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Salud y educación movilizarían a ciudadanos en Chiloé

Como un “triunfo ciudadano” consideraron los habitantes de Ancud el acuerdo al que llegaron con las autoridades para acelerar la construcción del hospital comprometido para la comuna. Sin embargo, dirigentes vecinales y autoridades locales sostienen que este avance es solo un pequeño paso para la superación de diversas carencias en salud, educación y otras áreas.

Paula Correa

  Viernes 4 de julio 2014 21:35 hrs. 
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Por más de 30 horas se mantuvo incomunicada la Isla de Chiloé, ante la molestia de los vecinos al descubrir que el hospital de Ancud no estaba contemplado en la cartera de inversiones de este Gobierno.

Las movilizaciones comenzaron el 22 de junio pasado, luego de que los ciudadanos obtuvieran la información por Ley de Transparencia, constatando que uno de los compromisos centrales pactados con la administración anterior fue nuevamente postergado para el 2018.

Dicho compromiso surgió después de meses de protestas que comenzaron el año 2012 en la ciudad de Quellón y donde se logró incluso la presencia del anterior titular de Salud, Jaime Mañalich.

En esta oportunidad los habitantes exigían ver  a la nueva ministra, Helia Molina, ante lo que consideraban “un nuevo portazo en la cara”, por lo que insistieron en no deponer las acciones hasta que se llegara a un acuerdo.

En representación de la titular, el intendente de la región de Los Lagos, Nofal Abud, se refirió al compromiso acordado. “Es histórico para la región y es histórico para Ancud, porque se hace justicia con el anhelo de tener un hospital público lo antes posible”, declaró la autoridad.

Asimismo, confirmó que iniciarán la licitación del hospital para que esté en construcción el 2016 y que los ciudadanos puedan atenderse con un estándar de calidad dentro de la comuna.

En el programa “Semáforo” de nuestra emisora, Daniel Pantoja, presidente de la Junta de Vecinos Rurales de Ancud, afirmó que el acuerdo surgió de la presión y lo consideró como “un triunfo de la ciudadanía”.

Además, indicó que las manifestaciones se produjeron por la molestia ante el centralismo que impera en las decisiones del Gobierno. “Chiloé es como el apéndice del país, pude estar como no estar, a las autoridades les da lo mismo”, lamentó.

El dirigente añadió que “espontáneamente las organizaciones nos unimos y transformamos esta crisis en una oportunidad, para decirle al Gobierno que no se puede olvidar ni se puede pasar a llevar a una comunidad. Por lo tanto, con esta movilización que culminó después de 30 horas de paralizada la isla, logramos con el intendente que venía en representación de la ministra firmara un acuerdo”.

Pantoja aseguró que esto es sólo un primer paso ante las múltiples necesidades de la ciudadanía en salud primaria, el manejo de las postas, entre otras. Con esto coincidió la alcaldesa UDI, Soledad Moreno, en el programa “Aló Alcalde”.

“Realmente la salud es un temazo para toda nuestra gente, para nuestra isla. Tenemos casos tremendos, como comunas que son islas. Y realmente allí la salud primaria es lo único que tienen, así es que hay una carencia absoluta de hospital en algunas comunas”, indicó la alcaldesa de Ancud.

Por su parte, Claudio Vázquez, integrante de la Asamblea Social de Castro, afirmó que hay muchos de los compromisos adoptados por la administración Mañalich que no se han cumplido. “Hay un centro de diálisis en Quellón que se comprometió, está el recinto, pero no se ha implementado. Hay Centros de Salud Familiar (CESFAM) en la comuna de Dalcahue y Chonchi que no están implementados y las postas rurales que se iban a implementar, con dos funcionarios que cumplan turnos de 24 horas, no están operativas”, denunció.

El dirigente añadió que el problema fundamental es que los centros de salud no son resolutivos. “Cada vez que alguien tiene una situación compleja o grave tiene que viajar a otro lugar. En Chiloé existen 32 islas que son habitables y el tránsito es difícil. Muchas veces las personas tienen que caminar, llegar a un embarcadero, llegar a una posta rural y en eso pasa mucho tiempo. Muchas veces en esa situación la gente muere, porque no alcanza a atenderse a tiempo”, afirmó en línea con lo que hicieron los chilotes en las primeras movilizaciones.

En ese sentido, indicó que el indexador de salud debe tener un componente económico distinto al que entrega el Estado como per cápita, porque hay una condición geográfica rural y cultural que es distinta. “Nosotros decimos que aquí tiene que existir un incentivo por la insularidad y esa demanda no ha sido recogida por ninguno de los gobiernos”, aseguró.

Pero hay otros temas donde las asambleas ciudadanas y las autoridades coinciden en que se necesita trabajar, como la educación, considerando el aislamiento que existe en Chiloé. Así lo expresó también Claudio Vázquez.

“Es sumamente complejo, porque cada persona que desea estudiar lo que tiene que hacer es salir de la isla, es irse de Chiloé. Nosotros creemos que los habitantes de Chiloé tienen el mismo derecho a una educación pública y de calidad que los habitantes de otros territorios del país”. Por ello, apuntó que una forma de garantizar el acceso al derecho es que existan instituciones que impartan esas carreras en el territorio.

Esto, cuando han llegado una serie de institutos que imparten algunas carreras técnicas que representan una solución para algunas personas. Además, no existe ninguna carrera que tenga pertinencia cultural y laboral respecto de Chiloé, donde hay desarrollo agrícola, pesquero y turístico, es decir, que no tienen que ver con la idiosincrasia cultural de la zona.

En síntesis, los dirigentes señalaron que si bien hay mucho que solucionar en salud, posiblemente la educación sea el siguiente tema que podría generar demandas. Al menos desde las asambleas ciudadanas, señalan que existe la voluntad de movilizarse para conseguir que avance en una solución a temas que consideran centrales para el desarrollo de la isla.

Pero también aseguran que existe mucho trabajo pendiente en los temas de la iluminación y acceso al agua, así como en conectividad, sobre todo con los caminos interiores. Es allí donde surge el puente sobre el Canal de Chacao como una posibilidad de dar un salto en la materia. Sin embargo, no hay consenso.

Si bien las autoridades destacan el puente como una necesidad, organizaciones ciudadanas y de pueblos indígenas afirman que es un tema impuesto desde afuera, por lo que llaman a las autoridades a escuchar “las reales necesidades de los chilotes”.

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