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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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Pescadores artesanales aprobaron la continuidad de pesca de arrastre en Coquimbo

Polémica decisión del Consejo Zonal de Pesca de Atacama y Coquimbo determinó seguir con la pesca de arrastre en la ciudad puerto. La votación irritó al dirigente Pascual Aguilera de la Caleta Guayacán, quien hizo un llamado a la Presidenta Michelle Bachelet para que cumpla con poner fin a la pesca depredadora.

Tania González

  Jueves 11 de septiembre 2014 19:31 hrs. 
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El Consejo Zonal de Pesca de Atacama y Coquimbo, representado por Giuliano Reynuaba y Luis Aguilera, votó a favor de la continuación por cinco años de operaciones industriales al interior de las cinco millas de reserva para la pesca de pequeña escala.  Con esto, se renunció a la oportunidad de terminar con la pesca de arrastre y dar un nuevo comienzo a los recursos pesqueros de Coquimbo.

Las primeras 5 millas marítimas están reservadas de manera exclusiva para la pesca artesanal. Sin embargo, en dicha región, la pesca industrial de crustáceos realizada con el dañino arte del arrastre, ha perforado las 5 millas con autorización de la pesca artesanal durante los últimos 10 años.

Estas actividades según denuncias de las Pequeñas y Medianas Empresas Pesqueras (Pymepes), generan una gran cantidad de descarte de otras especies que no son objetivo de la cuota asignada a los industriales.

En consecuencia, el dirigente Pascual Aguilera de la Caleta Guayacán de Coquimbo, alegó que el Consejo Zonal, pese a las múltiples reuniones en que se les manifestó que no querían seguir siendo perforados en la región, priorizó la presión política y económica.

“Dentro de las promesas de campaña y en el discurso de la Presidenta, se iba a considerar terminar con el arrastre en Chile y, a la vuelta de la esquina, se aprueba por 5 años. La llamo a que cumpla lo que prometió. Entre otras cosas estudiar para modificar en algunos puntos la Ley Longueira, donde no se ha hecho nada” criticó Pascual.

El dirigente de los pescadores artesanales de la Caleta Guayacán añadió que no se darán por vencidos en la mantención de los ecosistemas marinos.

Durante el mes de septiembre de cada año la Merluza Común se encuentra en veda biológica. Sin embargo, la flota industrial que captura crustáceos en Coquimbo y Bío Bío (Camarón nailon, langostino amarillo, langostino colorado) sigue pescando y lo hace con el arte de pesca menos selectivo y más depredador.

Según los pescadores artesanales, la merluza común es capturada como fauna acompañante del camarón o langostino. Al ser pesca objetivo el crustáceo, la merluza es devuelta muerta al mar. Esta práctica es la que ha llevado el recurso merluza al colapso.

De este modo, la organización internacional Oceana propuso el establecimiento de una talla mínima de captura de 38 centímetros y la obligatoriedad de usar artes de pesca que permita el escape de los peces más pequeños. Al respecto, se refirió la directora de la Campaña Pesquerías de la organización, Liesbeth Van Der Meer.

“Hoy día el 90 por ciento de los pescados son juveniles. Para regular esto se necesita el recambio de mallas para la pesca artesanal ya que ellos están pescando con un diámetro estimado de 2,5 pulgadas. Nosotros proponemos una red de enmalle de 3 pulgadas, esto protegería esa fracción juvenil” indicó la médico veterinaria.

Otras de las medidas presentadas por Oceana son combatir la pesca ilegal y proteger las zonas de desove extendiendo la veda del 15 de agosto al 15 de octubre. Asimismo, estiman que el Estado deberá invertir 766 millones de pesos en el recambio del enmalle de las redes artesanales.

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