Después de varias horas los jóvenes aceptaron las condiciones de la Municipalidad de Santiago pese a que, horas antes, la alcaldesa Carolina Tohá, había sostenido que no se permitirán las tomas en la comuna, dado que los manifestantes son menores de edad y no tienen total control de la situación.

Los alumnos sin embargo, mantenían su postura de seguir adelante con la movilización, rechazaban tener responsabilidad en el amago de incendio y pedían que se respetara su democracia interna. Además, contaban con el respaldo del Centro de Padres. Ante esto la municipalidad se abrió a dialogar.

Por varias horas se extendió la cita en la que también participaron el rector Fernando Pérez y la directora de la dirección de educación municipal, María Luisa Rivera, instancia en que la alcaldía exigió a los estudiantes que dos profesores pernoctaran esta noche en el recinto con el fin de velar por la integridad de los estudiantes, evitar sucesos como el de la noche anterior. Con esto se evitaría un desalojo, que había sido el fantasma de las negociaciones.

La alcaldesa fue enfática en que no se podía seguir permitiendo que la seguridad de los estudiantes corriera riesgo”. Para la autoridad comunal, este acuerdo permite velar por la integridad física de los estudiantes, además de evitar posibles problemas por la presencia de personas ajenas al establecimiento.

Así se permitió la continuidad de la toma hasta este jueves, fecha previamente acordad por los alumnos para volver a votar si siguen o no con esta medida de presión, motivada, recordemos, por la oposición de los estudiantes a la Reforma Educacional la que, afirman, se elaboró “a espaldas de la ciudadanía”.