La Presidenta Michelle Bachelet anunció un nuevo “bono de enseres” para damnificados del incendio de Valparaíso. Asimismo, al inicio de la nueva administración se realizó la primera entrega del bono permanente de marzo.
Las políticas de bonos se han vuelto frecuentes, lo que no deja indiferentes a especialistas económicos, sociales y políticos.
El presidente de la fundación Superación de la Pobreza, Juan Carlos Feres, insistió en que la entrega monetaria no debiera ser entendida como una política que sustituya a aquellas que apuntan a los problemas de fondo. Al respecto explicó que estos dependen “de cuál sea el propósito, la oportunidad, la población beneficiaria, los montos, etcétera, pero siempre van a ser de carácter subsidiario, nunca van a reemplazar del todo a aquello que debe hacerse y que, en definitiva, nos lleva a que sea innecesario aplicar ese tipo de medidas”, dijo.
En la misma línea, Tomás Duval, Magíster en Ciencia Política, explicó que los bonos no se pueden concebir como política pública, puesto que para ello, debieran ser permanentes y focalizados, viéndose los efectos que producen.
Duval ejemplificó con que respecto del “bono de enseres”, la política pública es la reconstrucción: “Los bonos son una forma de entrega paliativa en circunstancias determinadas, pero no una política de largo plazo. Es más bien asistencialista desde ese punto de vista”, aseguró.
Distinta es la percepción del economista y Tesorero General de la República, Hernán Frigolett, quien argumenta que mientras persista la mala distribución del ingreso en el país, la política asistencial bien administrada aparece como una opción válida. “Hoy Chile tiene un sistema de información y levantamiento de aquellos que son los potenciales beneficiarios, para que efectivamente la canalización de los recursos sea la más adecuada. En ese sentido, la política tiende a ser cada vez más efectiva”, aseguró.
Cecilia Cifuentes, economista Senior de Libertad y Desarrollo, diferenció entre la ayuda por el incendio en una situación de emergencia, de la política de bonos, la cual reprochó por sustituir políticas sociales del Estado con alivios transitorios: “Como política social, claro que es preferible por ejemplo que los recursos que se destinan al bono marzo, que es una cantidad muy grande, destinarlas a capacitación, a políticas como el ingreso ético familiar, en el sentido de que esto no sea sólo un alivio monetario, sino que de alguna forma vaya permitiendo a las personas salir de la situación de pobreza en la que se encuentran. El bono marzo no lo logra para nada”, explicó.
La economista añadió que el bono marzo costaba lo mismo que las políticas de capacitación laboral del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE) y son más efectivas para resolver la situación de pobreza en forma permanente.