La última vez que José Antonio Escobar (1973) se presentó junto a la Orquesta Sinfónica fue en el año 2000, cuando estrenó el Concierto elegíaco de Leo Brouwer. Tuvieron que pasar 14 años para que volviera a actuar junto a la agrupación, esta vez para estrenar otra obra y tocar un clásico del repertorio para guitarra.
El viernes 11 y sábado 12 estará en el Teatro Universidad de Chile, con una orquesta que en esta ocasión será dirigida por Felipe Hidalgo.
José Antonio Escobar se formó en el Conservatorio de la Universidad de Chile con Ernesto Quezada y ha desarrollado su carrera principalmente en el extranjero. Vive en Barcelona y ha tocado en más de 30 países de Europa, América y Asia.
Por eso, dice, volver a tocar con la Sinfónica es especial: “Es una orquesta de músicos de alto nivel y también significa reencontrarme con amigos con quienes fuimos compañeros en el Conservatorio, como el mismo director, algunos percusionistas y chelistas. Incluso con uno fuimos compañeros de colegio y tocábamos juntos cuando chicos. Es bonito, porque es reencontrarme con parte de mi historia y es increíble cómo uno no se puede desprender de esa cosa emocional”, explica.
“Además, toda mi vida fui a los conciertos de la Sinfónica. Mi abuelo se compraba todos los abonos y en mi casa se iba mucho a los conciertos de la Sinfónica, entonces siempre supe de su tradición”, añade.
El programa de este fin de semana, denominado “Tierras ibéricas”, contempla el estreno en Chile de Nocturnos de Andalucía, de Lorenzo Palomo; las Danzas fantásticas para orquesta, de Joaquín Turina; la suite de ballet El amor brujo, de Manuel de Falla; y una de las piezas más populares del repertorio para guitarra: el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo.
El autor la compuso en 1939 para el guitarrista Regino Sainz de la Maza, quien la estrenó al año siguiente en Barcelona. Desde entonces se ha transformado en una invitada habitual en los programas de conciertos de guitarra.
Según José Antonio Moreno, esto se traduce en “un bonito desafío, porque la gente lo conoce muy bien y no te puedes equivocar en ninguna nota”.
Pero ¿por qué no presentar obras menos conocidas? “Las obras igual se repiten porque son buenas, también hay que decirlo. Hay obras de Brahms, Rachmaninoff, Mozart o Beethoven que también se tocan una y otra vez. En el fondo, están muy bien hechas, son de buena calidad, se convierten en hits y vale la pena volver a montarlas”, señala el guitarrista.
Sin embargo, luego agrega que “los programadores deberían tener cuidado para que entre medio se pongan obras más nuevas. Si no, nos quedamos pegados en el pasado. Creo que este programa está por ahí con la obra de Lorenzo Palomo, que es bastante conservadora, pero menos conocida”.
La Orquesta Sinfónica se presentará a las 19:40 horas de este viernes y sábado en el Teatro Universidad de Chile, ubicado en Plaza Baquedano. Las entradas tienen valores desde dos y seis mil pesos para estudiantes y público general, respectivamente.
La última vez que José Antonio Escobar (1973) se presentó junto a la Orquesta Sinfónica fue en el año 2000, cuando estrenó el Concierto elegíaco de Leo Brouwer. Tuvieron que pasar 14 años para que volviera a actuar junto a la agrupación, esta vez para estrenar otra obra y tocar un clásico del repertorio para guitarra.
El viernes 11 y sábado 12 estará en el Teatro Universidad de Chile, con una orquesta que en esta ocasión será dirigida por Felipe Hidalgo.
José Antonio Escobar se formó en el Conservatorio de la Universidad de Chile con Ernesto Quezada y ha desarrollado su carrera principalmente en el extranjero. Vive en Barcelona y ha tocado en más de 30 países de Europa, América y Asia.
Por eso, dice, volver a tocar con la Sinfónica es especial: “Es una orquesta de músicos de alto nivel y también significa reencontrarme con amigos con quienes fuimos compañeros en el Conservatorio, como el mismo director, algunos percusionistas y chelistas. Incluso con uno fuimos compañeros de colegio y tocábamos juntos cuando chicos. Es bonito, porque es reencontrarme con parte de mi historia y es increíble cómo uno no se puede desprender de esa cosa emocional”, explica.
“Además, toda mi vida fui a los conciertos de la Sinfónica. Mi abuelo se compraba todos los abonos y en mi casa se iba mucho a los conciertos de la Sinfónica, entonces siempre supe de su tradición”, añade.
El programa de este fin de semana, denominado “Tierras ibéricas”, contempla el estreno en Chile de Nocturnos de Andalucía, de Lorenzo Palomo; las Danzas fantásticas para orquesta, de Joaquín Turina; la suite de ballet El amor brujo, de Manuel de Falla; y una de las piezas más populares del repertorio para guitarra: el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo.
El autor la compuso en 1939 para el guitarrista Regino Sainz de la Maza, quien la estrenó al año siguiente en Barcelona. Desde entonces se ha transformado en una invitada habitual en los programas de conciertos de guitarra.
Según José Antonio Moreno, esto se traduce en “un bonito desafío, porque la gente lo conoce muy bien y no te puedes equivocar en ninguna nota”.
Pero ¿por qué no presentar obras menos conocidas? “Las obras igual se repiten porque son buenas, también hay que decirlo. Hay obras de Brahms, Rachmaninoff, Mozart o Beethoven que también se tocan una y otra vez. En el fondo, están muy bien hechas, son de buena calidad, se convierten en hits y vale la pena volver a montarlas”, señala el guitarrista.
Sin embargo, luego agrega que “los programadores deberían tener cuidado para que entre medio se pongan obras más nuevas. Si no, nos quedamos pegados en el pasado. Creo que este programa está por ahí con la obra de Lorenzo Palomo, que es bastante conservadora, pero menos conocida”.
La Orquesta Sinfónica se presentará a las 19:40 horas de este viernes y sábado en el Teatro Universidad de Chile, ubicado en Plaza Baquedano. Las entradas tienen valores desde dos y seis mil pesos para estudiantes y público general, respectivamente.
La última vez que José Antonio Escobar (1973) se presentó junto a la Orquesta Sinfónica fue en el año 2000, cuando estrenó el Concierto elegíaco de Leo Brouwer. Tuvieron que pasar 14 años para que volviera a actuar junto a la agrupación, esta vez para estrenar otra obra y tocar un clásico del repertorio para guitarra.
El viernes 11 y sábado 12 estará en el Teatro Universidad de Chile, con una orquesta que en esta ocasión será dirigida por Felipe Hidalgo.
José Antonio Escobar se formó en el Conservatorio de la Universidad de Chile con Ernesto Quezada y ha desarrollado su carrera principalmente en el extranjero. Vive en Barcelona y ha tocado en más de 30 países de Europa, América y Asia.
Por eso, dice, volver a tocar con la Sinfónica es especial: “Es una orquesta de músicos de alto nivel y también significa reencontrarme con amigos con quienes fuimos compañeros en el Conservatorio, como el mismo director, algunos percusionistas y chelistas. Incluso con uno fuimos compañeros de colegio y tocábamos juntos cuando chicos. Es bonito, porque es reencontrarme con parte de mi historia y es increíble cómo uno no se puede desprender de esa cosa emocional”, explica.
“Además, toda mi vida fui a los conciertos de la Sinfónica. Mi abuelo se compraba todos los abonos y en mi casa se iba mucho a los conciertos de la Sinfónica, entonces siempre supe de su tradición”, añade.
El programa de este fin de semana, denominado “Tierras ibéricas”, contempla el estreno en Chile de Nocturnos de Andalucía, de Lorenzo Palomo; las Danzas fantásticas para orquesta, de Joaquín Turina; la suite de ballet El amor brujo, de Manuel de Falla; y una de las piezas más populares del repertorio para guitarra: el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo.
El autor la compuso en 1939 para el guitarrista Regino Sainz de la Maza, quien la estrenó al año siguiente en Barcelona. Desde entonces se ha transformado en una invitada habitual en los programas de conciertos de guitarra.
Según José Antonio Moreno, esto se traduce en “un bonito desafío, porque la gente lo conoce muy bien y no te puedes equivocar en ninguna nota”.
Pero ¿por qué no presentar obras menos conocidas? “Las obras igual se repiten porque son buenas, también hay que decirlo. Hay obras de Brahms, Rachmaninoff, Mozart o Beethoven que también se tocan una y otra vez. En el fondo, están muy bien hechas, son de buena calidad, se convierten en hits y vale la pena volver a montarlas”, señala el guitarrista.
Sin embargo, luego agrega que “los programadores deberían tener cuidado para que entre medio se pongan obras más nuevas. Si no, nos quedamos pegados en el pasado. Creo que este programa está por ahí con la obra de Lorenzo Palomo, que es bastante conservadora, pero menos conocida”.
La Orquesta Sinfónica se presentará a las 19:40 horas de este viernes y sábado en el Teatro Universidad de Chile, ubicado en Plaza Baquedano. Las entradas tienen valores desde dos y seis mil pesos para estudiantes y público general, respectivamente.
