La aprobación de la Presidenta Michelle Bachelet durante abril no varió significativamente, registrando un 53 por ciento, un punto menos que en marzo. Sin embargo, su rechazo se incrementó en doce puntos, alcanzando un 32 por ciento.
Esto, según la encuesta mensual de la empresa Adimark, que también establece que la gestión del Gobierno es aprobada con un punto más que la mandataria, mientras que el rechazo se instala en un 34 por ciento.
Según el documento, el aumento de doce puntos de rechazo a la Presidenta marca un incremento de la polarización entre los sectores políticos, como consecuencia de la aceleración de la agenda legislativa autoimpuesta por el Gobierno, a fin de avanzar en las principales reformas.
Para el director de Adimark, Roberto Méndez, las encuestas siguen mostrando una aprobación bastante alta, por lo que el 21 de mayo debiera ser un momento positivo para el Gobierno.
“Se podría calificar de una verdadera arremetida, la velocidad con la cual el Gobierno ha desplegado sus proyectos, especialmente el tributario, que fue casi inmediato. Pero también se están presentando las reformas políticas, como el binominal, y también el tema educacional está cercano. Realmente es una cosa que ha sido muy fuerte”, explica.
Otro de los aspectos destacables es que solo ocho de los 23 integrantes del gabinete registran un nivel de conocimiento superior al 40 por ciento, por parte de los encuestados. Entre ellos, el peor evaluado es el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, con un 57 por ciento.
Méndez cree que la verdadera prueba para el Gobierno será el debate en torno a la reforma educacional, lo que podría repercutir en movimientos importantes respecto de los índices que rescata el estudio.
“Es imposible que se puedan cumplir las expectativas de todos” apunta el analista, que proyecta un escenario complejo para el Ejecutivo en esta materia.
En opinión del senador RN Alberto Espina, se trata de un estudio que da cuenta del deterioro de la imagen del Gobierno, como un efecto de las reformas, insistiendo en que afectan a la clase media.
En ese contexto, el parlamentario plantea que la estrategia del Ejecutivo ha sido errada. “Yo creo que fue muy agresiva, porque en estos temas es necesario escuchar y dialogar, y abrirse a que los proyectos puedan mejorarse. Una cosa es cuando parte un proyecto, sobre el que uno puede tener una opinión determinada, y otra cosa es cómo termina”.
Por ello, asegura que “cuando el Gobierno quiere pasar la aplanadora y los proyectos los tramita rápidamente, y habla de una retroexcavadora, da la sensación de querer desechar todos los esfuerzos, que ha hecho la propia Concertación durante los últimos cuatro años”.
Por su parte, el senador DC Jorge Pizarro afirma que esta encuesta refleja que existe un Gobierno que aun se está instalando, con ministros todavía no muy conocidos, aunque con un balance que arroja una evaluación positiva.
Sobre la agenda legislativa, Pizarro manifiesta que “las medidas se han ido cumpliendo más rápido de lo que pensábamos”, por lo que sostiene que una de las causas podría ser la campaña de desprestigio que impulsa la Alianza.
“Creo que tiene que ver con esta campaña casi del terror que algunos sectores han desarrollado, diciéndole a todo el mundo que la reforma tributaria afectará a la gente más modesta y a los sectores medios, lo que no es así. Tal vez ahí es donde hay una explicación sobre el alza del rechazo”, aclara.
Una de las preocupaciones en el Gobierno es la distancia entre el 53 por ciento de aprobación de Michelle Bachelet y el 84 por ciento que alcanzó al término de su anterior mandato.