El ex primer ministro del gobierno de Hamás en Gaza, Ismail Haniyeh, consideró “una victoria de la resistencia islámica” el alto el fuego firmado con Israel luego de 50 días de bombardeos, en los que murieron más de 2.100 palestinos, en su mayoría civiles, y 68 israelíes.
En un discurso antes miles de seguidores en la Franja, el actual número dos del brazo político del movimiento islamista aseguró que luego de esta victoria, la resistencia armada se prepara ahora para la liberación de Jerusalén.
Haniye, que durante los casi dos meses del conflicto permaneció oculto, insistió en que más allá de haber resistido a un poderoso Ejército, la victoria reside –dicen- en el grado de admiración logrado.
“Este tipo de batalla nunca había tenido lugar en la historia de la ocupación. La resistencia palestina se ha ganado la admiración del mundo y ha logrado sorprender a Israel”, agregó ante una masa enfervorecida.
Casi al mismo tiempo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también trató de arrogarse la victoria al asegurar que la ofensiva fue un “gran éxito militar y político” pese a la muerte de 68 israelíes, 64 de ellos soldados.