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Violencia psicológica en el pololeo afectaría a un 50 por ciento de universitarias

En entrevista con Radio Universidad de Chile, María Beatriz Vizcarra, psicóloga experta en violencia de género, se refirió a las cifras de violencia en el noviazgo. Además, destacó lo fundamental del apoyo paterno y del núcleo próximo de las mujeres para salir de estos episodios.

Diario Uchile

  Lunes 1 de septiembre 2014 13:20 hrs. 
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Las cifras de femicidio no han bajado. Lamentablemente, las cifras de violencia contra la mujer tampoco descienden en el país.

Sobre el problema cultural que subyace a esta realidad, María Beatriz Vizcarra, conversó con Radio Universidad de Chile. La psicóloga de la Universidad de la Frontera y parte del Programa Educativo para la Disminución de Violencia en el Noviazgo conversó de diferentes aspectos que abordan el problema.

Una primera reflexión de la experta fue en torno a cómo se invisibiliza este tipo de violencia al no estar incluido en la violencia intrafamiliar, única forma que sanciona la violencia contra la mujer.

Ante ello aseguró que en el nuevo proyecto se contempla agregar esta tipología de violencia, donde, indicó, según explican los estudios es un tema con mucha prevalencia, pero que se les da una menor relevancia respecto de las mujeres adultas o que cohabitan con una pareja estable.

De ese modo, aseguró necesario iniciar la prevención “Lo antes posible”, porque un porcentaje elevado de la violencia que las mujeres viven durante el noviazgo se va incubando tempranamente en posteriores femicidios.

A nivel de cifras, ¿qué porcentaje de mujeres sufre violencia en el noviazgo?

Hay varios estudios en universitarios que muestran cifras de un 20 por ciento en violencia física, y en casos un 50 por ciento de afectadas con violencia psicológica.

En general algunas de las formas de violencia que sufren las mujeres jóvenes es distinto a la de las adultas. Es caracterizada por violencia leve, en su mayoría, como empujones, pellizcos, que muchas veces los jóvenes lo connotan como algo lúdico, lo que hace más difícil reconocer el fenómeno.

Por otro lado, a nivel de violencia psicológica, lo más frecuente son las conductas de control, como revisar el celular, controlar la vida y los contactos de la pareja. En eso se diferencia de la violencia en mujeres adultas.

¿Cómo influye la extrema cosificación de la mujer en los medios de comunicación a nivel de violencia?

Sin duda es un factor importante. Hay otras también, como la violencia en la familia de origen tanto en el caso de las chicas o varones, es un factor de riesgo importante. La socialización que en alguna forma legítima el control a otro, también es un factor importante. Esta concepción que el intento de controlar, de preocuparse del otro todo el día, de tener injerencia en todo lo que hace, muchas veces es vista como expresión de amor, cuando es reflejo posesividad y que, de alguna manera, tiene relación con la cosificación. Por ejemplo, si el otro (en este caso la otra) es una cosa que me pertenece entonces está legitimado que trate de controlarme y apropiarme de ella.

¿Qué pasa con los imaginarios que tenemos del amor romántico?, en ese sentido, ¿cuánto se nos cuela ideas o lógicas de relaciones donde se ejerce relaciones en los tonos, en los contextos descritos?.

Respecto de la música, por ejemplo, toda la latinoamericana habla de estos amores tormentosos. Eso habla de una falta de diferenciación de las personas, que es una cualidad necesaria de la madurez.

Las personas inician sus relaciones siendo dos personas diferentes. Con sus mundos, sus ideas, sus expresiones y es esperable que así sea. Que exista un espacio común, un espacio compartido, pero que exista la diferencia, dos identidades. De alguna manera esta idea de un amor donde se funden los dos es un terreno un poco riesgoso para que desde ahí surjan relaciones violentas en las medidas que el otro no cumpla la expectativa de la pertenencia completa.

¿Cuáles deberían ser las luces rojas que ayuden a prender las alertas en estos casos?

Este punto es importante, porque los padres tienen un rol fundamental en detectar todas aquellas conductas de control, como revisar los mensajes, entrar al correo electrónico, exigir que me muestre sus contactos, sus relaciones, el querer estar el día entero con el otro y que todo lo que ese otro haga deba ser visado por la pareja, son señales de conductas posesivas, de celos, que hay que advertir. Además, esas que parecen conductas lúdicas como empujones, comportamientos que pueden parecer no de violencia, pero que de alguna manera está ese contacto físico que bordea el juego y la violencia, hay que estar alerta. Otro punto necesario de tomar en cuenta son los insultos, sin lugar a dudas que así se va cruzando el límite.

(Hay que tener en cuenta) que tanto en los jóvenes como en los adultos, la violencia no es algo que se instala de un minuto a otro, así como que aparece una golpiza. Generalmente son estas conductas que van cruzando la línea y que, al no ser detenidas, van generando un clima propicio para pasar a conductas más graves.

¿Qué le corresponde al entorno, a los amigos, las amigas (…)?

Los amigos son muy relevantes. Las investigaciones que nosotros hemos hecho demuestran que las jóvenes no le cuentan a sus padres, sino a sus pares. Por lo tanto, si los pares están sensibilizados van a aconsejar, orientar, dar información, acoger para poner límite o término a esa relación.

Por eso en el Programa estamos formando no sólo a los jóvenes que viven violencia sino también a aquellos que pueden actuar como apoyo para sus amigos que viven violencia. Los pares juegan un rol muy relevante, porque de este hacer ver, desde acompañar, problematizar, reflexionar, el poder ser un espejo para sus amigos, sus compañeros , es un rol tremendamente importante.

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