El reglamento que regula el etiquetado de alimentos está en fase de consulta, instancia que finaliza este jueves. El registro, encabezado por el Ministerio de Salud, busca que cada empresa o persona natural envíe su propuesta para la creación del documento con el fin de barajar su inclusión en el texto final que permitirá habilitar una ley ya aprobada, pero que por falta del protocolo no se ha podido ejecutar.

Sin embargo, las críticas por las posibles presiones que los empresarios estarían ejerciendo para modificar los documentos originales preocupa a un grupo multidisciplinario de expertos. Por ello, este martes anunciaron la creación del Frente Amplio de Defensa del Reglamento de Etiquetado, instancia que busca priorizar la salud de las personas para combatir los altos índices de obesidad y de enfermedades crónicas por sobre el lobby que ciertos grupos puedan ejercer.

El senador Guido Girardi (PPD) dijo que “han visto una arremetida brutal de las empresas de alimentos que buscan impedir el derecho a saber de las personas que la nueva ley de rotulado asegura. Con el actual etiquetado, el mismo que la industria propone mantener –el GDA-, nadie puede entender, por ejemplo, que un cereal Nestlé (Zucosos) tiene 38% de azúcar. Si los padres supieran esa información, seguramente no comprarían estos productos que les dan a sus hijos y obligarían a Nestlé a reducir los nutrientes críticos”.

Su compañero de partido, Marco Antonio Núñez anunció que la Comisión de Salud de la Cámara citó a la subsecretaría de Economía a la próxima sesión “para que expliquen al país por qué se defiende la postura de las empresas, quienes se niegan a terminar con este etiquetado que nadie entiende y reemplazarlo por uno que pueda ser leído por todos”. En conjunto los parlamentarios acusaron a las transnacionales de impedir la aplicación de la Ley. Los intereses económicos estarían detrás de sus acciones.

Uno de los argumentos en los que basan su denuncia es que, por ejemplo, las grandes empresas de alimentos envasados, agrupadas en Alimentos y Bebidas de Chile (ABChile) han denunciado activamente las falencias que tendría el borrador de la normativa. Su presidente Rodrigo Álvarez, ex ministro y ex diputado de la UDI, ha sostenido que “el reglamento, como está propuesto actualmente, no cumplirá los objetivos buscados” y que “de implementarse tal como está, sólo confundirá al consumidor y no le entregará las herramientas necesarias para que tome una decisión nutricional adecuada y acorde a sus propios requerimientos”.

Stefan Larenas, presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile (ODECU), defendió los protocolos. A su juicio, la iniciativa busca informar a la población y transparentar los índices de sal, grasas y azúcar que contienen los alimentos.

“La Industria lo que quiere en términos concretos es que la cosa siga igual, con el GDA, que son unas barritas que aparecen en los envases que no entiende nadie. Además, hay una cantidad que aparece en las cajas y en las botellas que nadie lee”, “la industria se está tomando esto como “una guerra de trincheras”, completó Larenas.

Otro que cuestionó los reclamos del empresariado es el presidente del Capítulo Chileno de la Alianza Global contra la Obesidad Jaime García, quien afirmó que la petición de que la medición se realice por porciones y no cada 100 gramos, es absurda. “Ese tema se discutió mucho y la medida por gramaje es lo que corresponde técnicamente”.

García añadió que la Industria Alimentaria debe “dejar de quejarse y ponerse a la altura, innovando con productos sanos”. El nutriólogo y director de la revista Vida Médica, publicación oficial del Colegio Médico, hizo un llamado al Gobierno a “ordenarse” y reducir la influencia de intereses económicos particulares en la toma de decisiones de asuntos públicos.

“El Ejecutivo tiene que ponerse firme y dar instrucciones de que el Ministerio de Economía no se esté metiendo en temas que no le competen como es la Salud Pública de la población y dar pie a que se promulgue este reglamento como corresponde, con el visto bueno de los técnicos y la participación de todos, pero sin hacer tonteras, sin retroceder”, advirtió.

En su declaración, García aludió a los dichos de la subsecretaria de Economía, Katia Trusich, quien informó que dicha repartición asumirá “un rol articulador en el debate entre la cartera de Salud y la industria alimenticia, por las definiciones en materia de rotulado nutricional” y confirmó que se está reuniendo con las empresas y reclasificando los alimentos y sus normas.

García agregó hoy no se puede elegir vivir sano, sino que se debe exigir y que esta Ley y su reglamento apuntan a eso: “Es una medida urgente  porque tiene que ver con la salud de los más pobres, quienes se ven afectados por enfermedades crónicas como accidentes vasculares, infartos o cánceres asociados a la mala alimentación”.

Hasta el momento el Minsal acumularía más de 230 sugerencias por la consulta para la redacción del documento. Una vez finalizado el proceso, el reglamento será enviado a la Contraloría General de la República para su aprobación.

En el trámite general, se espera que la Ley 20 mil 606 sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad, comience a ser efectiva a partir de junio de próximo año.