“La idea es promover nuestro acervo y la educación intercultural”, de esta manera definió la iniciativa el coordinador del recién inaugurado Centro de Patrimonio Inmaterial de la Biblioteca Nacional, Rodrigo Aravena.
La institución de resguardo reúne el material que desde 1993 conserva el Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares y la Biblioteca del Mundo Rural e Indígena José María Arguedas.
Ambos sitios complementan la oralidad y su contexto, explica Aravena, ya que “estamos convencidos que para conservar el patrimonio cultural inmaterial no basta con proteger la manifestación, por ejemplo, si sólo recuperáramos el canto campesino y no nos preocupáramos del espacio donde se desarrolla, como es el campo, no estaríamos cumpliendo con la función de preservar y salvaguardar”.
De cantoras a Parra
En este Centro se encuentran los manuscritos de Roberto Parra, y las grabaciones en terreno de cantoras del valle del Itata. Asimismo, conserva los documentos acerca de cómo se vive en el campo, las reformas agrarias, los cultivos, y la lira popular, entre otras materias.
Además, durante la inauguración se firmó un convenio de Colaboración con la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Conadi, que tiene por finalidad crear una Biblioteca Digital de Pueblos Originarios para la divulgación del patrimonio indígena chileno.
“Se hizo un barrido de los libros que pertenecían a la biblioteca Arguedas y los textos que ha publicado la Conadi, todo eso suma cerca de 25 mil páginas que vamos a digitalizar para ponerla en esta biblioteca de pueblos originarios”, cuenta el jefe de colecciones especiales y digitales de la Biblioteca Nacional, Roberto Aguirre. Y agrega que “de esta forma queremos aportar a la inclusión y al conocimiento de estas culturas”.
Para concretar la iniciativa, se creó un comité editorial que incluye a comunidades y especialistas, “para trabajar de manera conjunta, no sólo los contenidos, sino también con una interfaz multilingüe”, sentencia Aguirre, quien considera que el resultado de estas labores se podrán ver en cinco meses más.
Patrimonio inmaterial
Fue el año 2003 cuando la Unesco firmó la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, y recién el 2008 el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) lo integró a sus trabajos.
“El diagnóstico es que no basta con la recopilación, también hay que aportar y devolver a las comunidades lo que se ha obtenido de ellas”, dice el coordinador del Centro. Por lo mismo, se ha definido tres áreas de trabajo: El mejoramiento del acceso a las colecciones, la vinculación con el medio, y la elaboración de una agenda permanente de investigación y extensión cultural.