Libro Vuestros Nombres, Valientes Soldados, abre debate sobre privilegios de las Fuerzas Armadas

Este martes se lanzó el libro “Vuestros Nombres, Valientes Soldados", escrito por  la periodista Catalina Gaete y publicado por Ediciones Radio Universidad de Chile. La investigación profundiza en la brecha de derechos y privilegios que separa a civiles y militares. La presentación de la obra fue realizada por el ex comandante en jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre y el ex ministro de Estado, Francisco Vidal.

Este martes se lanzó el libro “Vuestros Nombres, Valientes Soldados", escrito por  la periodista Catalina Gaete y publicado por Ediciones Radio Universidad de Chile. La investigación profundiza en la brecha de derechos y privilegios que separa a civiles y militares. La presentación de la obra fue realizada por el ex comandante en jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre y el ex ministro de Estado, Francisco Vidal.

“La confianza del Presidente Allende fue severamente traicionada y con ello las Fuerzas Armadas y de Orden inscriben en la historia de Chile el más oscuro de sus legados. Cuarenta y un años después de la insurrección, los militares pueden estar tranquilos”. Así  se inicia la investigación de Catalina Gaete, periodista de la Universidad de Chile que, con más de veinte entrevistas se propuso exponer y cuestionar la permanencia de los beneficios exclusivos de las Fuerzas Armadas y el perjuicio de esta diferencia en la democracia chilena.

El libro “Vuestros Nombres, Valientes Soldados” contiene dos capítulos de contextualización histórica y cuatro apartados que indagan en la cultura militar, educación de clases, bienestar privilegiado, sobre la (In) Justicia Militar y civiles y militares.

En el área de la educación se revela, entre otros antecedentes, información del Mineduc en que las mallas curriculares de los planteles educacionales de las Fuerzas Armadas no son definidas por ninguna repartición pública e, incluso, el Ministerio de Defensa ha elaborado instructivos en Derechos Humanos, sin ser incorporados a los objetivos formativos de los egresados, lo cual, a juicio de la periodista, es preocupante porque no se ven intentos de evitar la instrucción de militares golpistas.

Mientras, en Bienestar privilegiado, destaca la gran distinción que se presenta en las edades de jubilación entre civiles y militares. Los militares jubilan con una edad máxima de 56 años y los trabajadores deben cumplir 65 años los hombres y 60 las mujeres. Asimismo, los militares que prestan servicios a instituciones dependientes del Estado figuran como funcionarios públicos y tienen derechos laborales ya garantizados, no así los trabajadores civiles.

Juan Emilio Cheyre, ex comandante en jefe del Ejército y director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica, compartió algunos puntos abordados en la investigación, entre ellos la necesidad de hablar de estos temas.

Cheyre afirmó que toda brecha que separe a civiles y militares es preocupante y no hace bien a civiles, ni militares, ni a Chile. Igualmente se detuvo en la necesidad de “transparentar aspectos que muchas veces se desconocen, se imaginan o están allí y nadie se interesa por analizarlos”. Para el ex Comandante en Jefe, los niveles de transparencia y probidad exigen que el campo de los ámbitos secretos y reservados sea muy escaso y en eso, no están excluidas ninguna de las instituciones, tampoco las Fuerzas Armadas, sólo en aquellos ámbitos que son pertinentes y específicos.

El ex uniformado sugirió a la investigación algunas profundizaciones como, por ejemplo, en la argumentación y delimitación de las especificidades propias de la función militar y que cada privilegio sea comparado con la realidad internacional.

Por su parte, Francisco Vidal, ex ministro de Estado y profesor de historia y geografía de nuestra casa de estudios,  hizo un recuento histórico en que defendió que el fenómeno del vínculo psicosocial entre la derecha política y Fuerzas Armadas se da en el contexto de dictadura, cuando estas últimas toman partido.

Vidal también  señaló que hoy día la demanda ciudadana mayoritaria es tener el sistema de previsión de las Fuerzas Armadas y más allá de las lagunas el millón de pensionados de las AFP recibe pensiones de 184 mil pesos. Entonces, indicó el tema de la previsión de las Fuerzas Armadas que está pendiente y debe, en su opinión, ser resuelto por la sociedad es si el sistema previsional es parte de la identidad y la especificación o no, de este modo, propuso el alargue de la carrera militar.

Por último, el político recomendó profundizar la cultura democrática en las Fuerzas Armadas pensando en que la sociedad les pasa confiadamente los instrumentos que definen la victoria y la derrota.

 

 





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