La Asamblea Coordinador de Estudiantes Secundarios (ACES) llegó esta mañana a la sede del Ministerio de Educación a entregar un decálogo con demandas históricas del movimiento estudiantil que, aseguran, no han sido del todo abordadas en la reforma emprendida por el Gobierno.
La vocera de la agrupación, Lorenza Soto, aseguró que se trata de peticiones sostenidas desde el 2006, motivo por el cual se ve con desconfianza a la actual administración, por cuanto consideran al acuerdo conseguido ese año, luego de meses de movilización, como una traición.
Es por esto, que según la dirigente, la marcha de este jueves 21 no es a favor de la Reforma ni tampoco para defenderla, sino para plantear que esta es insuficiente.
“Este decálogo también es una fiel muestra de que la Reforma hoy es un mero maquillaje, un disfraz. Acá en Chile la torta está muy mal repartida. Están los recursos económicos suficientes. Tan sólo si se nacionalizara la mitad del cobre tendríamos educación para todos los chilenos, sin diferencias. Por eso hacemos la convocatoria a la movilización, para que este descontento no sea sólo de los estudiantes”, explicó.
El decálogo plantea la democracia y control de las comunidades educativas, pase escolar gratuito todo el año, mejorar las condiciones de la educación técnico profesional, gratuidad universal, desmunicipalización y dar de baja las pruebas estandarizadas como el Simce y la PSU.
También se exige terminar con la externalización de servicios como las ATE (Agencias de Asistencia Técnica Educativa), definir en las comunidades las mallas curriculares y dar estabilidad laboral en todos los niveles de la educación.
Lorenza Soto señaló que la votación que se dará este martes, a la idea de legislar el proyecto de ley que pone fin al lucro, al copago y a la selección, es un maquillaje a la crisis del modelo, pese a que el Gobierno señala que se trata de la base de la reforma para “sacar al mercado de la educación”.
Justamente a estas horas se realiza la última de las sesiones de audiencias en la comisión de Educación de la Cámara Baja, que mañana votará la iniciativa.
En esta participan a esta hora el Presidente de la Mesa Ampliada de las Iglesias Evangélicas de Chile, Emiliano Soto; el Director Ejecutivo de la Fundación Enseña Chile, Tomás Recart y el Presidente de la Corporación de Promoción Universitaria (CPU), Jaime Lavados.
Los asistentes de las iglesias evangélicas manifestaron sus dudas e hicieron propuestas apuntando a la sustentabilidad de los proyectos educativos confesionales en el marco de la reforma.
Mientras, Tomás Recart, señaló que se debe definir mejor el objetivo macro de la reforma, enfocándose en profesores, directivos y sostenedores; impulsar cambios graduales y con mayor información; y hacerlo con una mirada territorial, incluyendo las distancias en ciudades grandes como Santiago, la situación de regiones y las diversas estructuras de costos que tienen los establecimientos.
La Asamblea Coordinador de Estudiantes Secundarios (ACES) llegó esta mañana a la sede del Ministerio de Educación a entregar un decálogo con demandas históricas del movimiento estudiantil que, aseguran, no han sido del todo abordadas en la reforma emprendida por el Gobierno.
La vocera de la agrupación, Lorenza Soto, aseguró que se trata de peticiones sostenidas desde el 2006, motivo por el cual se ve con desconfianza a la actual administración, por cuanto consideran al acuerdo conseguido ese año, luego de meses de movilización, como una traición.
Es por esto, que según la dirigente, la marcha de este jueves 21 no es a favor de la Reforma ni tampoco para defenderla, sino para plantear que esta es insuficiente.
“Este decálogo también es una fiel muestra de que la Reforma hoy es un mero maquillaje, un disfraz. Acá en Chile la torta está muy mal repartida. Están los recursos económicos suficientes. Tan sólo si se nacionalizara la mitad del cobre tendríamos educación para todos los chilenos, sin diferencias. Por eso hacemos la convocatoria a la movilización, para que este descontento no sea sólo de los estudiantes”, explicó.
El decálogo plantea la democracia y control de las comunidades educativas, pase escolar gratuito todo el año, mejorar las condiciones de la educación técnico profesional, gratuidad universal, desmunicipalización y dar de baja las pruebas estandarizadas como el Simce y la PSU.
También se exige terminar con la externalización de servicios como las ATE (Agencias de Asistencia Técnica Educativa), definir en las comunidades las mallas curriculares y dar estabilidad laboral en todos los niveles de la educación.
Lorenza Soto señaló que la votación que se dará este martes, a la idea de legislar el proyecto de ley que pone fin al lucro, al copago y a la selección, es un maquillaje a la crisis del modelo, pese a que el Gobierno señala que se trata de la base de la reforma para “sacar al mercado de la educación”.
Justamente a estas horas se realiza la última de las sesiones de audiencias en la comisión de Educación de la Cámara Baja, que mañana votará la iniciativa.
En esta participan a esta hora el Presidente de la Mesa Ampliada de las Iglesias Evangélicas de Chile, Emiliano Soto; el Director Ejecutivo de la Fundación Enseña Chile, Tomás Recart y el Presidente de la Corporación de Promoción Universitaria (CPU), Jaime Lavados.
Los asistentes de las iglesias evangélicas manifestaron sus dudas e hicieron propuestas apuntando a la sustentabilidad de los proyectos educativos confesionales en el marco de la reforma.
Mientras, Tomás Recart, señaló que se debe definir mejor el objetivo macro de la reforma, enfocándose en profesores, directivos y sostenedores; impulsar cambios graduales y con mayor información; y hacerlo con una mirada territorial, incluyendo las distancias en ciudades grandes como Santiago, la situación de regiones y las diversas estructuras de costos que tienen los establecimientos.
La Asamblea Coordinador de Estudiantes Secundarios (ACES) llegó esta mañana a la sede del Ministerio de Educación a entregar un decálogo con demandas históricas del movimiento estudiantil que, aseguran, no han sido del todo abordadas en la reforma emprendida por el Gobierno.
La vocera de la agrupación, Lorenza Soto, aseguró que se trata de peticiones sostenidas desde el 2006, motivo por el cual se ve con desconfianza a la actual administración, por cuanto consideran al acuerdo conseguido ese año, luego de meses de movilización, como una traición.
Es por esto, que según la dirigente, la marcha de este jueves 21 no es a favor de la Reforma ni tampoco para defenderla, sino para plantear que esta es insuficiente.
“Este decálogo también es una fiel muestra de que la Reforma hoy es un mero maquillaje, un disfraz. Acá en Chile la torta está muy mal repartida. Están los recursos económicos suficientes. Tan sólo si se nacionalizara la mitad del cobre tendríamos educación para todos los chilenos, sin diferencias. Por eso hacemos la convocatoria a la movilización, para que este descontento no sea sólo de los estudiantes”, explicó.
El decálogo plantea la democracia y control de las comunidades educativas, pase escolar gratuito todo el año, mejorar las condiciones de la educación técnico profesional, gratuidad universal, desmunicipalización y dar de baja las pruebas estandarizadas como el Simce y la PSU.
También se exige terminar con la externalización de servicios como las ATE (Agencias de Asistencia Técnica Educativa), definir en las comunidades las mallas curriculares y dar estabilidad laboral en todos los niveles de la educación.
Lorenza Soto señaló que la votación que se dará este martes, a la idea de legislar el proyecto de ley que pone fin al lucro, al copago y a la selección, es un maquillaje a la crisis del modelo, pese a que el Gobierno señala que se trata de la base de la reforma para “sacar al mercado de la educación”.
Justamente a estas horas se realiza la última de las sesiones de audiencias en la comisión de Educación de la Cámara Baja, que mañana votará la iniciativa.
En esta participan a esta hora el Presidente de la Mesa Ampliada de las Iglesias Evangélicas de Chile, Emiliano Soto; el Director Ejecutivo de la Fundación Enseña Chile, Tomás Recart y el Presidente de la Corporación de Promoción Universitaria (CPU), Jaime Lavados.
Los asistentes de las iglesias evangélicas manifestaron sus dudas e hicieron propuestas apuntando a la sustentabilidad de los proyectos educativos confesionales en el marco de la reforma.
Mientras, Tomás Recart, señaló que se debe definir mejor el objetivo macro de la reforma, enfocándose en profesores, directivos y sostenedores; impulsar cambios graduales y con mayor información; y hacerlo con una mirada territorial, incluyendo las distancias en ciudades grandes como Santiago, la situación de regiones y las diversas estructuras de costos que tienen los establecimientos.
