Diario y Radio Universidad Chile

Escritorio

Alerta mundial por anuncio de EE.UU. de atacar al EI en Siria

Una explosión de reacciones generó el anuncio de Barack Obama de atacar al Ejército islámico en territorio sirio. Mientras el gobierno de Damasco califica la medida como ilegal y Rusia como una “brutal agresión al derecho internacional”, diez países árabes ya comprometieron su colaboración. Sin embargo, las críticas a la voluble política exterior de Estados Unidos están lejos de arreciar.

SHT/Diario Uchile

  Jueves 11 de septiembre 2014 20:34 hrs. 
243847

Compartir en

El gobierno sirio advirtió que cualquier intervención extranjera en el país será considerada como una agresión, a menos que la apruebe el gobierno de Damasco. Estas declaraciones se produjeron en respuesta a los anuncios del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien señaló que se prepara para emprender un ataque militar en contra de los guerrilleros del Estado Islámico (EI) que se encuentran en el país.

En varias ocasiones Siria ha manifestado su intención de trabajar en conjunto con cualquier país que también persiga luchar en contra de los guerrilleros del Estado Islámico, grupo que ya ha capturado vastas áreas de Siria y del vecino Irak, pero que se requiere de la aprobación formal de su gobierno.

“Cualquier acción, de cualquier tipo, sin la aprobación del gobierno sirio, es una agresión en contra de Siria”, declaró Ali Haidar, ministro de Reconciliación Nacional, quien agregó que “debe haber una cooperación con Siria y una coordinación, y se debe tener la aprobación del gobierno para llevar adelante cualquier acción, sea militar o no”.

Haidar añadió que algunos países podrían usar la amenaza del Estado Islámico como un pretexto para atacar Siria.

El miércoles en la noche el Presidente Obama anunció que autorizó por primera vez un ataque aéreo en contra de blancos del EI al interior de Siria, asegurando que destruirá al grupo armado “donde sea que estén”.

En su discurso a la nación, en la víspera de las conmemoraciones del 11 de septiembre, el Presidente estadounidense también anunció que expandirá los ataques en Irak, adelantando el envío de más de quinientas tropas que tendrán como misión apoyar el alicaído ejército iraquí en contra del EI.

Además, Obama llamó al Congreso a autorizar un programa para entrenar y armar a los rebeldes sirios, quienes  en este momento pelean en dos frentes: en contra del Estado islámico y de los grupos fieles al Presidente Bashar Al-Assad.

El principal grupo opositor, apoyado por occidente, agradeció la decisión de Obama, pero reiteró su demanda de la salida de Assad.

“La Coalición Siria se mantiene lista y dispuesta para trabajar en conjunto con la comunidad internacional, no sólo para derrotar al ISIS (Estado Islámico) sino también para liberar al pueblo sirio de la tiranía del régimen de Assad”, manifestó Hadi Al- Bahra, líder de la coalición.

Reacción internacional

Rusia manifestó que un ataque unilateral de Estados Unidos en Siria representaría una brutal violación al derecho internacional.

“El Presidente de Estados Unidos ha anunciado directamente la posibilidad de atacar con el Ejército estadounidense posiciones del Estado Islámico en Siria, sin el consentimiento de su gobierno legítimo”, puntualizó Alexander Lukashevich, vocero del ministerio de Relaciones Exteriores ruso.

“En ausencia de una decisión apropiada del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ese paso sería un acto de agresión, una brutal violación de las normas del derecho internacional”, señaló el secretario de Moscú.

También el jueves, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania declaró que su país no va a ser parte de los ataques en Siria, mientras que el vocero del Primer Ministro británico David Cameron señaló que “no descartan” una acción militar.

Críticas a Washington

Además de cuestionar la violencia y falta de legitimidad de ataques estadounidense en territorio sirio, una de las mayores críticas que se le  hacen a la Casa Blanca en relación con el ejército islámico es, precisamente, su incumbencia en el surgimiento de esta organización que ahora pretenden destruir.

Con el pretexto de la guerra contra el terrorismo y argumentando falsamente que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva, el 2003 George W. Bush invadió Irak. Además de muerte y destrucción, esta intervención occidental condujo al desmantelamiento de las instituciones del Estado en virtud de un proceso conocido como ” desbaazificación”, en la que los miembros del partido Baath de Saddam Hussein fueron excluidos de la participación política.

Analistas apuntan al vacío de representación política “formal” como uno de los alicientes para la rápida propagación del Estado Islámico en el Irak. Asimismo, señalan la resistencia a la intervención occidental, también en Afganistán, como el abono para el surgimiento de un grupo islámico de tales características.

Por otra parte, genera suspicacias que la decisión de atacar se haya producido en este momento, y no al comienzo de la expansión del ISIS. Uno de los factores que parecen más evidentes es el marcado cambio de tendencia en las encuestas en Estados Unidos. Sondeos de opinión publicadas el lunes muestran que el 76 por ciento de los estadounidenses están a favor de los ataques aéreos adicionales contra EI. El año pasado, cuando se preguntó a los estadounidenses si la adopción de medidas contra el gobierno de Siria estaba en los intereses de EE.UU, sólo el 21 por ciento respondió favorablemente.

Drones y apoyo árabe

Si bien el anuncio de Obama contempla en un primer momento sólo ataques aéreos, ya se ha anunciado que pronto se necesitarán “botas en el campo”, es decir, la presencia de militares en la zona.

Igualmente, se estima que el grueso del despliegue se realizará por medio de drones, aviones no tripulados, evitando así a la Casa Blanca el riesgo de bajas. Sin embargo, los expertos apuntan a que, en la medida en que los objetivos militares se amplíen, se deberá recurrir a aviones que requerirán pistas de aterrizajes en la región. Instalaciones que serán facilitadas por diez países de la zona que ya comprometieron su colaboración.

Luego de una reunión el jueves con el secretario de Estado John Kerry en Yeddah, centro vacacional de Arabia Saudita, donde acudieron, además del anfitrión príncipe Saud al Faisal, los ministros de Relaciones Exteriores de Kuwait, Qatar, Bahréin, Estados Árabes Unidos, Omán, Irak, Egipto, Jordania, Líbano y Turquía, las naciones árabes se unieron a la resistencia contra el Estado Islámico. Salvo Turquía,  el único no árabe de los asistentes, que precisó que no permitirá operaciones militares desde su territorio, pero que se volcará en la ayuda humanitaria.

En tanto, Arabia Saudita anunció que se hará cargo del entrenamiento de los milicianos que lucharán en terreno contra el ex ISIS, principalmente opositores a Al Assad en Siria.

En un escenario de alianzas y circunstancias cambiantes, con una población civil pauperizada y militarizada, el desenlace de esta nueva agresión militar en la zona no parece claro, aunque ya se van conociendo los elementos que componen esta nueva bomba.

Síguenos en