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Ideas del “Podemos” lo posicionan como tercera fuerza política en España

En apenas 5 meses de su formación el partido “Podemos” de España se ha trasformado en la tercera fuerza política del país, un anhelo que varios movimientos en Chile han querido materializar. Las razones, dicen los analistas, recaerían en la profunda crisis representativa que afecta al país Ibérico.

Javier Muñoz

  Martes 9 de septiembre 2014 13:50 hrs. 
NOCHE ELECTORAL EN PODEMOS

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El “Podemos” renueva a la izquierda y se transforma en la tercera fuerza política de España.
Liderado por el eurodiputado Pablo Iglesias, en apenas 5 meses desde su formación como partido se encuentra en el tercer lugar entre las tiendas españolas, detrás del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP), que lidera el número de inscritos.

Pero el Podemos, que tomó fuerza durante el movimiento “indignado” español, ha avanzado rápido sumando un gran número de afiliados en Madrid, Cataluña, Andalucía y Valencia, entre otras, con un discurso parecido al de los movimientos progresistas chilenos, que remarcan la necesidad de renovar la política. Esto, ya quedaba reflejado cuando Pablo Iglesias era candidato de su partido para la presidencia de la Eurocámara.

“Es escandalosa la facilidad con que se mueven aquí los lobby’s al servicio de grandes corporaciones, así como las puertas giratorias que convierten a los representantes de la ciudadanía en millonarios a sueldo de grandes empresas. Hay que decirlo alto y claro, esta manera de funcionar hurta la soberanía de los pueblos, atenta contra la democracia y convierte a los representantes políticos en casta”, exclamaba Iglesias.

Pablo Iglesias

Pablo Iglesias

Lo que muchos se preguntan es por qué en Chile no ha surgido una fuerza representativa similar, que no obedezca a las lógicas del duopolio político.
Para Jorge Sanz, analista político de la Universidad del Desarrollo, el surgimiento de una nueva fuerza es consecuencia del profundo agujero económico en el que se encuentra España, donde la salida de los españoles sería crear un nuevo referente.

“Aun cuando los partidos políticos tiene la peor evaluación no se hace tan recurrente para las personas generar un nuevo movimiento político. Lo que están haciendo acá en Chile es no ir a votar, que España ya lo hizo. Como la evolución de las líneas políticas se hacen casi comunes es muy probable que en el tiempo, si la economía sigue bajando y llegamos a los niveles que tiene España, nos encontremos con una sorpresa como ésta”

Mientras que la presidenta del Partido Igualdad y ex candidata a la presidencia, Roxana Miranda, quien en su campaña llamó a que se formara una tercera fuerza política, dijo que las responsabilidades son múltiples, tanto de gobernantes, como del mismo pueblo chileno, que se ha acostumbrado a los abusos, disminuyendo su valentía.

Roxana Miranda

Roxana Miranda

“En Chile no se ha logrado ni eso ni otras cosas más. Aquí la brutalidad que se hizo en desarticular organizaciones durante los 20 años de la Concertación. Se trabajó durante 20 años para que tuviéramos este resultado y no tuviéramos un proceso tan rápido como en España”.

Más optimista fue el líder del Partido Progresista, Marco Enríquez- Ominami, quien ve en la ley electoral verdaderas trabas impuestas en dictadura, pero sí asegura que su sector ha sido una fuerza como tal.

“El 2009 hubo la votación más alta en la historia de Chile, en votos, para una candidatura independiente que era una tercera fuerza. Lo que sí creo que nunca es suficiente una tercera fuerza y que efectivamente falta articular mejor con el Partido Humanista, el Partido Ecologista, con los que votaron por Roxana Miranda, Marcel Claude; efectivamente yo creo que hay que articular más, pero el podemos también tiene este desafío de articular sus fuerzas”, explicó.

Finalmente, Sergio Grez, académico e historiador de la Universidad de Chile, explica que es poco probable que surja algo similar en el país, debido a la gran distorsión de los grupos de izquierda alternativos, que serían efímeros por no tener un objetivo programático sólido, que vayan más allá de la campaña electoral.

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