Si bien el proceso de desaceleración se siente desde hace varios meses, en la economía chilena la profundidad de la caída del ritmo de crecimiento ha sido más pronunciada de lo pronosticado por los especialistas, incluso en las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que no vislumbraron el fuerte retroceso que experimenta el consumo privado interno.
Por esto, el Consejo del Banco Central de Chile en su última reunión mensual de política monetaria, acordó reducir la tasa de interés de política monetaria en 25 puntos base a 3,5% anual.
Para adoptar esta decisión el Instituto Emisor tuvo en cuenta la fuerte reducción del ritmo de expansión de la actividad y la demanda. Además, que a la caída de la inversión se sumó una desaceleración más marcada del consumo interno del país.
El economista de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, señaló que luego de que el Banco Central bajara en 25 puntos base la Tasa de Interés (mediados de agosto), sobre la base de que se completó el ajuste por el exceso de demanda de la economía, aun cuando hace unos seis meses se empezó a percibir la baja reflejada en los indicadores.
El también profesor de nuestra Universidad dijo que en este momento sólo quedan las consecuencias que produce el alza del dólar sobre la inflación en los llamados “efectos de segunda vuelta” que son los bienes que están vinculados con el precio de la moneda estadounidense, como por ejemplo, en el sector Transportes por su relación con el dólar debido al aumento del precio del combustible.
En este sentido, el experto señaló que el Instituto Emisor “va a seguir una tendencia de aproximarse a una tasa de interés del 3% hacia fines de año y quizás hasta el 2,75% con cambios de 25 puntos básicos en cada oportunidad y no de 50 puntos básicos”.
Sin embargo, Alarcón indicó que, de acuerdo a la experiencia, la rebaja de la tasa interés tiende afectar menos que la expansión de las inversiones públicas, por lo que enfatizó que realmente se necesita implementar ese tipo de política en un plazo breve “porque la caída en la inversión y en el consumo ha sido muy fuerte, lo que está empujando a la baja el ciclo de una manera dramática”.
Por su lado, el académico de la Universidad de Santiago, Víctor Salas, resaltó que Chile se encuentra en una situación bastante compleja debido a que el proceso de desaceleración se ha profundizado en estos últimos meses, especialmente por los resultados del último tiempo, donde el PIB del segundo trimestre registra un 1,9% de incremento.
Además, el profesor dijo que no se anticipa una pronta recuperación de la economía, y por esta razón el Banco Central ha bajado sucesivamente la tasa de interés, buscando entregar mayor liquidez a la economía y generar la posibilidad de acceso a créditos de consumo con la expectativa de sostener la demanda interna.
Según el economista, otro aspecto que influye sobre el nivel de consumo en el mercado nacional tiene que ver con las expectativas porque: “Las expectativas que la gente va asumiendo es quizás lo más complicado para el futuro porque las expectativas podrían estar llegando un poco tardíamente al consumo y profundizándolo en el sentido de no tomar riesgos, no tomar créditos a pesar de que el Banco Central baje la tasa de política monetaria por esta suerte de inseguridad de las personas en términos de los futuros ingresos”.
Sin embargo, Salas explicó se está en un punto de posible inflexión de la dinámica productiva, que dependerá de la demanda de bienes de consumo, y añadió que cuando se definan los impuestos a pagar después de la Reforma Tributaria se podría generar una buena señal para las expectativas junto con las licitaciones de las obras públicas que están proyectadas.
Por su parte, el Consejo del Banco Central indicó que evaluará la posibilidad de introducir recortes adicionales de la Tasa de Política Monetaria de acuerdo a la evolución de las condiciones macroeconómicas internas y externas, y sus implicancias para las perspectivas inflacionarias.