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Año XVI, 20 de abril de 2024


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Clínica Los Coihues y la inconsecuencia


Lunes 12 de mayo 2014 9:32 hrs.


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Creo fielmente que una de las cosas más importantes que debe existir entre un ser humano y otro es el respetar un compromiso.

Hace un tiempo atrás, escribí una columna de manera muy enfática respecto al hecho de que la rehabilitación física en nuestro país ES un lucro, al igual que la educación. En mi largo período de rehabilitación post-accidente, estuve siendo ‘usuaria’ de la Clínica Los Coihues durante 1 año y medio.

¿Suerte? No.

Durante mi rehabilitación se cancelaron 5 millones y medio de pesos al mes! Porque ese es el ‘costo’ de rehabilitarse en este país, o caes en un servicio público donde tu rehabilitación depende de qué tan larga sea la fila de espera y mientras este reloj de arena avanza en tu contra, tus posibilidades de ser un ser humano funcional son prácticamente nulas.

¿Tenía esa plata para rehabilitarme? No.

Se vendió un terreno con el que mi padre comenzaba a edificar una casa que siempre añoró, se realizaron bingos, peñas, tallarinatas, rifas, tocatas, ventas de ropa usada, seminarios de Aikido, hasta mis amigos de la Orquesta Sinfónica de Chile realizaron un evento a mi beneficio. Todo para que yo pudiera rehabilitarme en ese ‘lugar’.

Han pasado casi 10 años, y a medida que fue pasando el tiempo, el Gerente General de la Clínica Los Coihues, Jaime Bertolotto, me pidió en innumerables ocasiones, prensa escrita, televisión, etc. contar mi historia como ejemplo extraordinario de rehabilitación, favor al cual siempre accedí.

Pero todo tiene su límite, ya que jamás les cobré 1 peso por ello, y el día que les dije ‘perfecto, pero ahora por mi rostro tienen que pagarme’ nunca más me llamaron. Saliendo a Flote es mi sueño, mi programa radial hecho realidad, y les hice una muy buena oferta a ellos como oportunidad de negocios para auspiciarlo y después de innumerables reuniones para que les bajara el valor del auspicio, accedieron. Su contrato era de un año. ESE era el compromiso.

En marzo fecha exacta 27, recibo un mail de línea y media, diciendo que ‘se pone fin al contrato con fecha 25 de marzo’. Ojo. Excusa: No está dentro del presupuesto.
¿Presupuesto? Jaime por favor fui usuaria y pagué mensualmente lo que vale un auto para rehabilitarme… Tal vez, otra excusa les queda mejor.

Tienen slogan y speech de inclusividad, de inclusión laboral, de apoyo a nuestros ‘usuarios’ que quedan flotando como grasa luego de una sopa recalentada.

No respetaron el contrato, no fueron consecuentes, no me llamaron por teléfono, no escribieron a la radio, no se dieron el tiempo ni siquiera de leer lo que decía ‘avisar con un plazo mínimo de 30 días’, no cumplieron con el compromiso que realizaron conmigo, y que hice CIENTOS de cosas gratuitas para ti Jaime Bertolotto.

Hoy con toda autoridad y certeza puedo decir que lo que soy, una tremenda mujer, trabajadora, esforzada, agradecida, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, conductora radial del único programa dedicado a la discapacidad de nuestro país Saliendo a Flote, columnista del Diario Electrónico de la Radio Universidad de Chile, Conferencista, Diplomada en Nutrición y Dietética y Diplomada en Neurociencias para la Educación por la misma casa de estudios es por 2 grandes razones: Mi actitud de guerrera de toda la vida y mis terapeutas que hoy son grandes amigos.

Gracias Michel Manríquez por haber sido la primera persona que me recibió con mi primera sesión de kinesiología, gracias Marcela Navarro por enseñarme a perderle miedo a sentarme nuevamente, gracias María Teresa Vásquez por tus eternas terapias de fortalecimiento de cuello, gracias Paola Castro y Paola Godoy por trabajar fuertemente con mi control de tronco, gracias Gonzalo Rivera porque no me equivoqué al elegirte, el no dejarme ni un minuto de descanso hoy me permiten mover mi silla, gracias Roberto Vera y Rodrigo Torres por mi capacidad respiratoria. Gracias Carolina Vizcarra por mantener siempre tu ojo crítico en mi acondicionamiento físico. Gracias Carola Valdés y Osvaldo Castro porque sin ustedes no podría redactar este correo. Gracias a Dra. Francisca Paravic, Dra. Yunchoy Sánchez, Dr. Marcelo Vargas por ser siempre seres hermosamente incondicionales. Y María Teresa Baez, Maite, gracias, gracias siempre por estar en este ‘crecimiento eterno’ desde el corazón.

Jaime Bertolotto, las personas mencionadas anteriormente son las que realizan la vinculación y el trabajo real. NO la Clínica.

Continúen con su lucro, inconsecuencia y testimonios gratuitos.

Saliendo a Flote sigue al aire con más fuerza que nunca porque Masterdog cree que es un extraordinario programa, al igual que miles y miles de radioauditores.

Yo no formo parte de ese negocio, el negocio de la rehabilitación, el negocio del abuso, del miserable negocio del poder.

Y seguiré luchando, no bajaré mis brazos hasta que esto sea un derecho.