Con esta etapa culmina la ronda de exposiciones de las partes litigantes en el marco del juicio oral contra tres centinelas y cinco oficiales de Gendarmería, por cuasidelitos de homicidios reiterados y lesiones reiteradas en el caso que investiga las responsabilidades del incendio de la cárcel de San Miguel.
Este martes culminaron los alegatos de la Fiscalía, la cual resaltó las principales evidencias que acreditan la existencia de los cuasidelitos reiterados y la participación culpable de los acusados en los mismos.
Los persecutores enfatizaron en las omisiones y negligencias cometidas en materia de seguridad del recinto carcelario, la falta de rondas y labores de vigilancia de los internos y la falta de un aviso oportuno de las situaciones irregulares desde la medianoche.
En su intervención, el fiscal regional Raúl Guzmán sostuvo que las más de cuatro mil pruebas y declaraciones de testigos y peritos, acreditan que el incendio se generó a partir del consumo de alcohol artesanal.
A juicio del persecutor este hecho fue corroborado en la exposición hecha por la defensa: “Lo que ocurre es que ese es un contexto dentro del cual, producto precisamente de los estados de efervescencia que provoca la ingesta de alcohol con una pelea posterior, en donde tal como se señaló en las cláusulas en el Ministerio Público, hubo evidencia y los propios centinelas vieron cuando se traspasaban elementos cortopunzantes y lanzas desde el tercer al cuarto piso. Eso era una manifestación evidente de que se tenía que alertar a la guardia interna, para que interviniera, cuestión que no se hizo y es una omisión que es causa de este incendio y del fallecimiento de las personas”, dijo.
Desde la parte acusada insisten en que no estaban dadas las condiciones físicas en el recinto para que se pudiera acudir en auxilio de los internos, una vez declarado el siniestro.
Así lo expuso el defensor penal, Juan Pablo Gómez: “En muchos hogares, incluso de adultos mayores, existen cierres, pestillos y candados que por lo general se ubican en los planos de altura. En una situación de incendio, el calor y el humo ascienden, por lo tanto una persona muy probablemente se va a ver impedida de poder abrir un candado que se encuentre a dos metros de altura. Eso fue lo que ocurrió”, sostuvo.
Los familiares confían en que se dicte una sentencia condenatoria por parte de los jueces y afirman que esperarán a lo que ocurra la próxima semana para determinar los pasos a seguir.
Angélica Yáñez, hermana de Andrés Cabrera quien fue una de las víctimas del incendio, cree que los argumentos presentados por la defensa carecen de fundamento: “Gendarmería dice que no tuvo oportunidad para ayudar a los presos. Yo creo que están mintiendo, porque si entre las cuatro y las cinco (de la madrugada) empezaron las discusiones, con insultos y garabatos, cómo ellos no actuaron en ese momento, considerando que los internos del ala norte empezaron a protestar golpeando los fierros y las latas, que es una señal de algo malo está pasando”, afirmó.
Durante este juicio, la Fiscalía presentó 154 testigos, 59 pruebas materiales, 272 pruebas documentales, 63 peritos, 24 informes de ADN, 3.331 fotografías, 92 láminas referenciales, 257 secuencias fijas y 25 CD y DVD.
Los persecutores solicitan una pena de cinco años y un día para los centinelas y siete años y un día para los oficiales de gendarmería. El veredicto se dará a conocer la próxima semana.