Mejorar la evaluación y aumentar la base de datos del cuestionario es el objetivo de la licitación donde se invertirán hasta dos mil 900 millones de pesos, para crear nuevas preguntas en las asignaturas de Lenguaje, Matemáticas, Historia y Ciencias.
El concurso público es parte de las exigencias para lograr estándares internacionales, señala la agencia. Asimismo, Contraloría tiene conocimiento del proceso y en tres meses debe designar al ganador.
El director del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (Opech), Jesús Redondo, señaló que es una iniciativa en la línea de privatizar todas las materias de la educación estatal y que precariza los instrumentos con los que se pretende hacer políticas públicas.
“A nivel internacional las empresas que se dedican a la generación de pruebas para estándares, les interesa que sean los más privatizadas posibles para poder hacer negocios en el extranjero”, expresó.
Redondo agregó que un informe reciente de la Universidad de Harvard, apunta que el Simce es un instrumento que no cumple parámetros suficientes para ser validado ni hacer políticas públicas, y finaliza señalando que si se pretende una reforma educativa seria, lo primero es reducir el Simce a una prueba muestral y no una forma de control que desvía los contenidos en aula hacia la prueba por encima del programa.
En tanto, el presidente del directorio de la fundación Educación 2020, Mario Waissbluth, compartió la mirada Redondo y afirmó que la prueba distorsiona el sistema educativo y fuerza a los profesores a estar orientando su docencia a la respuesta del test estandarizado.
“El problema de Chile es la obsesión con el Simce, tenerlo en segundo básico, cuarto básico, sexto básico, octavo básico, segundo medio y tercero medio inglés, es un daño grave al sistema educativo” criticó Waissbluth.
Desde el punto de vista de los estudiantes, el ex vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), Moisés Paredes, sostuvo que es preferible invertir el dinero de la licitación en contratar un grupo de expertos que diga los verdaderos efectos del Simce al interior de la sala de clases.
El dirigente estudiantil sostuvo que desearía que el Simce “asumiera que la medición de la calidad de la educación no pasa solo por lo que sucede en el aula, sino que también son importantes las habilidades blandas que hoy se llevan el 37 por ciento de la medición que se le hace al establecimiento y el resto una prueba estandarizada”.