Hija de Juan Radrigán estrena obra basada en fusilamiento ocurrido en 1955
Flavia Radrigán recoge la historia de "El Criollito", condenado por matar y robar a un sastre, en "De las historias privadas de Dios, tomo 1", que se estrena este jueves 8 en Matucana 100.
Diario Uchile
Miércoles 30 de abril 2014 12:49 hrs.
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Un hecho real, el fusilamiento de Alberto Cabrera Muñoz “El Criollito”, en 1955, es el punto de partida desde donde la dramaturga Flavia Radrigán revisa una relación madre-hija plagada de mentiras.
De las historias privadas de Dios, tomo 1 se titula la obra que recoge la muerte de Cabrera y sus imaginadas consecuencias y que se estrena este jueves 8 en el Centro Cultural Matucana 100.
Es el primer estreno de la compañía Chivo Expiatorio, formada por Flavia y por el director Aldo Droguett, que ya tiene en carpeta una nueva entrega para fines de año.
“La obra surge de un cuento que yo escribí llamado Tiro de gracia, ya que quería escribir un libro con lo que pasaba con las hijas de los fusilados, con las hijas de los asesinos. Leyendo casos encontré el del ‘Criollito’, que mató a un sastre para llevarse dos ternos y un poco de plata. Hice toda la investigación a través de la prensa de la época y del historial de los últimos fusilados”, explicó la autora, hija de Juan Radrigán y directora de la Escuela de Artes de la Universidad de Las Américas.
Aldo Droguett y Flavia Radrigán.
Además de investigar, Flavia Radrigán recorrió el barrio Franklin, donde vivió su infancia en una casa donde su madre y su tía escuchaban tango: “Mi abuela trabajaba en las Cachas Grandes, un restaurante donde iban a comer los matarifes y donde la protagonista de la obra conoció al Criollito. Fui a la casa del sastre y es verdad que su hija enloqueció y que su mujer se llamaba Frida, como dice el texto”, indicó.
Para contar la historia, la dramaturga se puso en el lugar de la novia que dejó “El Criollito” y ficcionó que estaba embarazada al momento del ajusticiamiento: “La madre no olvida al muerto, sola y embarazada cría a su hija como si el padre siguiera con ellas, alterando el tiempo y los hechos. Le cuenta que fue un detenido desaparecido e incluso va a la Vicaría. Pero la hija se entera de la verdad leyendo viejos diarios”, dijo.
Entonces se desata la crisis entre madre e hija, interpretadas por Carmen Disa Gutiérrez y Marcela Solervicens, respectivamente. Entre ellas está siempre el fantasma del “Criollito”, encarnado por Pedro Vicuña.
De las historias privadas… significa también el retorno de Aldo Droguett (Titus Andronicus, Combate de negros y de perros, Jezabel) a la dirección teatral. “La fortaleza mayor del texto es el entramado de acciones que propone la creación de un universo caótico y nihilista, que enfrenta al personaje de Camila, la hija, con la toma de decisiones existenciales, respecto a un pasado fragmentado, un presente incierto y un futuro de cambio”, afirmó.
De las historias privadas de Dios, tomo 1 se presentará de jueves a domingo, hasta el 1 de junio, en el Centro Cultural Matucana 100. Las entradas tienen valores de $5.000 (general), $3.000 (estudiantes y tercera edad) y $2.000 (jueves populares).
Un hecho real, el fusilamiento de Alberto Cabrera Muñoz “El Criollito”, en 1955, es el punto de partida desde donde la dramaturga Flavia Radrigán revisa una relación madre-hija plagada de mentiras.
De las historias privadas de Dios, tomo 1 se titula la obra que recoge la muerte de Cabrera y sus imaginadas consecuencias y que se estrena este jueves 8 en el Centro Cultural Matucana 100.
Es el primer estreno de la compañía Chivo Expiatorio, formada por Flavia y por el director Aldo Droguett, que ya tiene en carpeta una nueva entrega para fines de año.
“La obra surge de un cuento que yo escribí llamado Tiro de gracia, ya que quería escribir un libro con lo que pasaba con las hijas de los fusilados, con las hijas de los asesinos. Leyendo casos encontré el del ‘Criollito’, que mató a un sastre para llevarse dos ternos y un poco de plata. Hice toda la investigación a través de la prensa de la época y del historial de los últimos fusilados”, explicó la autora, hija de Juan Radrigán y directora de la Escuela de Artes de la Universidad de Las Américas.
Aldo Droguett y Flavia Radrigán.
Además de investigar, Flavia Radrigán recorrió el barrio Franklin, donde vivió su infancia en una casa donde su madre y su tía escuchaban tango: “Mi abuela trabajaba en las Cachas Grandes, un restaurante donde iban a comer los matarifes y donde la protagonista de la obra conoció al Criollito. Fui a la casa del sastre y es verdad que su hija enloqueció y que su mujer se llamaba Frida, como dice el texto”, indicó.
Para contar la historia, la dramaturga se puso en el lugar de la novia que dejó “El Criollito” y ficcionó que estaba embarazada al momento del ajusticiamiento: “La madre no olvida al muerto, sola y embarazada cría a su hija como si el padre siguiera con ellas, alterando el tiempo y los hechos. Le cuenta que fue un detenido desaparecido e incluso va a la Vicaría. Pero la hija se entera de la verdad leyendo viejos diarios”, dijo.
Entonces se desata la crisis entre madre e hija, interpretadas por Carmen Disa Gutiérrez y Marcela Solervicens, respectivamente. Entre ellas está siempre el fantasma del “Criollito”, encarnado por Pedro Vicuña.
De las historias privadas… significa también el retorno de Aldo Droguett (Titus Andronicus, Combate de negros y de perros, Jezabel) a la dirección teatral. “La fortaleza mayor del texto es el entramado de acciones que propone la creación de un universo caótico y nihilista, que enfrenta al personaje de Camila, la hija, con la toma de decisiones existenciales, respecto a un pasado fragmentado, un presente incierto y un futuro de cambio”, afirmó.
De las historias privadas de Dios, tomo 1 se presentará de jueves a domingo, hasta el 1 de junio, en el Centro Cultural Matucana 100. Las entradas tienen valores de $5.000 (general), $3.000 (estudiantes y tercera edad) y $2.000 (jueves populares).
Un hecho real, el fusilamiento de Alberto Cabrera Muñoz “El Criollito”, en 1955, es el punto de partida desde donde la dramaturga Flavia Radrigán revisa una relación madre-hija plagada de mentiras.
De las historias privadas de Dios, tomo 1 se titula la obra que recoge la muerte de Cabrera y sus imaginadas consecuencias y que se estrena este jueves 8 en el Centro Cultural Matucana 100.
Es el primer estreno de la compañía Chivo Expiatorio, formada por Flavia y por el director Aldo Droguett, que ya tiene en carpeta una nueva entrega para fines de año.
“La obra surge de un cuento que yo escribí llamado Tiro de gracia, ya que quería escribir un libro con lo que pasaba con las hijas de los fusilados, con las hijas de los asesinos. Leyendo casos encontré el del ‘Criollito’, que mató a un sastre para llevarse dos ternos y un poco de plata. Hice toda la investigación a través de la prensa de la época y del historial de los últimos fusilados”, explicó la autora, hija de Juan Radrigán y directora de la Escuela de Artes de la Universidad de Las Américas.
Aldo Droguett y Flavia Radrigán.
Además de investigar, Flavia Radrigán recorrió el barrio Franklin, donde vivió su infancia en una casa donde su madre y su tía escuchaban tango: “Mi abuela trabajaba en las Cachas Grandes, un restaurante donde iban a comer los matarifes y donde la protagonista de la obra conoció al Criollito. Fui a la casa del sastre y es verdad que su hija enloqueció y que su mujer se llamaba Frida, como dice el texto”, indicó.
Para contar la historia, la dramaturga se puso en el lugar de la novia que dejó “El Criollito” y ficcionó que estaba embarazada al momento del ajusticiamiento: “La madre no olvida al muerto, sola y embarazada cría a su hija como si el padre siguiera con ellas, alterando el tiempo y los hechos. Le cuenta que fue un detenido desaparecido e incluso va a la Vicaría. Pero la hija se entera de la verdad leyendo viejos diarios”, dijo.
Entonces se desata la crisis entre madre e hija, interpretadas por Carmen Disa Gutiérrez y Marcela Solervicens, respectivamente. Entre ellas está siempre el fantasma del “Criollito”, encarnado por Pedro Vicuña.
De las historias privadas… significa también el retorno de Aldo Droguett (Titus Andronicus, Combate de negros y de perros, Jezabel) a la dirección teatral. “La fortaleza mayor del texto es el entramado de acciones que propone la creación de un universo caótico y nihilista, que enfrenta al personaje de Camila, la hija, con la toma de decisiones existenciales, respecto a un pasado fragmentado, un presente incierto y un futuro de cambio”, afirmó.
De las historias privadas de Dios, tomo 1 se presentará de jueves a domingo, hasta el 1 de junio, en el Centro Cultural Matucana 100. Las entradas tienen valores de $5.000 (general), $3.000 (estudiantes y tercera edad) y $2.000 (jueves populares).
