Las promesas de campaña hechas por el gobierno británico previo al referéndum independentista en Escocia están generando una ola de declaraciones entre quienes no creen que ellas serán cumplidas.
El gobierno británico negó que incumpla la promesa de darle más poderes a Edimburgo. El primer ministro inglés, David Cameron, anunció que se fijará un cronograma para tal efecto.
Sin embargo, desde Escocia, el ministro principal Alex Salmond (foto de portada)-que renunciará a su puesto en noviembre- ha acusado a los tres grandes partidos de “engañar” a los escoceses con falsas promesas en la recta final de la campaña y no ha renunciado a la idea de la independencia indicando que el refrendum es “sólo una de las posibles rutas que pueden adoptarse para lograr ser independientes”, le dijo al diario The Scotsman.
El ministro principal, cree en la alternativa de que Escocia se independice sin tener que pasar por otro referéndum y no deja de lado una declaración unilateral de independencia si el Scottish National Party (SNP) logra una amplia mayoría en las elecciones de 2016.
Por otro lado el ex primer ministro laborista, Gordon Brown, artífice del acuerdo, ha prometido apurar a los tres grandes líderes para que no rompan su promesa y ha fijado incluso una fecha, enero del 2015, para la aprobación de la nueva Ley de Escocia con transferencias de poderes fiscales, presupuestarios y de políticas sociales.