Ahora el ex jefe del ejército egipcio ganó las elecciones con más del 93% de los votos, devolviendo el poder del ejército 11 meses después de la destitución del único presidente civil, el islamista Mohamed Mursi.
Otros candidatos reconocieron la derrota cuestionando el proceso ante las cifras de participación que no superaban el 46%, aunque de todas formas el competidor que le seguía no logró más de un 3% de los sufragios.
Pero, ¿qué significa la llegada de Al Sisi al poder? Varios expertos coinciden en que se retorna a las libertades restringidas y a la falta de democracia, en resumen, al mismo punto previo a la llamada “Primavera Árabe”.
Gilberto Aranda, del Instituto de Estudios Internacionales de nuestra casa de estudios aseguró que el proceso social en Egipto sufrió un “giro gatopardesco”, y que hoy se puede pensar que en un tiempo más volvería a estallar la indignación del movimiento social.
“La lógica de poder están bastante raras constituidas, lo único diferente que tenemos a un sector dela población que ha probado que es capaz de movilizarse y de alguna manera presionar para ciertos cambios, sin embargo es probable que tengamos que esperar otro tiempo antes de ver qué nuevamente Egipto entra en un ciclo de cambios profundos, dado que en esta ocasión aparentemente no han ocurrido”, concluyó Gilberto Aranda.
Eugenio Chahuán, académico del Centro de Estudios Árabes de la Universidad de Chile aseguró que se dio un proceso electoral particular, extenso y además prorrogado, con cifras que muestran una clara irregularidad.
Chahúan explicó que “es un proceso bastante poco transparente y bajo condiciones bastante excepcionales, por lo tanto estos porcentajes no dicen mucho si uno ve cuando hacía elecciones Hosni Mubarak, a veces ganaba por el 98% de los votos, o cuando hacía elecciones Hussein bueno también, o las elecciones en Siria, por lo tanto yo diría que el hecho del resultado electoral no dice mucho de la calidad de la democracia de estos países”.
El experto agregó que se debe observar con atención las relaciones internacionales en que se maneja el nuevo presidente egipcio.
El analista internacional, precisó que “aquí hay un tema que no es menor hay que entender que Al Sisi en cierta manera es el candidato de Estados Unidos, el candidato que acomoda Israel, el candidato que también deja en buena posición de la Comunidad Europea, por lo tanto no creo esté siendo apoyado por sectores importantes de los países del Golfo como Arabia Saudita, están financiando y por lo tanto, a nivel de esas relaciones no va a tener mayores inconvenientes”
Los especialistas coinciden en que los factores que movilizaron a la población en 2011 están vigentes, por lo que haría falta el paso del tiempo, la implementación de políticas por parte del Presidente Al Sisi para ver una vez más el florecimiento de la llamada “Primavera Árabe”.