En el encuentro participaron los llamados “ministros políticos”, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, Álvaro Elizalde de la Secretaría General de Gobierno (Segegob), Ximena Rincón de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) y el titular de Hacienda, Alberto Arenas.
Dado que uno de los temas centrales fue la Reforma Educacional la presencia de Nicolás Eyzaguirre, titular de Educación, fue fundamental e ingresaron también al Palacio la subsecretaria del ramo, Valentina Quiroga, y el secretario ejecutivo de la reforma educacional, el DC Andrés Palma. Después de una serie de críticas al líder del MINEDUC el gobierno entregó su “respaldo irrestricto” al secretario de Estado.
Después de más de siete horas reunidos el vocero de Gobierno informó que en la cita se abordó la agenda y el itinerario legislativo para el segundo semestre, realizando una revisión del discurso del 21 de mayo para asegurar el cumplimiento de los compromisos, en especial de la reforma política, educacional y tributaria.
Y se dieron plazos: En materia de reforma política, esperamos, dijo Elizalde, “que en agosto se vote y apruebe el proyecto que pone fin al binominal y lo reemplaza por sistema proporcional e inclusivo, para que pueda continuar su trámite en el Senado”. Otro de los temas fue descentralización y transparencia, donde se conversaron caminos para avanzar en fortalecimiento de la democracia.
El secretario de Estado también se pronunció sobre el proceso de tramitación de la Reforma Tributariay afirmó que “seguirán trabajando para que se apruebe antes del inicio de tramitación presupuestaria del próximo año para que sus recursos sean incorporados en la ley y de esa forma fortalecer la educación, la salud pública y fortalecer otras necesidades sociales”.
En materia educacional, el secretario de Estado indicó que esperan la aprobación, en el segundo tramo del año, del proyecto de ley que crea la institucionalidad parvularia, el administrador provisional para las casas de estudios superiores en crisis y el proyecto que pone fin al lucro, al copago y la segregación.
Además, se refirió a los próximos proyectos que ingresarán: “Se presentarán al menos cuatro iniciativas legales educacionales para completar la reforma, como la que fortalece la educación pública y pone fin a la municipalización, la que pone fin a las restricciones para la participación de los estudiantes en las universidades, el plan nacional docente y el que mejora la educación superior en el país”, sostuvo el secretario de Estado.
“La educación chilena necesita una reforma integral. La reforma educacional no puede seguir siendo retrasada”, dijo Elizalde y añadió que se reforzaron los plazos itinerarios.
Pero, en el interior, la cita no estuvo exenta de tensiones, como la que se dejó ver la mañana del lunes y martes hacia la jefa de la Segpres por adelantar el tema sobre los presidenciales en la Junta Nacional de la DC el sábado pasado. Por lo mismo se dijo que una de las razones de la Presidenta Bachelet para cancelar su viaje a Venezuela casi a última hora era justamente priorizar la política interna y ordenar las cosas en La Nueva Mayoría.
Respecto de ésta y de cómo los partidos están reaccionando antelas reformas, el ministro dijo que en el Parlamento existe compromiso de todos los partidos y aseguró que esperan sumar voces “constructivas de la oposición”, evadiendo referirse a las diferencias del bloque.
“Lo que los chilenos piden son menos polémicas y más soluciones a sus problemas”, agregó zanjando el tema interno después de ser consultado por la diferencia entre el diputado Sergio Aguiló y el subsecretario Alejandro Micco sobre el eventual desconocimiento de los detalles del acuerdo de otro de los ejes; la Reforma Tributaria.
Así, las tensiones quedaron en el plano más interno; la coordinación interministerial, ya que en la extensa reunión tampoco participaron los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría, quienes se reunirán este jueves para analizar su rol en el impulso de estos proyectos y la postura con la que cada uno de los partidos del bloque oficialista respalda al conglomerado.
En el encuentro participaron los llamados “ministros políticos”, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, Álvaro Elizalde de la Secretaría General de Gobierno (Segegob), Ximena Rincón de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) y el titular de Hacienda, Alberto Arenas.
Dado que uno de los temas centrales fue la Reforma Educacional la presencia de Nicolás Eyzaguirre, titular de Educación, fue fundamental e ingresaron también al Palacio la subsecretaria del ramo, Valentina Quiroga, y el secretario ejecutivo de la reforma educacional, el DC Andrés Palma. Después de una serie de críticas al líder del MINEDUC el gobierno entregó su “respaldo irrestricto” al secretario de Estado.
Después de más de siete horas reunidos el vocero de Gobierno informó que en la cita se abordó la agenda y el itinerario legislativo para el segundo semestre, realizando una revisión del discurso del 21 de mayo para asegurar el cumplimiento de los compromisos, en especial de la reforma política, educacional y tributaria.
Y se dieron plazos: En materia de reforma política, esperamos, dijo Elizalde, “que en agosto se vote y apruebe el proyecto que pone fin al binominal y lo reemplaza por sistema proporcional e inclusivo, para que pueda continuar su trámite en el Senado”. Otro de los temas fue descentralización y transparencia, donde se conversaron caminos para avanzar en fortalecimiento de la democracia.
El secretario de Estado también se pronunció sobre el proceso de tramitación de la Reforma Tributariay afirmó que “seguirán trabajando para que se apruebe antes del inicio de tramitación presupuestaria del próximo año para que sus recursos sean incorporados en la ley y de esa forma fortalecer la educación, la salud pública y fortalecer otras necesidades sociales”.
En materia educacional, el secretario de Estado indicó que esperan la aprobación, en el segundo tramo del año, del proyecto de ley que crea la institucionalidad parvularia, el administrador provisional para las casas de estudios superiores en crisis y el proyecto que pone fin al lucro, al copago y la segregación.
Además, se refirió a los próximos proyectos que ingresarán: “Se presentarán al menos cuatro iniciativas legales educacionales para completar la reforma, como la que fortalece la educación pública y pone fin a la municipalización, la que pone fin a las restricciones para la participación de los estudiantes en las universidades, el plan nacional docente y el que mejora la educación superior en el país”, sostuvo el secretario de Estado.
“La educación chilena necesita una reforma integral. La reforma educacional no puede seguir siendo retrasada”, dijo Elizalde y añadió que se reforzaron los plazos itinerarios.
Pero, en el interior, la cita no estuvo exenta de tensiones, como la que se dejó ver la mañana del lunes y martes hacia la jefa de la Segpres por adelantar el tema sobre los presidenciales en la Junta Nacional de la DC el sábado pasado. Por lo mismo se dijo que una de las razones de la Presidenta Bachelet para cancelar su viaje a Venezuela casi a última hora era justamente priorizar la política interna y ordenar las cosas en La Nueva Mayoría.
Respecto de ésta y de cómo los partidos están reaccionando antelas reformas, el ministro dijo que en el Parlamento existe compromiso de todos los partidos y aseguró que esperan sumar voces “constructivas de la oposición”, evadiendo referirse a las diferencias del bloque.
“Lo que los chilenos piden son menos polémicas y más soluciones a sus problemas”, agregó zanjando el tema interno después de ser consultado por la diferencia entre el diputado Sergio Aguiló y el subsecretario Alejandro Micco sobre el eventual desconocimiento de los detalles del acuerdo de otro de los ejes; la Reforma Tributaria.
Así, las tensiones quedaron en el plano más interno; la coordinación interministerial, ya que en la extensa reunión tampoco participaron los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría, quienes se reunirán este jueves para analizar su rol en el impulso de estos proyectos y la postura con la que cada uno de los partidos del bloque oficialista respalda al conglomerado.
En el encuentro participaron los llamados “ministros políticos”, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, Álvaro Elizalde de la Secretaría General de Gobierno (Segegob), Ximena Rincón de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) y el titular de Hacienda, Alberto Arenas.
Dado que uno de los temas centrales fue la Reforma Educacional la presencia de Nicolás Eyzaguirre, titular de Educación, fue fundamental e ingresaron también al Palacio la subsecretaria del ramo, Valentina Quiroga, y el secretario ejecutivo de la reforma educacional, el DC Andrés Palma. Después de una serie de críticas al líder del MINEDUC el gobierno entregó su “respaldo irrestricto” al secretario de Estado.
Después de más de siete horas reunidos el vocero de Gobierno informó que en la cita se abordó la agenda y el itinerario legislativo para el segundo semestre, realizando una revisión del discurso del 21 de mayo para asegurar el cumplimiento de los compromisos, en especial de la reforma política, educacional y tributaria.
Y se dieron plazos: En materia de reforma política, esperamos, dijo Elizalde, “que en agosto se vote y apruebe el proyecto que pone fin al binominal y lo reemplaza por sistema proporcional e inclusivo, para que pueda continuar su trámite en el Senado”. Otro de los temas fue descentralización y transparencia, donde se conversaron caminos para avanzar en fortalecimiento de la democracia.
El secretario de Estado también se pronunció sobre el proceso de tramitación de la Reforma Tributariay afirmó que “seguirán trabajando para que se apruebe antes del inicio de tramitación presupuestaria del próximo año para que sus recursos sean incorporados en la ley y de esa forma fortalecer la educación, la salud pública y fortalecer otras necesidades sociales”.
En materia educacional, el secretario de Estado indicó que esperan la aprobación, en el segundo tramo del año, del proyecto de ley que crea la institucionalidad parvularia, el administrador provisional para las casas de estudios superiores en crisis y el proyecto que pone fin al lucro, al copago y la segregación.
Además, se refirió a los próximos proyectos que ingresarán: “Se presentarán al menos cuatro iniciativas legales educacionales para completar la reforma, como la que fortalece la educación pública y pone fin a la municipalización, la que pone fin a las restricciones para la participación de los estudiantes en las universidades, el plan nacional docente y el que mejora la educación superior en el país”, sostuvo el secretario de Estado.
“La educación chilena necesita una reforma integral. La reforma educacional no puede seguir siendo retrasada”, dijo Elizalde y añadió que se reforzaron los plazos itinerarios.
Pero, en el interior, la cita no estuvo exenta de tensiones, como la que se dejó ver la mañana del lunes y martes hacia la jefa de la Segpres por adelantar el tema sobre los presidenciales en la Junta Nacional de la DC el sábado pasado. Por lo mismo se dijo que una de las razones de la Presidenta Bachelet para cancelar su viaje a Venezuela casi a última hora era justamente priorizar la política interna y ordenar las cosas en La Nueva Mayoría.
Respecto de ésta y de cómo los partidos están reaccionando antelas reformas, el ministro dijo que en el Parlamento existe compromiso de todos los partidos y aseguró que esperan sumar voces “constructivas de la oposición”, evadiendo referirse a las diferencias del bloque.
“Lo que los chilenos piden son menos polémicas y más soluciones a sus problemas”, agregó zanjando el tema interno después de ser consultado por la diferencia entre el diputado Sergio Aguiló y el subsecretario Alejandro Micco sobre el eventual desconocimiento de los detalles del acuerdo de otro de los ejes; la Reforma Tributaria.
Así, las tensiones quedaron en el plano más interno; la coordinación interministerial, ya que en la extensa reunión tampoco participaron los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría, quienes se reunirán este jueves para analizar su rol en el impulso de estos proyectos y la postura con la que cada uno de los partidos del bloque oficialista respalda al conglomerado.
