Universidades “de vocación pública” piden espacio en discusión de Reforma

El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, recibió el apoyo de rectores de universidad privadas autodenominadas “de vocación pública y social”, en los lineamientos que ha planteado el Gobierno para la reforma en la materia. Rectores como Gutenberg Martínez aseguran querer participar de la elaboración de proyectos de ley y se desmarcan de la posición expresada anteriormente por el G-9 o planteles privados tradicionales.

El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, recibió el apoyo de rectores de universidad privadas autodenominadas “de vocación pública y social”, en los lineamientos que ha planteado el Gobierno para la reforma en la materia. Rectores como Gutenberg Martínez aseguran querer participar de la elaboración de proyectos de ley y se desmarcan de la posición expresada anteriormente por el G-9 o planteles privados tradicionales.

José Bengoa de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Rafael Rosell de la Universidad Central, Jorge Baeza, de la Universidad Católica Raúl Silva Henríquez y Gutemberg Martínez de la Universidad Miguel de Cervantes, conforman el grupo que llegó esta mañana al Mineduc.

Luego de conversar por más de una hora con el ministro Nicolás Eyzaguirre, se declararon “satisfechos” de la reunión y se definieron como instituciones que apoyan “el proyecto de fortalecimiento de la educación pública como eje del país”.

El rector de la U. Central, Rafael Rosell, aseguró que no existe ningún tipo de preocupación de estos planteles por la agenda del Gobierno, pero subrayó “que nos preocupe sobre manera, ninguno. Nos gustaría sí, participar en todos y dar nuestra opinión y conversar con respecto a cada uno de ellos para mantener la autonomía universitaria, creemos imprescindible si, el proyecto de Superintendencia de Educación Superior”.

Gutemberg Martínez, un cuestionado militante democratacristiano por diversos casos y además de reconocida vinculación con el cuestionado ex rector de la Universidad Pedro de Valdivia Ángel Maulén, a través de una sociedad inmobiliaria, aseguró que se presentaron en una actitud de diálogo a favor de una visión sistémica de todo el paradigma educativo.

Asegurando que se apoyan iniciativas como el interventor en instituciones de educación superior, pidió profundizar la discusión sobre acreditación de planteles “depende de cómo se conceptualice la acreditación, depende de cómo se conceptualice la autonomía, o sea si la acreditación es una condición para ser universidad tendrá que ser obligatoria, si el licenciamiento es la condición para ser universidad no se justifica que el licenciamiento se repita indefinidamente en el tiempo, entonces es un proceso mucho más complejo, no es una sola cosa”, concluyó.

Sobre el proyecto de administrador provisional o de cierre, el rector Bengoa de la UAHC, dijo respaldar totalmente de manera personal, esa iniciativa, agregando que “creo que interpreto a mi Universidad, estamos de acuerdo con eso, estamos de acuerdo que hay universidades que realmente están en una crisis muy grande y los estudiantes no pueden quedar botados”.

Bengoa destacó que “en ese sentido, la experiencia de la Universidad del Mar es una muy mala experiencia, a los cabros se los dejó tirados, a los cabros se los dejó botados y por lo tanto me parece muy bien, de responsabilidad del estado chileno de que haga algo con las universidades y sobre todo, con los estudiantes de las universidades que tienen problemas”.

El grupo si mostró una disposición distinta a la que dejó ver el G-9, planteles privados tradicionales que integran el CRUCH y que rechazaron un “trato preferente” del Estado para las instituciones fiscales.

Aseguraron que esto se justifica cuando el centro del sistema es la educación pública y descartaron la defensa de cualquier tipo de interés en materia económica, llamando además a asumir una postura similar con las universidades que se proyectan en regiones.





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