El alcohol es considerado como una de las drogas más consumidas en el mundo entero y su uso genera graves y costosos problemas sociales. En el país las autoridades han abordado el problema con la “Estrategia Nacional de Drogas y Alcohol 2011-2014”, que pretende reducir la demanda de alcohol en un 15%, con énfasis en los grupos más vulnerables y jóvenes, y reducir en un 20% los accidentes de tránsito vínculos al exceso de alcohol, hasta finalizar el período del actual gobierno.
El doctor Carlos Ibáñez, de la Unidad de Adicciones de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de la U. de Chile, insiste que la autoridades no han considerado las recomendaciones de los organismos internacionales para enfrentar el problema y reducir el consumo problemático de alcohol.
“Dentro de las medidas de salud pública que son más corto efectivas y que demuestran especialmente un efecto en la disminución del consumo de alcohol, sobre en todo en poblaciones de menores recursos y también en disminuir el acceso a los jóvenes, es muy necesario volver a conversarlo y ponerle énfasis a que no se vaya a dejar esta oportunidad de lograr incorporar esto en la reforma tributaria”, explicó el especialista de la U. de Chile.
Ibáñez enfatizó que las medidas necesarias para abordar el tema, son aquellas que restrinjan el acceso al alcohol, como aumentar los precios, no vender a menores de edad y buscar la sanción de aquellas personas que manejen en estado de ebriedad, medidas que aclara, están avaladas en todos los estudios conocidos.
Por su parte el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara, el diputado del PPD Marco Antonio Núñez, destacó que “queremos un Chile distinto, un Chile donde el consumo de drogas legales como el alcohol no tenga efectos tan negativos sobre la salud de las personas, sobre nuestra economía, eso significa que la reforma tributaria orientada a elevar los impuesto de los alcoholes no solo es correcta desde el punto de vista de la recaudación, sino también es correcta desde el punto de vista de disminuir el consumo por la vía de aumentar el precio directo a las personas que lo compran”.
El diputado PPD agrega que es necesario acompañar este debate con campaña de educación orientadas a jóvenes, que permitan dejar atrás esa conducta cultural, poniendo en perspectiva que es una conducta nociva para la salud, que pone en riesgo a otros.
Según los especialistas, si se contrasta con el daño que produce el alcohol a la población, no hay duda que económicamente, es mucho más costoso mantener este alto consumo que poner en el debate el incremento de los impuestos en una futura reforma tributaria, que en estos momentos exhibe cifras de chilenos consumiendo anualmente una media de 5.5 litros de alcohol.