Además, es un error que ambas leyes hayan sido presentadas a la comisión de Cultura y Educación, cuando una de ellas le da atribuciones a la otra y no van a poder ser ejecutadas al final. En conjunto, lo que hacen ambas leyes es consolidar nuestra precariedad”, explicó.
La movilización contó con el apoyo de dirigentes de la Agrupación Nacional de Trabajadores Fiscales (ANEF), encabezados por su presidente, Raúl de la Puente, quien se refirió a la precariedad del trabajo en el sector público: “Vamos a apoyar a estas personas aun cuando no están afiliadas a nuestra organización, porque son servidores públicos y para que tengan un trato digno, un empleo estable y un trabajo decente”, explicó.
“Este país tan desarrollado y afiliado a la OCDE no puede tener este tipo de cosas. Ya tenemos un 70 por ciento de trabajadores con empleo precario y este ejemplo es aún peor que la situación general que tenemos los funcionarios públicos”, añadió.
Además de los funcionarios fiscales, los trabajadores del CMN estuvieron acompañados por representantes de la Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, quienes a través de su vocera, Rosario Carvajal, denunciaron el abandono que existe por parte del Estado de este tema: “No pueden entregar el total de sus funciones si no se garantizan las condiciones mínimas laborales para que puedan desempeñar una función a la altura de lo que el Estado les ha encomendado, que es la protección del patrimonio de nuestro país”, aseguró.
“Tenemos un CMN centralizado en Santiago, sin participación de los trabajadores ni de la ciudadanía. Esto ha sido denunciado por años y han sido las organizaciones ciudadanas las que han puesto este tema en la agenda pública”, cuestionó.
El CMN administra 1.177 Monumentos Históricos, 1.380 Monumentos Públicos, 116 Zonas Típicas o pintorescas y 42 santuarios de la naturaleza, además de todo el patrimonio paleontológico y arqueológico del país. Pese a esto, sólo cuenta con el dos por ciento del presupuesto nacional destinado a cultura.
La Asamblea de Trabajadores se encuentra movilizada indefinidamente debido a la “precariedad laboral y la falta de una planta funcionaria que permita el efectivo desarrollo de su labor”, aseguran.
